Esta propuesta se basa en aprovechar una salida de compra de ropa y convertirla en una salida sexual.
Primero – preparar la fecha
Tenemos que conseguir que nuestra pareja venga con nosotros de compras una tarde. Hay que conseguir que sea algo sin prisa, por lo que le diremos a nuestra pareja que tenemos que mirar mucha ropa.
Estoy pensando en que es la mujer la que empieza esta actividad, aunque no tiene por qué ser así. Si nuestra pareja se hace de rogar, podemos sugerirle que estás seguro/a de que se lo va a pasar bien, y podemos hacerle sentirse necesario/a diciéndole que necesitamos su opinión.
La tarde en cuestión prepararemos la ropa adecuadamente: nos pondremos una ropa que nos permita hacer cierto exhibicionismo, como veremos más adelante (falda con tanga, blusa abierta, etc).
Además es más interesante buscar una hora y fecha a la que los grandes almacenes a los que vayamos no estén abarrotados. A menos que nos guste el riesgo de que nos pillen y estar rodeados de posibles mirones, claro.
Segundo: empezamos a calentar
Podemos empezar la tarde mirando unas cuantas prendas que nos permitan enseñarle cierta carne a nuestra pareja, aunque no todo. Podemos probarnos blusas con un buen escote, vaqueros muy ajustados, minifaldas, etc.
La clave está en que nuestra pareja opine de nuestra ropa, y que entre con nosotros en el probador. Para ello estaría bien escoger un probador amplio.
Tercero – exhibicionismo
En un momento en que nuestra pareja no se dé cuenta (cuando salga antes del probador, o yendo al baño un momento), nos quitamos parte de nuestra ropa interior. El qué ya os lo dejo a vosotras, pero el caso es hacer un poco de exhibicionismo ligero.
Así que aprovecharemos alguna zona de la tienda en la que estemos casi solos para enseñarle a nuestra pareja nuestras partes desprotegidas. Disfrutaremos con su sorpresa y excitación, y lo alargaremos todo lo que podamos. Aquí sólo os recomiendo que estéis un poco atentos a las cámaras de seguridad, no vaya a ser que montéis una escena.
Cuarto – otro uso en los probadores
Cuando ya veamos que nuestra pareja está muy excitada buscaremos un probador de los grandes, cuanto más apartado mejor, y disfrutaremos del sexo en un lugar público. No sé de ningún centro comercial que ponga cámaras en los probadores, así que no debería preocuparos.
Lo malo es que aquí sí que habrá cierta prisa, no vaya a ser que las dependientas sospechen. Y también hay que limitar el sonido, claro. Pero la excitación será enorme, y la rutina desaparecerá de golpe!
2 comentarios
Rutina – la vestimenta « Sexo para parejas: ideas, propuestas, participación… · 18/01/2011 a las 7:31 pm
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Probándome en tu tienda | Relatos de Amor, Sexo, Ilusión... · 21/11/2012 a las 11:09 am
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