A mi me exita mucho pensar en mi mujer teniendo sexo con otro hombre. A ella no le gusta la idea y me hace sentir como si yo estuviera mal de la cabeza por fantasear asi.
Respuesta de SexoParaParejas: Bueno, lo primero es que su actitud es muy negativa: que a ella no le guste y que la sociedad no acepte ese tipo de sexo no le da derecho a hacerte sentir así. Tú eres libre de excitarte con lo que sea, siempre y cuando sea legal. Y si es simplemente una fantasía, todavía más!
Ahora bien, entendemos que lo que pasa es que a ella se le hace tan difícil de entender esa fantasía que se pone a la defensiva, intentando dejar claro que jamás vas a conseguir que la practique.
Así que tenemos que diferenciar entre dos niveles de tu excitación: si simplemente es una fantasía, o si realmente quieres llevarla a cabo. Si sólo es una fantasía no hay problema, explícaselo así y dile que sólo quieres incorporarlo a los juegos para excitarte. Podéis ver vídeos de swingers, te puedes disfrazar y mirar en el espejo cuando le haces el amor, etc. Vamos, disfrutar de la excitación de esa fantasía sin llevarla a cabo.
El problema viene si quieres llevar a la realidad esa fantasía: tu mujer tiene bastante claro que no quiere. Podrías enseñarle cosas de la cultura swinger, y explicarle cómo se diferencia entre el amor y el sexo, pero por lo que nos cuentas lo más normal es que su respuesta siga siendo negativa. Nuestra recomendación en este caso es asumirlo: no esperar que ella cambie, sino disfrutar con lo que os guste a ambos. Puede que algún día, dentro de unos años, cuando la relación esté en otra etapa, le atraiga la idea (muchos swingers son parejas de cierta edad, con menos inhibiciones y tabúes sociales).
Un consejo: podríais hablar de cuáles son vuestros límites (tenemos un post sobre ello en nuestro blog): cúal es la zona de confianza de cada uno (las prácticas sexuales que consideráis habituales), cuál es la zona de aprendizaje (las prácticas sexuales que podemos plantearnos probar, pero poco a poco), y la zona de pánico (prácticas que no queremos probar nunca). Estas zonas suelen representarse como círculos concéntricos, y suelen ir “creciendo” con la edad y la confianza en la pareja, de forma que poco a poco vamos probando cosas nuevas. A ver cuánto tenéis en común!
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