En esta esta entrada proponemos una idea para disfrutar sexualmente de una cena agradable en un restaurante. Mientras disfrutamos de la charla y la comida con nuestra pareja podemos mantener una excitante «charla» erótica con los pies debajo de la mesa. El estar en un lugar público y el riesgo de que nos pillen nos aportará una excitación adicional y una complicidad que reforzará nuestra vida sexual.
Esta es una idea muy sencilla: nos ponemos un caramelo de menta en la boca justo antes de practicar sexo oral a nuestra pareja, y hacerlo sin tragárnoslo. Seas chico o chica, la sensación de frescor lo convierte en una sensación mucho más intensa y placentera!! Es fácil, barato y Leer más…
Hablábamos hace tiempo de los aceites para masajes, y ahora vamos a proponer una receta con unos cuantos ejemplos. La idea es coger a nuestra pareja y darle un masaje por todo el cuerpo, lentamente y ver a dónde nos lleva.
El imitador es un juego sexual y una forma de realizar la actividad sexual: básicamente consiste en copiar los movimientos y actitudes de tu pareja al practicar el sexo. Pero vamos a proponer hacerlo por sorpresa, sin decirle nada a nuestra pareja, para que no pueda cambiar su comportamiento.
Esta propuesta se basa en aprovechar una salida de compra de ropa y convertirla en una salida sexual.
Vale, ya sé que la mayor parte no somos ricachones adinerados con un jacuzzi en cada uno de los trece baños de nuestra mansión de verano. Pero merece la pena, el jacuzzi ya es un símbolo de erotismo, de sexo deshinibido y extraordinario. Así que tendremos que hacer un esfuerzo:
Estos últimos años se ha puesto de moda el pilates, una gimnasia que estira y tonifica a la vez. Nuestra propuesta es aprovechar una de estas sesiones con nuestra pareja para crear erotismo en un ambiente distendido y atlético, que nos obligará a retrasar el acto sexual hasta completar el ejercicio.
Hacer el amor en el coche es algo que a muchos nos recuerda a épocas más jóvenes, cuando ya podíamos llegar más lejos con nuestras novias y el coche era el sitio perfecto. Aparcar en un sitio alejado, oscuro (léase «picadero») era una clara indicación de que se iban a desatar nuestros instintos sexuales, y de que ambos conveníamos en ello.
Ahora queremos recordar estas épocas con una planeada tarde, convirtiéndola en una tórrida experiencia.
Esta idea ya la comentamos de pasada en la introducción al bondage. Su valor se basa en:
Material: algo suave y largo de tela, que podamos usar como venda para tapar los ojos.
