Posturas – masturbación lenta

Aunque ya hemos hablado de la masturbación, queremos comentar la «masturbación lenta» o slow handjob: una masturbación al varón muy lentamente, manteniendo el nivel cercano al orgasmo durante mucho tiempo y prolongando el placer.

Aquí tenemos un enlace a un vídeo de 28 minutos!! de masturbación continua:

Evidentemente podemos aplicar esta misma idea a la masturbación femenina, pero en el caso del varón tiene un impacto mucho mayor: Los hombres tenemos orgasmos más rápidos, y la sensación de un placer más prolongado es muy distinto.

Para ellas: tenemos que estar muy atentos a las señales de nuestra pareja, saber cómo de cerca está de la eyaculación y cambiar el ritmo adecuadamente. Y para ellos: tenemos que comunicarle a nuestra pareja nuestra excitación, para convertir esta actividad en algo muy excitante para ella, y comunicarle cómo de cerca estamos de acabar.

Como podéis ver en los enlaces a los vídeos adjuntos (sólo hay que buscar «slow handjob»), hay muchas técnicas o gestos que podemos usar, e ir cambiándolos para que no se pierda la sensación:

• Cerrar una o dos manos sobre el pene, y rotarla mientras baja
• Estimular el glande haciendo un anillo con el índice y el pulgar
• Acariciar el frenillo
• Etc

Por supuesto lo más importante es el uso de un buen lubricante, en grandes cantidades, para que no haya excesivo roce. También podemos emplear masturbadores, como en el vídeo anterior, que podremos encontrar en los sexshops. Los más normales son unos «tubos» con una especie de salientes de plásticos hacia dentro, como pequeños dedos. De esta forma se mete el pene dentro, y multiplica las sensaciones de la masturbación, al sentir un gran número de roces.

También tenemos los huevos de silicona, con distintas formas internas, las imitaciones de vaginas y el masturbador de silicona médica. En cualquier caso os recomiendo empezar sin estos juguetes, y luego emplearlos para incrementar las sensaciones.

Esta actividad puede tener una componente de dominación: él tiene que estar quieto y dejarse hacer, mientras que ella tiene todo el control. Podéis potenciar esta componente por medio del lenguaje, ataduras, disfraces, etc.

Hay que decir que este tipo de masturbación puede provocar una sensación distinta a la habitual en el varón, basada en la necesidad de eyacular, y que a algunos les resulta demasiado intensa. Así que todo pasa por probarlo, a ver si a él le gusta o no.