El free use es una práctica basada en un acuerdo que permite el sexo como algo normal, que puede surgir en cualquier momento. Es decir, que el cuerpo de uno, o de los dos, está disponible para el sexo por el otro cómo y cuándo le apetezca. ¿Te atrae? ¿Te ves dejándote así en manos de tu pareja o preferirías tenerle a él/ella así?

El free use, a nivel general, está basado en la idea de que el sexo sea algo normal y corriente, que puede practicarse en cualquier momento y lugar. Esta idea es totalmente combinable con otras muchas prácticas sexuales. Es habitual encontrarlo relacionado con sumisión/dominación, y como fantasía esto lleva a historias en las que el sexo está aceptado socialmente, de forma que puedes practicarlo con cualquiera y en cualquier momento.

Ojo, esta idea es distinta a las fantasías de violación: en el free use el sexo es consentido. Vamos, que están disponibles para el sexo de forma voluntaria, y por lo tanto no existe la violación. De la misma manera no puede combinarse con el bondage.

¿Cómo se traslada esta idea dentro de la pareja? Se basa en un acuerdo previo, por el que uno de los dos pone su cuerpo a disposición del otro para el sexo. Es decir, que puedes ir y tener sexo con tu pareja sin tener que excitarla o calentarla: le bajas la ropa y ya está, a por ello. Y es porque esa persona, voluntariamente, está dispuesta a ello. Pero hay algunas cosas que hay que detallar en el acuerdo:

  • Límites en entornos públicos: que te guste tener sexo con tu pareja cuando sea no quiere decir que seas un exhibicionista, así que lo más normal es limitarlo a momentos privados.
  • Limitar el tipo de sexo: puede ser que la persona disponible quiera limitar las prácticas sexuales disponibles permanentemente, porque no todas las disfruta siempre o con la misma intensidad. Esto suele ser fácil de saber dentro de la pareja porque sabes sus gustos, pero es mejor aclararlo desde el principio. P.ej. puede estar dispuesta/o a sexo oral en cualquier momento, pero no a anal porque requiere más preparación.
  • Safeword / palabra clave: una palabra para parar el juego, porque siempre puede haber algún momento en el que pase algo que le quite las ganas del sexo completamente. Eso sí, si se usa mucho entonces es mejor dar por acabado el acuerdo, porque estaría claro que no está funcionando.
  • Situaciones en las que no: algunas cosas no habría que hablarlas: cuando está enfermo/a, estreñido, ha dormido mal, mientras tiene prisa, si está estresado por el trabajo… En una pareja deberíamos saberlo, pero por si acaso. P.ej. si a nuestra pareja le cuesta dormir bien no querrá que le despiertes en medio de la noche.

Con todas estas bases se puede plantear un acuerdo de free use que nos evite malentendidos. Y si os gusta puede ser parte de vuestro estilo de vida, de forma que se incorpore a nuestro día a día: qué ropa te pones, qué rutinas tienes…

Con todo esto, la pregunta está clara: ¿lo ves como algo que se puede poner en práctica en tu pareja? ¿Quién de los dos sería el que se dejaría usar? Si no estáis seguros podéis probar durante uno o dos días (mejor en vacaciones), primero uno y luego el otro. Y con eso ya sabréis si os encaja!

Categorías: Generales

0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *