La piel es el mayor órgano sexual del cuerpo, y su sensibilidad es enorme. Sin embargo esta sensibilidad varía según el tipo de estímulo, su velocidad, la zona… y por supuesto la persona! Así que vamos a hacerle una prueba a nuestra pareja, de forma que acabaremos conociendo sus puntos «débiles». A por ello!

 SExo para parejas - disfrutando del tacto de nuestra pareja

La base de la actividad es tumbar a tu pareja y probar distintos elementos sobre distintas partes de su cuerpo. Nos preocuparemos de que poco a poco se vaya excitando, de forma que al final tengamos a nuestra pareja a punto para hacer el amor. De esta forma tendremos dos beneficios: un montón de información sobre el cuerpo de nuestra pareja y una sesión de sexo maravillosa.

Primero: Preparar el ambiente

Como siempre tendremos que elegir un día para pillar por sorpresa a nuestra pareja. Lo mejor es un día en el que lleguemos a casa antes que nuestra pareja, de forma que podamos tenerlo todo preparado. Además es interesante que tengamos tiempo de sobra, y que no esperemos ninguna interrupción. Y si podemos, que no esté cansado.

Así que preparamos un ambiente centrado en que tumbamos a nuestra pareja desnuda: ponemos la calefacción de forma que no pueda tener frío, podemos poner algo de música, quizás un poco de vino para entonarnos… Hay que elegir la habitación de forma que tengamos sitio y privacidad, pudiendo tumbarle encima de la cama o de un sofá.

Y por supuesto podemos aumentar el erotismo de la actividad con alguna vestimenta erótica: lencería, transparencias…

Segundo: Escoger las texturas a probar

Ahora tenemos que buscar productos que puedan ser interesantes para probarlos sobre la piel de nuestra pareja. Aquí os toca ser extremadamente creativos, pero os damos algunas ideas:

  • Cubitos de hielo: La sensación de frío hará que la piel se vuelva más sensible siempre que sólo la rocemos. El exceso de frío atontaría la piel, así que cuidado;
  • Un objeto caliente: Al igual que el frío, el calor puede aumentar la sensibilidad. Se pueden calentar muchos objetos, lo más fácil es colocarlos en agua caliente;
  • Un objeto puntiagudo: Quizás un tenedor, que pueda arañar la piel sin llegar a dañarla;
  • Un objeto de goma, que podamos apretar contra la piel;
  • Un objeto muy suave, con el que podamos hacer caricias extremadamente ligeras. Un pincel, una pluma, un plumero o incluso un trozo de tela muy suave: gasa, seda…
  • Objetos originales: Un cepillo de dientes o una esfera decorativa de cristal pueden ser interesantes, echa un vistazo a todos los objetos de tu casa con nuevos ojos;

A estos objetos les añadiremos nuestro propio cuerpo y juguetes sexuales, especialmente cuando ya estemos muy excitados. Para facilitarlo podemos añadir un poco de aceites para masajes y/o lubricante.

Sexo para parejas - sensiblidad al frío

Tercero: Preparar a nuestra pareja

Nuestra pareja llega a casa, la recibimos efusivamente con nuestro modelito erótico. Le besamos y acariciamos un poco, para que empiece a excitarse. Le comentamos que le tenemos preparada una sorpresa, y que tiene dejarse hacer. Es importante que tenga claro que le toca ser «sumiso» y que tú vas a llevar el control de la actividad.

Así que le llevas a la habitación que hayas escogido y le vendas los ojos. Tener los ojos vendados le ayudará a concentrarse en las sensaciones. Le ayudas a desnudarse y a tumbarse boca abajo. Durante este proceso puedes besarle y excitarle un poco, pero evitando acariciarle mucho la piel.

Ahora le explicamos que vamos a ir pasando objetos por su cuerpo, y que tiene que ir diciéndonos cómo de excitante lo encuentra. Lo mejor es que le ponga una nota a la sensación, de 1 a 10, de forma que por debajo de 5 es una sensación no muy excitante (no aprueba) y un 10 es algo perfecto. Déjale claros los criterios para poner las notas, de forma que la comunicación sea fácil y no haya malentendidos.

Sexo para parejas - sensibilidad de la piel en pareja

Cuarto: Empezar a probar

Vamos a ir probando objetos sobre distintas zonas de su cuerpo, pero siempre subiendo el nivel de estímulo. Así que empezaremos por las zonas menos sensibles y los objetos más suaves, y poco a poco iremos usando objetos más agresivos y accediendo a las zonas más sensibles, hasta llegar a los genitales.

Así que el proceso podría ir algo tal que así:

  • Empezamos por la espalda, que no debería tener mucha sensibilidad. Aquí probamos los objetos, empezando por los más suaves.
  • Conforme avanzamos pasamos un poco por el cuello y las orejas, o incluso el cuero cabelludo
  • Luego bajamos a la parte baja de la espalda y probamos en esa zona, pero por ahora evitamos las nalgas (aunque podemos acercarnos un poco para excitarle más)
  • Ahora pasamos a los pies y vamos subiendo por las piernas. Aquí es interesante separar bien sus piernas (lo que nos dará una preciosa vista de sus genitales), y hacerle mucho caso a la cara interior de las piernas
  • Cuando lleguemos a la parte superior de la pierna evitamos los genitales y pasamos a las nalgas. Después de hacerle bastante caso a las nalgas podemos acercarnos al ano
  • Ahora le damos la vuelta y pasamos al frente. Empezaremos por la cara, especialmente los labios
  • Pasamos al cuello y de ahí bajamos al pecho y los pezones
  • El abdomen puede no ser muy sensible, si es así lo pasaremos rápidamente
  • Bajamos a las piernas. Si la parte de atrás de las piernas no ha dado buenos resultados las ignoraremos
  • Y al fin nos acercamos a los genitales

 

En cuanto a los objetos al principio usaremos los más suaves. Conforme veamos que los más suaves ya no «aprueban» en ninguna zona los dejaremos de usar. Entre los objetos que provocan más estímulo usaremos los de frío/calor, los juguetes sexuales y nuestro propio cuerpo. Como también queremos que nuestra pareja vaya excitándose conforme avanza la actividad iremos empleando nuestro propio cuerpo: lengua, labios, pezones, pene…

Sexo para parejas - caricias eróticas con plumero

Y no hay que decir que tendremos que tener cuidado con las cosquillas, sobre todo si nuestra pareja tiende a sentirlas.

Si todo va bien tendremos a nuestra pareja totalmente excitada para cuando lleguemos a los genitales. Y si no podemos aguantarnos tanto, siempre podemos hacer el amor y dejar el resto de sitios para más adelante!

Quinto: Qué aprendemos

Con todo esto tendremos un plano de la sensibilidad de nuestra pareja: cuáles son sus zonas más sensibles y a qué tipo de estímulos reacciona mejor. Además hay un dato al que tenemos que estar especialmente atentos, y es cómo va evolucionando su sensibilidad, es decir, qué es lo que le gusta al principio y qué le gusta cuando ya está muy excitado/a.

  Sexo para parejas - caricias sexuales en genitales

Sexto: Cambio de turno!

Y con esto sólo queda una cosa: Dejarle claro a nuestra pareja que ahora le toca a él/ella, y que un día de estos tiene que darnos esta misma sorpresa!

 


2 comentarios

vampiregirl · 05/12/2012 a las 4:52 pm

muy buen tema. es excitante esta actividad, la probare con mi pareja

    larpham · 06/12/2012 a las 11:29 am

    Le puedes añadir unos mordisquitos de vez en cuando 😉

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