Posturas – la silla

Una forma fácil de descubrir nuevas posturas es utilizar elementos cotidianos en la postura sexual. Ya os hemos recomendado utilizar la encimera de la cocina, pero en este caso os proponemos poner a prueba a vuestra imaginación usando las sillas que tengáis a vuestro alrededor. ¿Qué se os ocurre? Aquí os proponemos algunas.

Una silla nos fuerza a pensar en posturas originales, que no hubiéramos pensado sin habernos forzado a usar la silla. Es decir, que nos vemos obligados a romper la rutina sexual al usar la silla. Las posturas dependerán del tipo de silla: las sillas grandes pueden permitirnos que nos pongamos encima, mientras que las estrechas valdrán para apoyarse en ellas.

Algunas ideas:

• Sexo oral: Uno se sienta en la silla y el otro se arrodilla delante. Obvio pero funciona;

• Sexo desde detrás: Como en la primera imagen del post, ella se pone de rodillas endima de la silla, apoyando los brazos en el respaldo. De esta forma podemos conseguir la altura perfecta para la penetración, consiguiendo penetraciones más profundas y embates más fuertes (no recomendable para penes grandes);
• Sesenta y nueve: uno sobre la silla (mejor si es blando, estilo sofá), pero girado al revés, de forma que la postura del 69 es inmediata;

• Un poco de bondage: La silla se presta a atar a nuestra pareja, añadiendo el toque de dominación;

• Una silla alta nos puede permitir una penetración frontal como en la encimera:

Algunas posturas que podemos conseguir son casi ya posturas extremas:

Cada silla tendrá sus posibilidades: Date un paseo por tu casa y echa un vistazo a tus sillas a ver qué se te ocurre. O podéis hacer un maratón por todas, a ver cuánto aguantáis!