El peeping se basa en espiar la intimidad de alguien, se entiende que cuando se desnuda. Puede ser a través del ojo de una cerradura o una rendija, pero el espectador siempre está oculto. Se mezcla la posibilidad de ser descubierto con el erotismo del espectáculo y la imposibilidad de tener a la persona espiada, y es muy habitual en películas eróticas. Aquí os proponemos prepararle un espectáculo semejante a vuestra pareja, para disfrutar del sexo de una forma completamente distinta.
El resumen es el siguiente: Vamos a preparar una habitación para que se pueda espiar desde el otro lado de la puerta, y preparar todo un show. Cuando venga nuestra pareja le vamos a poner al otro lado de la puerta y le decimos que mire por el agujero. Cada uno disfruta con el sexo del otro, pero a distancia, de una forma completamente nueva. Vamos a verlo:
Primero: Prepararlo
Lo primero es elegir la habitación: Lo más lógico es el baño o la habitación, ya que son los sitios lógicos donde nos desnudamos y queremos que parezca una situación natural.
Hay que buscar una forma de que nos puedan espiar desde el otro lado: rendija, cerradura, etc. Como en las casas modernas esto es bastante raro, podemos optar por dos soluciones:
- La fácil: dejar la puerta entrecerrada y que se mire por la rendija. Nos vale, pero puede parecer un poco obvio;
- La complicada: Desmontamos el pomo de la puerta, dejando el agujero circular, le pegamos por fuera una tira de cinta de embalar opaca (o algo similar) y le hacemos el agujero que queramos
El agujero o rendija no tiene que ser grande, precisamente lo hace más natural si no se puede ver perfectamente o es algo incómodo. Y también podemos jugar con la iluminación: el interior tiene que tener luz y el exterior no. Es decir, que dejaremos a nuestra pareja a oscuras fuera y daremos la luz dentro. Eso sí, la luz de dentro no tiene que ser muy intensa: si estamos en penumbra y sólo se pueden intuir las formas, mejor que mejor. Es cuestión de probar qué tal se ve un par de veces.
Si ya tenemos el ambiente, ahora hay que preparar el espectáculo. Vamos, una especie de guión. Por ejemplo, si lo vas a hacer en el baño y eres mujer puedes empezar con ropa, ir quitándotela prenda a prenda mientras te sueltas el pelo o te lo peinas, luego puedes pasarte un poco la cuchilla por las piernas, te bajas las braguitas y te agachas delante del agujero, de espaldas… Ya me entendéis.
El caso es ir desnudándonos poco a poco, de forma erótica, y nunca salirnos de la zona que se ve desde el agujero. Las zonas sexuales de nuestro cuerpo empezarán tapadas, luego nos quitamos la ropa pero no las enseñamos (por ejemplo nos quitamos el sujetador pero damos la espalda al agujero), luego vamos enseñándola un poco y al final le damos al «mirón» un buen plano (por ejemplo agachándonos delante del agujero).
Vamos, es como un striptease pero teniendo en cuenta que la visión del «mirón» está muy limitada, y así controlamos lo que puede ver o no simplemente con darnos la vuelta.
En cuanto a cómo acabamos, es algo que hay que decidir: el show puede terminar con una masturbación (con lo que el «mirón» debería masturbarse también) o sólo con un desnudo integral y entonces le decimos a nuestra pareja que entre para rematar la faena.
Segundo: la puesta en escena
Idealmente esta actividad debería ser una sorpresa, así que deberíamos elegir un día en el que tengamos tiempo (vamos, que no nos esperen luego en ninguna parte), que nuestra pareja esté descansada, etc. Antes de que llegue nuestra pareja ya tenemos preparado todo como hemos comentado en el anterior punto, y estamos vestidos/as tal y como hemos decidido. Es importante que todo esté preparado porque una vez que entremos a hacer el espectáculo no podemos parar y salir 🙂
Así que nuestra pareja llega, la recibimos y besamos efusivamente para que sepa que estamos ardientes, y le decimos que le tenemos preparada una sorpresa. Le llevamos delante de la puerta, le decimos que mire por el agujero y le dejamos ahí sentado/a.
Si nuestro plan es acabar con los dos masturbándonos a ambos lados de la puerta, debemos dejarle alguna pista de que es así. Por ejemplo le podemos dejar un rollo de papel higiénico al lado y decirle «lo vas a necesitar». El caso es que las intenciones estén claras.
Tercero: el show
Al hacer el show hay que estar relajados, no hay que tener verguenza alguna. Pensad siempre que es una actividad sexual con nuestra pareja, una forma distinta de compartir la sexualidad y la intimidad. Y siempre disfrutarlo, con una mentalidad juguetona.
En cuanto al desarrollo, hay que evitar mirar al agujero: Se supone que no sabes que te están espiando!! Si es necesario, pégate una hoja de papel encima del agujero, por dentro de la puerta, que te lo recuerde.
Yo os recomiendo acabar con la mastubación: es algo que va a sorprender muchísimo a vuestra pareja y va a hacer que sea una experiencia inolvidable. Aunque para ello tenéis que estar lo suficientemente relajados/as como para acabar, claro. Y siempre gimiendo y jadeando, hasta gritando al acabar.
En el caso de los hombres es más fácil, porque se ve claramente cuándo llegamos al orgasmo, pero en el caso de las mujeres es necesario que cambie algo: gritar, echar la cabeza hacia atrás, etc. Si lo hacéis así seguro que vuestra pareja está teniendo un orgasmo de locura al otro lado de la puerta!
1 comentario
Ideas – show en la ducha « Sexo para parejas: ideas, propuestas, participación… · 19/05/2011 a las 4:31 pm
[…] viéndolo. Vamos, una actividad bien sexual que juega al “ver pero no tocar” (como en la actividad del peep show), pero que además incluye la complicidad de vernos entre nosotros masturbándonos, ver y oír la […]