«Así que empecé a observarla más detenidamente en cada fiesta y pude notar que lo que me llamaba la atención de ella eran sus nalgas paraditas y sus grandes tetas que marcaban la blusa y que a veces dejaban entrever los pezones.»
[pullquote align=»left» textalign=»left» width=»30%»]Monarch nos envía un relato erótico sobre una atractiva suegra: una mujer madura, pero de excelente cuerpo, a la que empieza a espiar…[/pullquote]
Hola, desde que me casé hace 15 años me atrajeron los atributos físicos de mi suegra Irma, que ya ha de tener sus 50 años de edad. A pesar de que mi esposa está muy bien (un buen culo y unas buenas tetas, os lo aseguro) había un «no sé qué» que me llamaba la atención sobremanera de mi suegra. Ella está divorciada y vive sola, por lo que generalmente se hacen las comidas familiares en su casa. Así que empecé a observarla más detenidamente en cada fiesta y pude notar que lo que me llamaba la atención de ella eran sus nalgas paraditas y sus grandes tetas que marcaban la blusa y que a veces dejaban entrever los pezones.
Todo comenzó cuando empecé a espiarla. Generalmente yo le hacía arreglos en su casa, y una vez arreglando un armario se me ocurrió instalar una camara oculta. Aunque me costó mucho dinero y esfuerzo valió la pena: desde mi casa podía ver cada movimiento que ella hacía en su habitación. El primer show de Irma lo vi un día que estaba solo en casa: vi como comenzó quitandose el vestido lentamente, cayendo éste al suelo. No tienen idea de qué cuerpazo lucía la Señora.
Sólo llevaba puestas unas medias negras con liguero, un bikini diminuto y un sujetador, todo en color negro. Caminaba de un lado al otro de la habitación, mientras yo veía cómo se movían sus ricas nalgas. Para entonces yo ya tenía la verga más que dura. Lo mejor vino cuando ella se quitó las medias, dejando ver sus blancas piernas. Cuando se agachó de espaldas a la cámara para recoger su vestido pude ver su culo completamente desnudo. Qué maravilla! Yo comencé a acariciarme la verga por encima del pantalon inconscientemente, excitado por este inconsciente show voyeur…
Se quitó el sujetador y por fin pude ver lo que por tanto tiempo había anhelado: sus tetas!! Maravillosas, se balanceaban hipnóticamente, grandes y con un gran pezón, que hacían resaltar aún más su estilizada figura. Me pareció que andaba excitada ya que pude ver sus pezones erectos y expectantes. Encendió la televisión y, para mi sorpresa, puso una pelicula XXX. Lentamente se quitó su diminuto bikini y se recostó en la cama. Vi sorprendido cómo poco a poco mi suegra se iba calentando. Empezó acariciándose las tetas y mientras la película subía más de tono ella comenzaba a acariciarse la entrepierna. Entonces pude observar que la tenía completamente depilada, de forma que pude verlo con todo lujo de detalles.
Para entonces yo ya no podía aguantar más: me había sacado la verga del pantalon y empezaba a juguetear con ella. Estuve mastubándome viéndola acariciarse, sin saber que era observada. Justo cuando estaba a punto de terminar oí a mi mujer abriendo la puerta. Apenas conseguí apagar la computadora y meterme la verga en el pantalón. Esa misma noche no pude evitar imaginarme el cuerpo de mi suegra mientras lo hacía con mi esposa, excitándome a más no poder.
Pasaron unos dias y yo no me quitaba de la cabeza la imagen de ese precioso cuerpo masturbándose. Empecé a pensar que era una mujer caliente y sola, así que decidí pasar a la acción. Ese mismo fin de semana hicimos una pequeña fiesta familiar en mi casa: además de mi suegra y nosotros invitamos a unos pocos familiares. Todos bebimos un poco de más, y aunque mi suegra no vive muy lejos me ofrecí a acompañarla argumentando entre risas que ella no podía llegar a su casa en ese estado. Así que se sentó en el asiento del acompañante y en el camino pude ver como su vestido se le iba subiendo por encima de la rodilla. No sé si estaba semidormida o sólo estaba fingiendo, pero la final no pude más y le puse una mano sobre su pierna. Ella no dijo nada, ni se inmutó, así que empecé a sobársela suavemente. Con cada caricia iba subiendo un poco más, empujando el borde del vestido, hasta tocar su entrepierna húmeda y caliente. Yo estaba excitadísimo, pero no podía hacer nada más porque sus medias me impedían! Ella sólo murmuraba de vez en cuando y empezó a jadear, excitada por las caricias.
Al poco llegamos a su casa, donde servicialmente le ayudé a bajarse y la acompañé hasta su casa, con la perfecta excusa de que podía caerse, aunque realmente no estaba tan mal… je je je… La senté en un sillón de la sala y le ofrecí algo de beber casualmente. Ella accedió pero con la condición de que yo la acompañara. Preparé un par de vasos bien cargados, y me senté junto a ella, comiéndomela con los ojos. Su vestido se le subía, mostrando la blancura de sus bellas piernas. Ella no hacía nada por cubrirse: era verano y a pesar de haber pasado ya la medianoche hacía mucho calor en la casa. Le sugerí que abriéramos las ventanas pero ella me dijo que mejor nos pusiéramos mas ligeros de ropa. Yo me quedé atónito, no me podía creer lo que había dicho, así que le pregunté qué es lo que quería hacer. Por toda respuesta ella levantó los brazos y se quitó la blusa mostrando un pequeño sujetador rojo que apenas podía contener la presión que ejercían sus enormes melones. Yo, boquiabierto, empecé a quitarme la camisa pero al hacerlo me di cuenta de que mi verga había empezado a levantarse ante semejante vista. Mi suegra también pareció darse cuenta ya que me sugirió que me quitara el pantalón para estar más fresco. Entre atontado y dubitativo, le hice caso. Ella me observó durante todo el proceso, y al acabar se puso de pie y se bajó el vestido poco a poco, quedándose sólo con una tanga del mismo color que el sujetador.
Ese precioso cuerpo se dio la vuelta y se dirigió a la cocina para servirnos otro trago. No podía despegar mi mirada de ese tremendo culo, de cómo lucía esa diminuta tanga y cómo movia las nalgas. Es increíble que una mujer de su edad tuviera ese cuerpo, a pesar de todo el ejercicio que hacía. Al de poco regresó con los tragos y cuando se agachó para darme mi bebida pude notar que sus pezones asomaban a ver por encima del sujetador. Yo ya no podía más, mi verga estaba al máximo y los testículos empezaban a dolerme de la excitación! La tomé de la mano y la senté junto a mi en el cómodo sofa de la sala. Acto seguido le puse una mano en su pecho, y ella me dejo hacer, mostrando una seductora sonrisa. Envalentonado le desabroché el sujetador, y sus enormes senos saltaron!!!!! Lo que tanto había soñado se hizo realidad, y perdí el control: comencé a mamarselos con frenesí. Ella empezó a gemir y en voz baja me decía que no siguieramos, que estaba mal lo que haciamos porque yo era el marido de su hija. Yo no paraba de chuparle las tetas y empeze a acariciar su diminuta tanga sintiendo ese rico calorcito de la su cuerpo… mmmm… Ella se animó, excitada a más no poder, y extendiendo su manita me liberó la verga del boxer y la comenzó a masajear. Qué delicia sentir cómo empuñaba mi verga y me la movia arriba y abajo sin parar.
Lo que siguió fue increible, ella se arrodilló frente a mi y colocó sus labios en mi miembro para comenzar a chuparlo, pasaba la lengua por todo el glande, luego la recorría centímetro a centímetro como saboreando una piruleta, bajaba poco a poco hasta llegar a mis bolas y succionarlas suavemente… qué delicia! Sin lugar a dudas la mejor mamada que me han dado en mi vida fue obra de mi suegra Irma.
Ella queria que acabara en su boca y aunque yo también lo deseaba decidí que podía dejar pasar la oportunidad de tirármela. Así que le pedí que se sentara y ahora fui yo el que se arrodilló para chuparle ese coñito que tanto habia deseado. Le metí la lengua en esa preciosa raja depilada haciendole a un lado el fino tanga, lamiéndola con deleite. Ella se corrió casi de inmediato, y ahí me di cuenta de lo excitadísima que estaba…
A continuación y sin esperar un momento ella misma se puso de rodillas sobre el sofá y me dijo con voz entrecortada «tómame!!». Sin pensarlo un instante le baje la tanga, y como mi pene ya estaba bien húmedo por la increíble mamada que me habia hecho, lo enfilé hacia su entrepierna y la ensarté de un solo golpe. Ella brincó y gimió extasiada en cuanto me sintió dentro. A mí ya no me importaba, y comencé a penetrarla con todas mis fuerzas. Ella movía las caderas con un ritmo estupendo, demostrando que lo valiosa que es la experiencia de una mujer. Vaya si sabía cómo mover esas respingadas nalgas.
Así estuvimos disfrutando un buen rato, hasta que empecé a notar que estaba a punto de echarle mi semen. Ella me pedía entre gritos y gemidos que aguantara, que quería gozar más, pero yo no pude soportar más y exploté dentro de ella!! Me corrí como nunca, hasta ver como se derramaban restos de mi semen por su preciosa rajita…
Todavía excitado, yo no me quería ir a mi casa pero mi suegra me recordó que mi esposa me esperaba. Así que me vestí como pude y me fui, pero no sin antes conseguir que ella me prometiese que volveríamos a hacerlo. Y con un susurro y un mordisquito en la oreja me agradeció la estupenda sesión de sexo que tanta falta le hacía.
En el siguiente capitulo les cuento como pude iniciar en el sexo anal a mi preciosa suegra Irma…
Gracias a Monarch por esta historia, espero que sepa perdonarnos las pequeñas ediciones que hemos hecho para adaptarla un poco al vocabulario sexual de España. Nos ha encantado y esperamos vuestros relatos eróticos, no seáis tímidos y compartidlos!!
7 comentarios
Wil · 17/12/2012 a las 5:15 pm
muy buen relato me gustaría leer mas relatos de ese tipo
gold price · 21/12/2012 a las 3:58 am
Su camisa blanca, casi transparente, y con algunos botones desprendidos, dejaba ver parte de sus pechos con sus pezones ya erectos por la excitación provocada por esos intensos besos de lengua que nos propinábamos sin descanso. Mi pene ya se estaba endureciendo y comencé a moverme tratando de acomodarme para que no se notara. Ella pareció notar mi, ya imposible de disimular, erección, como había pasado en otras ocasiones. Desabrochó algunos botones de mi camisa y comenzó a acariciar mi pecho deteniéndose en mis pezones, lo que me provocaba intensos escalofríos de placer y eso me excitaba cada vez más.
robinson_55vallenarino@hotmail.con · 10/03/2013 a las 6:15 am
Quiero.relaciones.con.suegra
Fer · 05/01/2015 a las 11:14 pm
Me encantaría tener una suegra rica y hacerla de chiquitin
Anónimo · 22/02/2015 a las 9:50 pm
A quién no po wn
Jushe · 19/02/2015 a las 12:45 am
Yo no tengo suegra, pero tengo una tía, que me gustaría cogerme, pero no se cómo hacerle.dejo mi wasaap por sí alguna señora mayor de cincuenta años quiere coger no dinero solo placer en méxico distrito federal delegación iztacalco,55 19 34 24 09 me gustan señoras mayores yo 45 años.
Angel · 21/06/2016 a las 1:14 pm
Señoras k kieran sexo tengo 30 años de 30 a 55 mi numero es 5532675182