Nuestra situación anímica afecta a nuestra vida sexual, día a día. Si:
- Nos va mal en el trabajo, o tenemos demasiado trabajo
- No dormimos bien, o estamos cansados
- Vamos mal de dinero, o tenemos muchas cosas en la cabeza
- Nos encontramos mal, enfermos, doloridos…
- Etc
Son efectos que no vienen de nuestra sexualidad (distintos a estar preocupados por nuestra virilidad, por ejemplo), pero que afectan a nuestra vida sexual.
El más habitual es el cansancio: trabajamos mucho, llegamos tarde a casa, comemos y cenamos mal, no hacemos ejercicio, y cuando nos vamos a la cama sólo nos apetece acurrucarnos y dormir. Nuestra vida de pareja se puede resentir, dado que no le dedicamos el tiempo que precisa.
En esta situación nuestro cuerpo no tiene las más mínimas ganas de sexo, pero nuestra cabeza sí puede tenerlas. Es decir, no tenemos las energías necesarias para ponernos a ello pero seguimos acumulando tensión sexual. Con lo cual aparece un círculo vicioso: acumulamos tensión sexual porque estamos cansados, con lo que se tensa la relación de pareja (ya dañada porque no le hacemos caso), con lo que tenemos aún menos sexo.
Si es uno el que está cansado y la situación se prolonga, el otro se siente rechazado sexualmente (consciente o inconscientemente). Y si somos ambos podemos culpabilizarnos de la situación.
Contra esto hay dos cosas que debemos tener siempre en cuenta:
- Cuando estemos cansados no podemos dejar de lado la parte sexual de nuestra vida. Estamos cansados como para tener relaciones, pero tenemos que seguir haciendo que nuestra pareja se sienta deseada. Por ejemplo, cuando vamos a la cama le decimos algo como «estoy muerto, pero te tengo unas ganas» o «en cuanto consiga descansar te voy a hacer gritar durante horas». O podemos admirar su cuerpo, y soltarle algún piropo cuando salga de la ducha: «qué culito tienes, preciosa»;
- Tenemos que estar atentos a ese círculo vicioso (cansancio, tensión sexual, problemas de pareja), y en cuanto veamos indicios de ello hay que hacer dos cosas:
- Primero hablarlo, para que los dos seamos conscientes de lo que está pasando
- Cuando esté claro, recomiendo sexo rápido antes de irnos a dormir. Estamos demasiado cansados como para tener sexo en condiciones, y es verdad que parece un sexo un poco pobre, con prisas y pocas ganas. Pero hay que quitarse la tensión sexual, y ya haremos las cosas bien cuando estemos cansados.
Así que hay que estar atentos, y siempre pensar que el estar cansados no acaba con nuestra sexualidad, sólo evita que le podamos dedicar las energías que necesita.
3 comentarios
MomoEscob · 07/08/2011 a las 10:57 am
Buen comienzo
Julio · 10/10/2014 a las 10:03 pm
cuando estamos muy cansados nos lo tomamos con calma, despacito y con caricias… nos cuesta mas empezar pero al final acabamos dándolo todo
Recetas – unos días sin sexo | Sexo para parejas · 15/07/2012 a las 4:14 pm
[…] no nos vaya a afectar negativamente: A evitar las épocas de mucha presión en el trabajo, o si dormimos mal y estamos cansados, etc. Tampoco tiene sentido ponernos a probar este tipo de actividades en épocas en las que […]