En este post os contamos cómo ir creando una historia entre los dos, que os ayude a compartir vuestras fantasías mientras os excitáis con los previos. Es una actividad similar a la literatura erótica o el cuenta-cuentos, pero que incorpora la actividad por turnos.
Como comentamos en el post del cuenta-cuentos, el contar una historia erótica a tu pareja es una forma estupenda de compartir nuestros deseos sexuales y nuestras fantasías. Ahora vamos a ir un paso más allá y mezclar la historia con la realidad, de forma que según vamos contando la historia iremos imitando lo que en ella suceda, convirtiéndolo en caricias y juegos previos.
Además iremos turnándonos al contar la historia, de forma que cuando uno está contando su parte de la historia el otro tiene que seguirla, imitando lo que en ella suceda sobre el cuerpo del narrador. Cuando el narrador no pueda seguir con la historia, normalmente porque no se le ocurre nada nuevo, o porque ya es momento de cambiar (también se puede poner un reloj de cocina), nuestra pareja pasa a ser el narrador y tiene que seguir la historia donde la hemos dejado, intentando seguir con el hilo argumental que hemos dejado (nombres, personajes, lugares, etc), pero añadiendo sus propios deseos y fantasías.
Una de las cosas que suele pasar es que contradigamos algo que se ha dicho antes en la historia, por ejemplo una edad, un nombre, etc. Si es así, hay que pagar una prenda que se decide al principio. Una prenda sexul: un strip tease, sexo oral, lo que más os apetezca.
Así que uno de nosotros empieza a contar una historia, por ejemplo ella cuenta la historia de una chica joven que se enamora de su vecino del edificio de enfrente, al que espía por la ventana mientras se desnuda y se masturba viéndole. Mientras ella cuenta esto, él puede hacer los gestos de desnudarse del chico de la historia o ir masturbándola como la chica. Cuando se cambia el turno él puede seguir la historia contando cómo se encuentra con él en el cine, y se sientan uno al lado del otro, y él la va acariciando la pierna y subiendo la falda. Mientras él cuenta esto, ella puede poner la mano de él en su pierna e ir subiendo mientras gime.
De esta forma podemos ir compartiendo fantasías con nuestra pareja, e iremos creando historias que combinarán lo que nos guste a los dos. Nos conoceremos mejor y disfrutaremos con los deseos del otro, lentamente, mientras la historia se desenvuelve y nosotros nos excitamos… Como no hay límites podemos contar historias del pasado, de ciencia ficción, del salvaje oeste, etc. A ver hasta dónde llega vuestra imaginación!
0 comentarios