El grinding no es más que frotarse las entrepiernas entre sí. Es una palabra más empleada en el baile, pero también se emplea para esas posturas sexuales en las que nos dedicamos a frotar el pene y la vagina sin penetración.
Es una forma estupenda de calentarnos, y se puede combinar muy bien con algo de dominación: controlando y retrasando la penetración, exigiendo que le suplique, etc.
Eso sí, recomendable ante todo: usad lubricante! A menos que estéis dotados con una gran cantidad de lubricante natural, os recomendamos añadir una buena cantidad de lubricante artificial.
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