Zuly nos envía una idea muy saludable y divertida: jugar con la fruta sobre el cuerpo de tu pareja, bajando poco a poco, y disfrutando de la tensión sexual que vamos generando. Imagínate a tu pareja desnuda, tumbada sobre una mesa, y tú pasándole una fruta con nata por donde prefieras. Y luego limpiándola con la lengua, hasta que no podamos más!
Ya hemos hablado anteriormente de la erótica de la comida (posts 1, 2 y 3), pero ahora vamos a centrarnos en un juego que le saca todo el partido posible. A ver si os atrevéis!
Primero: la preparación
Como siempre lo primero es elegir una fecha en la que tengamos tiempo para disfrutar tranquilamente con la actividad, y que sepamos que nadie nos va a venir a molestar. Y si es posible que nuestra pareja no esté cansada, que si no el jueguecito no va a avanzar.
Los materiales que necesitaremos son fresas y nata montada. Podemos sustituir las fresas por cualquier otra fruta: plátanos, cerezas, kiwis, frambuesas, grosellas… o una mezcla de varias! También podemos sustituir la nata por cremas dulces o natillas.
Si queremos añadirle un toque más podemos jugar con la temperatura: enfriar o calentar la crema para conseguir una sensación más intensa. Las natillas son especialmente agradables calentitas, y el helado es el ejemplo perfecto para una sensación fresquita. Cuidado con el frío que a ciertas personas les baja el deseo sexual rápidamente!
Además podemos preparar la habitación como en otras actividades:
- Iluminación: Podemos poner algunas velas, no muchas ya que no necesitamos la iluminación de un quirófano. La media luz le dará un toque íntimo
- La “mesa de trabajo”: Vamos a jugar con líquidos que pueden manchar, así que mejor preparar algo fácil de limpiar. Una posibilidad es poner en el suelo una colchoneta inflada (deshinflada no tiene gracia). También podemos colocar una sábana plástica sobre la cama o un mantel plastificado
- Podemos añadir más toques de relax, como por ejemplo música ambiental, incienso… Eso sí, nada que vaya a distraernos demasiado
- Para después: Además de la mesa no estará de más prepararse para no mancharlo todo después: cuanto más cerca esté la habitación del baño (nuestra pareja va a necesitar una ducha), mejor. También podemos tener unas toallas preparadas al lado
Segundo: recibir a nuestra pareja
Para que nuestra pareja esté preparada para interpretar su papel tenemos que recibirle a la entrada en cuanto llegue, y dirigirle hacia la mesa. Le ayudaremos a desvestirse mientras le comentamos sensualmente que le tenemos preparada una sorpresa muy sensual, y que él o ella mismo/a es la comida! Le pedimos que se tumbe en la mesa, totalmente desnudo/a, y ahora sacamos las frutas y la crema.
Tercero: a untar!
La mecánica es sencilla: cogemos un trozo de fruta, lo untamos en la crema y lo aplicamos ligeramente en una zona del cuerpo de nuestra pareja. Luego lamemos esa zona hasta limpiarla y volvemos a empezar. De vez en cuando nos comemos la pieza de fruta o se la damos a nuestra pareja, y cogemos una nueva. Sencillo, ¿verdad?
Para sacarle todo el partido posible al juego vamos a empezar por zonas menos erógenas, y poco a poco nos iremos acercando a las zonas más calientes. En general esto implica empezar por la cara e ir bajando a los genitales, pero puedes adaptar el orden para adecuarte a los gustos de tu pareja. Zuly nos recomienda este orden:
- Empezamos por las orejas: No sólo son una zona muy sensible, sino que nos dan la posibilidad de susurrar y decir obscenidades al oído. Así que aprovecha la oportunidad mientras le untas un poco de crema en el lóbulo y lo lames bien lamido!
- Ahora pasamos a la boca: Úntale bien los labios de crema, lámeselos y haz que muerda parte de la fresa. Verás cómo le excita usar sus dientes!
- Bajamos hacia el cuello: Untas una fina línea de crema por un lateral del cuello y lo limpias suavemente con la lengua;
- Llegamos a los pechos: Deslizas la fruta horizontalmente entre los pezones, rozando ligeramente el primer pezón (pero nada más, para que se excite) y luego vas acercándote poco a poco en espiral al segundo pezón. Después de hacerle sufrir un poco le untas bien el pezón y se lo limpias y succionas bien;
- Pequeño descanso: Le das a morder otro trozo de fruta;
- Bajamos por el abdomen hasta el ombligo: Vamos bajando poco a poco y nos detenemos en el ombligo. Nos acercamos a las ingles pero sólo sugiriendo, que empiece a sentir la tensión;
- Otro descanso: Le damos la fruta a morder y le preguntamos si quiere que sigamos bajando… ¿Cuál crees que va a ser la respuesta? 🙂
- Nos vamos acercando poco a poco a los genitales, empezando por los muslos y luego untando bien el pene o vagina de crema!
Con esto tendremos una sesión de sexo oral bien prolongada y deliciosa!
Cuarto: Su turno
Dependiendo de nuestra excitación tenemos dos opciones. Si podemos aguantar prolongando un poco más la tensión y a nuestra pareja también le apetece seguir con el juego: nos tumbamos, le pasamos las frutas y la crema, y le decimos que ahora es su turno. Si ha estado atento podrá seguir todos los pasos sobre nuestro cuerpo, y ahora somos nosotros los que disfrutamos.
Sin embargo si estamos muy excitados y nos apetece dedicarnos a la penetración podemos dejar este paso para otro día. Para ello al acabar le preguntaremos a nuestra pareja si le ha gustado el jueguecito de la fruta. Si es así le pediremos que nos lo haga él o ella a nosotros otro día. Y con esto le tocará sorprendernos!
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