En esta entrada vamos a comentar un juguete erótico que se suele malentender y por ello echa a mucha gente para atrás: el collar! Un collar en el cuello de tu pareja te aporta una estética, te facilita muchos juegos sexuales, roles de sumisión… ¿Te atreves?

Sexo para parejas - juegos eróticos con collares

Los collares han sido considerados siempre como juguetes eróticos propios de las prácticas de BDSM (bondage y sadomasoquismo), y por lo tanto asociados a prácticas sexuales agresivas y extremas. Era un tabú, algo que no se podía ver puesto, humillante…

Hoy en día su uso está más asociado a las prácticas de Dominación: es un símbolo de sumisión y control. El sumiso lleva puesto el collar para indicar el compromiso con su pareja dominante. Como los anillos de compromiso son un objeto simbólico, aunque evidentemente se suele llevar sólo en privado (aunque hay quien lo convierte en algo público y parte de su vestimenta).

Sexo para parejas - collar como juguete sexual

Los materiales son importantes porque nos aportan una estética determinada, una textura y una rigidez. Materiales más rígidos (metal) son más propensos a hacernos daño, y el cuello no es un sitio en el que queremos tener un accidente.

Así que no estamos hablando de usar un collar de perro, sino un objeto que encaja en nuestra vida sexual y está diseñado al efecto. En los sexoshops suele tener los modelos más comunes, apropiados para probarlo sin gastarse mucho dinero.

Cómo usar un collar como juguete erótico

Así que podemos usar este juguete erótico en varios niveles, dependiendo del que nos atraiga más:

  • Como simple decoración del cuerpo, que nos aporta una estética: Un collar de cuero negro con tachuelas nos da una estética agresiva, en la que el portador parece más dominante, mientras que podemos escoger un collar peludo y rosita si queremos una apariencia más suave. De esta forma el collar nos ayuda a presentar un personaje durante una sesión de sexo, y está especialmente indicado si no es el personaje que solemos llevar habitualmente durante nuestra vida sexual (es decir, en roleplaying). En este caso lo único que importa del collar es su estética, que se verá especialmente bien por llevarse en el cuello, así que escógelo como una prenda de ropa más! O también puedes colgarle elementos que te gusten;

Sexo para parejas - el collar como juguete estético

  • Para juegos ligeros de control y dominio: Sin entrar en la verdadera Dominación podemos jugar durante un rato a ponernos un collar con una correa y dársela a nuestra pareja, o que nuestra pareja nos agarre del collar durante el sexo. Aunque no se use fuerza real hay que tener en cuenta que cuanto más ancho sea el collar menos daño nos hará cualquier tirón, así que para evitar accidentes evitaremos gargantillas y elementos muy finos, así como collares muy rígidos. En este nivel ya podemos añadir un candado decorativo, una correa decorativa (finita), etc;

Sexo para parejas - el collar en juegos sexuales de roleplaying

  • Para iniciarnos en la Dominación: Si nos atrae ese mundo entonces tenemos que entender todo lo que significa un collar y lo que lleva asociado. Sin entrar a fondo en el tema vamos a hacer un resumen más abajo, pero lo que esto implica es una elección muy cuidadosa del collar: tiene que ceñirse y adaptarse bien al cuello, de forma que no pueda hacerle daño. Y por supuesto los acabados tienen que evitar zonas que puedan rozar, costuras duras, etc;
  • Collares avanzados de Dominación: Aquí ya aparece un rango enorme de opciones: Hay collares metálicos totalmente rígidos, collares inmobilizadores (con una cincha a la que atar esposas, por ejemplo), unidos a arneses… en general todos tienen muchas argollas, para darnos más posibilidades de enganche en los juegos. Esto sólo si os atrae mucho y ya habéis pasado por una etapa de iniciación!

El collar se presta a combinarlo con otros juguetes eróticos de estética similar: la fusta, las esposas, una venda en los ojos, gags, azotes, etc. Y como elemento estético puede emplearse en juegos de rol o disfraces, así que piensa siempre si un collar te puede ayudar en esa sorpresa que estás preparando!

 

Lo primero: hablarlo

Los collares no son un buen juguete para incorporarse por sorpresa: hay que hablar primero de en cuál de los niveles anteriores queremos quedarnos. Si se te ocurre ponértelo por sorpresa tu pareja puede emocionarse y creerse que va a haber Dominación de verdad, mientras que tú sólo lo habías pensado a un nivel estético! Y esto si te lo vas a poner tú, si la «sorpresa» consiste en que quieres que se lo ponga tu pareja puedes tener un malentendido gordo… Así que os recomendamos hablarlo primero.

Como siempre a muchas parejas les cuesta sacar estos temas, lo más facil es aprovechar algún momento en el que se nos cruce un collar del estilo que tenemos pensado y preguntarle a nuestra pareja si le gusta. Si la respuesta es afirmativa o (lo más habitual) un «no le queda mal», podemos pasar a preguntar si le gustaría que llevásemos uno o si a él/ella le apetecería probar a llevar uno.

Como en todos estos temas que implican una diferencia de roles, es recomendable que ambos lo probemos, para que veamos lo que se siente y sepamos lo que podemos o no hacer en cada papel.

Sexo para parejas - el collar como juguete sexual

 El collar en las prácticas de Dominación

El collar es la base de las prácticas de Dominación, basadas en la desigualdad de roles sexuales en la pareja: hay un sumiso y un dominante. El collar simboliza el acuerdo por el que se llega a dicha desigualdad pactada, y en este sentido es igual que un anillo de casados: un símbolo de una unión en unas condiciones. Siempre y cuando dicho acuerdo sea realizado por adultos en plenas facultades y libremente, debe respetarse de la misma forma.

Normalmente este acuerdo se basa en una relación en la que el sumiso confía en el dominante, de forma que sabe que no se va a hacer un mal uso de esa desigualdad. Y por su parte el dominante sigue respetando al sumiso: no hay que confundir sumisión con humillación.

En este sentido hay distintos significados, no del todo estandarizados: Hay quien va cambiando el collar con el compromiso: En un primer nivel el sumiso lleva un collar de iniciación o consideración, que por lo general es un elemento ligero y que incluso puede llevarse en público. Cuando la relación avanza y ambos se comprometen a entrenarse en la Dominación, se pasa a un collar de entrenamiento, que tradicionalmente es de cuero. Si la relación va todavía más allá y se llega a la situación de esclavo-amo, se usa un collar de esclavo, que a veces es de metal rígido y hecho a medida, indicando lo especial de la relación.

Sexo para parejas - el collar en la dominación

Sin llegar a entrar en la dominación, hemos visto que hay muchas formas de jugar y disfrutar con los collares. Así que pregúntate: ¿quieres llevarlo tú o que lo lleve tu pareja?


6 comentarios

topi · 29/08/2013 a las 3:35 pm

Ni de bromaaa!

    larpham · 02/09/2013 a las 4:23 pm

    Vengaaaaaaa, que te va a gustar!! 🙂 No, en serio: aquí os proponemos ideas para que tengáis opciones con las que romper la rutina. Si no lo ves claro ni lo intentes. Pero si algún día te empieza a apetecer algo nuevo, aquí tienes un buen catálogo de cosas a probar.

Josep Pagès Canaleta (CARDEDEU) · 19/02/2014 a las 9:55 pm

EL COLLAR es para una autentica mujer sumisa y esclava jugando al sadomasoquismo , si se lo ponen demuestran total sumicion al amo . Se dejan humillar mucho por el ..Ami me gustaría poner el collar a mujeres mayores perras viejas y ricas que pagaran por ser castigadas y humilladas

maese · 23/05/2017 a las 6:40 pm

..

Cháchara - encuesta: usarías un collar? - Sexo para parejas · 13/05/2023 a las 3:03 pm

[…] unas semanas hicimos un post sobre el uso del collar como juguete sexual, una idea provocadora! Así que hemos querido preguntaros vuestra opinión sobre el collar y sobre […]

Cháchara - diferenciando collares y chokers - Sexo para parejas · 24/05/2023 a las 7:33 pm

[…] collar es un elemento con un significado muy claro en una relación de dominación/sumisión: es una expresión física de un contrato de sumisión y/o pertenencia. Y hay quien lo lleva en […]

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