Unos lectores nos han preguntado sobre el concepto de «castigar durante el sexo». Aunque parece algo muy duro, tenemos varios niveles de castigo: desde los juguetones hasta los más serios. Vamos a ver esos niveles y cómo usarlos durante el sexo!
somos una pareja abierta y quisiéramos que nos dirán algunas ideas de como una mujer le puede aplicar fuerza o castigar al hombre al hacer el amor?
Tal y como lo hemos entendido la pregunta se refiere a niveles de castigo bajos, más psicológicos que físicos, y muy alejados del complejo mundo del sado-masoquismo. Vamos, que el objetivo no es hacer daño o disfrutar del dolor. Es decir, que estamos hablando del tipo de castigo que todo el mundo puede disfrutar ejerciendo o recibiendo, algo ligero.
Para qué aplicar castigo
Las razones para castigar durante el acto sexual pueden ser varias, y a menudo contradictorias:
- Dominación: el castigo ya establece un rol dominante (el castigador) y un rol dominado (el castigado). Es decir, uno de los dos es el que tiene el control y el otro es controlado. Ambos papeles pueden ser muy excitantes, dependiendo de las preferencias de cada uno.
- Detener la excitación: El objetivo es el opuesto que en el caso anterior: castigamos para cortar la excitación sexual y así poder prolongar más la relación. Una palmada en el trasero puede ayudarle a nuestra pareja a alejarse del orgasmo! Muy interesante si uno de los dos tiende a acabar mucho antes que el otro, claro
- La propia excitación del castigo: aunque está asociada a la dominación del primer punto, hay una excitación diferente por «ser malo». Es la excitación del tabú, de decir groserías, etc. Si te excitan este tipo de cosas deberías probar el castigo!
Formas de castigar
¿Qué posibilidades tenemos para castigar? A los niveles que estamos hablando, los castigos suelen ser principalmente psicológicos, aunque a menudo tengan una componente física para reforzarlos:
- Golpes: Los golpes son la parte más física del castigo, y a menudo la más impactante. Pueden darse en muchos sitios, con distintos efectos. En otros posts hemos hablado de los azotes, de los golpes en el pene, en la vulva, en los pechos, etc.
- Comportarse de forma humillante: un castigo muy psicológico es obligar a tu pareja a comportarse de forma humillante: p.ej. andar a cuatro patas, lamer o ladrar como un perrito… Pueden ser cosas menores o muy humillantes, dependiendo de lo que sea humillante para el «castigado». Otro ejemplo fácil: romperle la ropa
- Hacer algo que no suele hacerse: relacionado con el anterior, tenemos la posibilidad de castigar a nuestra pareja obligándola a salir de su zona de confort, es decir obligándola a hacer cosas que no está muy convencido/a (p.ej. masturbarse frente a ti)
- Tratar con dureza a tu pareja: aunque puede relacionarse con los golpes, el tratar con fuerza a tu pareja se puede reducir a moverla con fuerza
- Castigo verbal: es otro castigo muy psicológico y a menudo el primer castigo que se prueba en la pareja. Su nivel más bajo son los insultos, a menudo de tipo sexual («¿te gusta, puta?»), que son el claro ejemplo de la dominación. Un paso más adelantado es escribir sobre el cuerpo ese tipo de insultos
- Atar o limitar el movimiento: otra expresión muy física de la dominación y el castigo es el limitar el movimiento de nuestra pareja, por ejemplo agarrar del pelo. Por supuesto puede relacionarse con el bondage, aunque no es estrictamente necesario
Consejos
Esto es aplicable tanto para hombres como para mujeres, es decir, que el castigado sea él o ella. Podemos quedarnos con uno de los roles, o ir cambiando, pero en cualquier caso os recomendamos que ambos probéis ambos roles para saber lo que siente. Y muchas parejas se quedan «estancadas» en el rol dominante del varón, cuando es recomendable probarlo todo.
A menos que estemos muy seguros de que nos atrae el tema de los castigos, es recomendable empezar poco a poco, y siempre con palabras clave o safeword para indicar que se acaba el juego.
También es interesante saber cómo pedirlo: ambos tenemos que saber decirle a nuestra pareja que nos apetece el juego del castigo. En general esto debe ser solicitado por el que va a ser castigado. El cómo pedirlo depende de cada pareja: puede ser una frase («he sido malo/a»), un gesto, etc.
Y por último nunca prolongar estos castigos fuera del ámbito del sexo: en cuanto se acaba el sexo se acaba el castigo y tenemos que volver a ser cariñosos con nuestra pareja, de forma que no aparezcan problemas.
2 comentarios
kart tauner · 23/03/2014 a las 6:48 pm
Excelente…muy bueno….si bien no llego a experimentar todo…pero lo leo y miro…
icaro · 27/03/2014 a las 10:57 am
Fascinante lo he probado y seguido vuestros consejos dios bendito q erotismo da el poder de ser duenho y amo muchisimas gracias sois fantasticos