Me gustaría hacer un repaso a cada uno de los sitios donde podemos disfrutar del sexo en la pareja. Empezaremos por la ducha, que a pesar de ser el sitio más evidente, puede que sea el más olvidado.
La pareja rutinaria se ve desnuda en la ducha o el baño, pero ya no siente el contenido sexual. Ven un cuerpo desnudo que han visto muchísimas veces, en una habitación donde hay una rutina clara: enjabonarse, aclararse, lavarse los dientes…
Aquí os recordamos otra actividad erótica que podéis realizar en pareja: grabar un video de vuestras relaciones sexuales. Hoy en día es muy fácil, casi todas las cámaras digitales y los móviles tienen la función de video. Y la resolución no es lo más importante, los gestos y los movimientos se van a reconocer fácilmente. Lo que sí es importante es el sonido: los gemidos son una de las partes más excitantes, así que haced un par de pruebas con vuestro instrumental hasta ponerlo con el volumen adecuado.
Lo primero, evidentemente, es la confianza: la seguridad de que vuestra pareja no va a mandar el video por ahí (ni siquiera en el caso de que rompáis). Entiendo que esto es evidente, y más hablando de parejas estables, pero por si acaso… hay muchos videos por la red que afirman ser ciertos, y aunque pocos lo son, sí que hay algunos que han resultado serlo.
Me he dado cuenta de que en mi anterior post sobre literatura erótica me he dejado uno de mis campos favoritos: los cómics eróticos, también llamados comix.
Si has navegado por Internet, te has encontrado con la pornografía (porn, pr0n, etc). También habrás visto que ése es el problema: hay demasiada, hasta el punto de que es difícil encontrar algo de calidad.
Como hemos dicho, una de las mejores manera de erotizar nuestra vida es practicar actividades eróticas en común. Es decir, evitar el ir directamente al sexo, y pasar más tiempo con nuestra pareja disfrutando de la excitación.
Bueno, vamos a afrontar el problema principal. Con el día a día (trabajo, problemas, etc) se pierde la novedad del sexo con nuestra pareja y caemos en la rutina. Hacemos siempre el amor en el mismo sitio, a la misma hora o siguiendo siempre los mismos pasos. Y así no tiene la misma gracia.
En toda relación sexual, después de un periodo de intensa actividad sexual se comienza a repetir el proceso, y entonces aparecen los primeros experimentos. En general las primeras pruebas se hacen con las posturas sexuales.
