En las relaciones de largo plazo es muy habitual que el día a día, las preocupaciones y el cansancio superen al sexo en prioridad. La consecuencia es que el sexo queda abandonado, y al de un tiempo uno de los dos acaba estando frustrado y aparecen los problemas de parejas. Aquí os proponemos una regla para que jamás se os olvide el sexo durante mucho tiempo!
La rutina tiene la mala manía de pillarnos sin que nos demos cuenta, acercándose poco a poco. Y aunque hagamos todo lo posible por evitarla, seguro que habrá ocasiones en las que se nos cuele y acabe dominando unos cuantos días o semanas de nuestra vida. Si uno de los dos está enfermo, o lo están los niños, o tenemos exceso de trabajo… en este tipo de ocasiones no hay buenas intenciones que valgan, y sólo podemos preocuparnos de sacar adelante el día a día. Así que aquí os traemos una idea para ayudaros a darle al sexo la prioridad que se merece!
Muchas parejas recomiendan «programar» el sexo, es decir quedar en día de la semana y hora para cada sesión de sexo. Podríamos quedar en que el sexo se practica cuatro veces a la semana: martes, jueves, sábado y domingo (los fines de semana estamos más descansados, no?). Es una solución drástica y efectiva, apropiada para situaciones extremas (p.ej. niño que no duerme bien) pero que puede convertir al mismo sexo en una rutina.
Así que en vez de programar el cuándo, os proponemos poner un límite al tiempo máximo sin sexo: No pueden pasar 48 horas seguidas sin sexo. ¿Qué ventaja tiene esta regla? Que el sexo no queda totalmente definido y constreñido, sino que sólo añadimos un límite más, que nos «presionará» según se vaya acercando la hora límite. Es decir, que seguimos teniendo la posibilidad de sexo espontáneo y por sorpresa, sólo que si ya estamos al límite será menos espontáneo y más acordado. Por ello es una solución menos drástica, una pequeña ayuda para no perder de vista la prioridad en el sexo.
Por supuesto cada uno puede poner su propio límite: Si somos una pareja que lleva mucho tiempo en una mala situación y queremos empezar poco a poco, podemos plantearnos un límite de cuatro o cinco días. O podemos cambiar el límite temporalmente si viene una época mala en el trabajo. Así que hay que ver este límite como algo flexible según nuestras necesidades puntuales.
Un último apunte: También es interesante acordar cuál es el sexo mínimo que cumple con la regla. Es decir, ¿tiene que haber penetración? ¿vale con una masturbación, oral…? ¿tenemos que acabar los dos o con que uno lo haga ya está? O quizás no es necesario que los dos acabemos todas las veces, pero si en una sesión de sexo no llega al orgasmo, entonces en la siguiente sesión hay que conseguir que sí llegue.
Nuestra recomendación: Empezad con la regla de las 48 horas, sin más reglas adicionales, e id modificándola poco a poco. Como un juego de niños al que vamos añadiendo reglas según nos vienen bien! ¿Por qué no empezáis hoy mismo? ¿Cuándo fue la última vez que hubo sexo?
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