Las pinzas para los pezones, o nipple clamps, tienen variantes algo más avanzadas. Si disfrutas de verdad con el estímulo en los pezones, estas versiones menos habituales son para ti. Sácale todo el partido al placer de tus pezones!

Ya hemos hablado en otro post de las pinzas para los pezones. Pero además de las habituales versiones que podemos encontrar en cualquier sex shop, aquí os hablamos de algunas variantes algo más extrañas.

La primera variante son las pinzas con pesos: se le añade un peso a la pinza, de forma que está constantemente tirando y produciendo estímulo. Además se les pueden quitar los pesos para usarlos como pinzas normales.

Otra variante similar son las pinzas magnéticas: básicamente son dos imanes, con cierta decoración, entre los que ponemos los pezones. Tienen la ventaja con respecto a las pesas de que no ocupan ni estorban, pero lo malo es que no podemos controlar cuánto estímulo provocan.

Por otro lado tenemos los clover clamps o pinzas trébol japonesas. También se llaman butterfly clamps. Su diferencia es que son articuladas, de forma que aprietan más el pezón cuanto más se tira de ellas. Por eso se usan para sesiones de BDSM en las que queremos que el estímulo sobre los pezones llegue al dolor. Se pueden aplicar pesos, para que estén apretando constantemente, o atarlos a una cadena para poder tirar de ellos. Muy interesantes porque podemos controlar fácilmente cuánto aprietan.

Otra variante «diferente» son los succionadores de pezones. Realmente no son clamps, ya que no aprietan los pezones, sino que los succionan, haciendo que se acumule en ellos la sangre y que sean más sensibles. Así que no producen dolor, sino un estímulo distinto.

Y otro estímulo completamente distinto es el que producen las pinzas con vibración. Pueden ser pinzas normales con una bala vibradora enganchada, o un conjunto que ya incluye el motor vibrador. La vibración pasa a producir un estímulo distinto, y algunas incluso vienen con un control remoto para ir subiendo la intensidad.

Por último, y sólo para aquellos experimentados en el BDSM, tenemos las pinzas con electroestimulación. Producen descargas eléctricas, produciendo un dolor distinto, como un mordisco en el pezón.

Así que si os va el estímulo en los pezones, tenéis un gran recorrido para disfrutar con diversos estímulos y a distintas intensidades.


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