Ideas – romperle la ropa!

El sexo duro es uno de los métodos más habituales para darle un poco de gracia al sexo rutinario: ¿a quién no le excita que su pareja se deje llevar por la pasión y nos posea dejándose llevar? Pero hay muchas maneras de llevarlo a cabo, así que aquí vamos a recordaros una que se suele quedar olvidada: romperle la ropa!

El sexo duro tiene muchas variantes: agarrar del pelo, golpes en varias partes del cuerpo, lenguaje obsceno, etc. Pero hay una forma muy fácil de darle un toque duro al sexo que nos permitirá probar si nuestra pareja disfruta con ello: romperle la ropa!

La idea es muy sencilla: para dejarle claro a nuestra pareja que queremos sexo en este preciso instante, y que será como nosotros queramos, le rompemos la ropa. Es un mensaje claro: quiero tu cuerpo, ya! Tiene un punto de dominación, pero es más psicológico que físico, y nos permite probar el sexo duro de una forma «light». Si ves que a tu pareja le gusta puedes pasar a las alternativas que hemos comentado arriba.

Ahora, ¿cómo lo hacemos? Si a nuestra pareja le gusta mucho la dominación puede que le encante que le rompamos la ropa, pero si no le gusta… vamos a tener una bronca. Así que os proponemos estas ideas:

• Para ellos: pedirle a nuestra pareja que lleve medias y rompérselas. Al fin y al cabo cuestan poco dinero y se rompen bien. Un ejemplo clásico sería: levantarle la falda, romperle las medias, ponerla contra la pared e ir directamente al sexo.

• Para cualquiera: pedirle a nuestra pareja que se ponga una camisa o blusa de botones vieja. Romper los botones debería ser fácil, y muy espectacular! Con esto tienes acceso a todo su pecho, así que a hacerle caso. Una alternativa es una camiseta cualquiera, pero hacerle un pequeño corte en el cuello para que se pueda romper: la dejas encima de la cama y le mandas un mensaje a tu pareja pidiéndole que se la ponga.

• Para ellos: como el anterior, pero con un vestido con cremallera por detrás. Romper la cremallera también debería ser fácil, y luego es cuestión de darle la vuelta a ella: tenemos toda su espalda y trasero para nosotros!

Además existe la variante opuesta: romper nuestra propia ropa, en plan «quiero que me hagas el amor ya». Es más excitante que otra cosa, pero puede dejar el mensaje de que nos apetece algo más agresivo de lo habitual:

Y por supuesto podemos combinar esta idea con otras muchas: las fantasías de violación, la dominación, los roleplaying… Vamos, que podemos incorporarlo a nuestros juegos sexuales para hacerlos algo más picantes!