El sexo mañanero es estupendo, es una forma de despertarse haciendo ejercicio, nos levantaremos más alegres y activos… Así que ¿por qué no tomárnoslo en serio?

El sexo a primera hora le gusta a casi todo el mundo, excepto a la gente que le cuesta mucho despertarse. Pero es una sensación estupenda para empezar el día, y además nos despertaremos muy rápidamente.

Entonces, ¿por qué lo dejamos olvidado hasta que surge por casualidad? Y no estamos hablando de planearlo, porque entonces se pierde la espontaneidad, sino de plantearlo como algo recurrente, no puntual. Es decir, si cuando nos vamos a dormir sabemos que al día siguiente vamos a tener un rato lo suficientemente largo para un quickie, irnos a la cama pensando en que si hay energías es lo que vamos a hacer. Y si no vamos a tener tiempo, plantearnos adelantar el despertador un poco para conseguir ese ratito.

Al final se trata de plantearnos tener sexo, para que nuestra cabeza lo asuma y esté preparada. Si lo pensamos así es más probable que ocurra: !haz un hueco en tu cabeza para el sexo!


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