Hace un tiempo hicimos una encuesta para saber qué porcentaje de ellos disfrutaban con las atenciones en sus testículos. Y resulta que al 90% de ellos les gusta! Así que aunque no te haya dicho nada, dales una prueba: en distintos momentos, justo cuando va a correrse, un poco más fuerte o suave…
Y una forma especial de hacerles caso es lamerlos y succionarlos. Es algo que hay que hacer con cuidado, porque es fácil pasarse y hacerle daño. Pero es una forma estupenda de parar el estímulo en el glande durante el oral, pero seguir con la excitación. Así que se trata de meterlos en la boca, succionarlos y estirar de ellos. A ver si le gusta!
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