Las duchas pueden ser un momento muy erótico, especialmente como juegos previos. Pero son especialmente buenas para probar cosas nuevas!

Las duchas eróticas tienen cosas buenas y malas. Las malas son que el agua no facilita la lubricación, así que no suelen ser el mejor sitio para la penetración. Y también que el agua caliente se acaba gastando, así que están claramente limitadas en el tiempo.

Pero lo mejor de la ducha es que un entorno caliente y especialmente limpio, que suele ser el limitante para muchas personas. Por eso os las proponemos como un sitio donde probar movimientos eróticos nuevos.

¿Queréis ejemplos, verdad? Vale, en la ducha lo que más puntúa es el oral. Podéis probar distintos movimientos de oral, a ver qué tal responde. Evidentemente no estamos hablando de lamer y chupar hasta que tu pareja se corra, sino de probar algo distinto a ver si le va. Lo siguiente sería el anal: su culo estará bien limpio después del jabón, así que es el momento perfecto para probarlo. Annilingus, caricias anales, assjob… a probar!

Lo importante no es lo que se os ocurra ahora, sino el convertir la ducha en un momento erótico innovador, y que en cuanto entremos juntos en ella estemos dispuestos a probar algo con una mente abierta. Y si no nos gusta, lo decimos y pasamos a otra cosa, sin más problemas.

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