Posturas – cunnilingus

El cunnilingus o sexo oral a la mujer está ya muy aceptado culturalmente, aunque un poco menos que las felaciones. El grado de placer que puedes conseguir en la mujer también dependerá de ella: hay mujeres más sensibles a los roces ligeros de una lengua, y hay otras que necesitan una penetración para llegar al orgasmo.  Las primeras se llaman clitoridianas: dan preferencia a las sensaciones de su clítoris, mientras que las segundas son vaginales: necesitan sentir algo en su vagina (punto G especialmente). Por supuesto la mayor parte de las mujeres estará en un punto intermedio, pero tenemos que saber qué es lo que le hace acabar.

En chelseakinne podemos encontrar unas cuantas claves, escritas por una mujer, de cómo conseguir que ella tenga el orgasmo de su vida. Una cosa que deja clara es que hay que aprender el cunnilingus, así que la práctica es lo único que nos hará mejorar. Os lo resumo:

• El secreto es saber leer las señales: tenemos que estar atentos a lo que ella está sintiendo. El problema es que cada mujer lo expresa de forma distinta, así que es aquí donde entra el conocimiento de vuestra pareja. Pero hay que estar muy atentos, y si vemos que no nos estamos enterando, podemos pedirle a ella que nos guíe: una forma muy erótica es ponerle tu mano en la parte detrás de tu cabeza y pedirle que nos guíe;
• Tómate tu tiempo: Esto es más delicado que la felación, lleva más tiempo, y hay que ir poco a poco. Hazte a la idea de que puede llevarte tus buenos veinte minutos, y de que es el momento de adorarla y hacerle sentirse una reina. Vete bajando poco a poco, y hazle caso a la tripa, la cara interior de los muslos, y vete acercándote poco a poco, hazla sufrir un poco. Nada de penetración con los dedos hasta que los labios estén bien húmedos y el clítoris ha tenido la atención que se merece. Nada de mordiscos, por cierto;
• Empieza muy lento: No queremos subir el umbral de sensación y perdenos la mitad del placer. Lame lentamente y ligeramente, y luego vete aumentando y acelerando. Si quiere más y más duro, tendrás que leerlo en sus gestos;

• La técnica del vacío: Pon tus labios sobre los suyos (vaginales), y sepáralos. Succiona y haz el vacío, y luego golpea de lado a lado el clítoris con tu lengua. Cuidado con pasarte con el tiempo, porque el vacío puede ser demasiado. Vete cambiando el movimiento de la lengua de izquierda a derecha con arriba a abajo (ésta es mejor, pero más cansado).
• Ir cambiando el uso de la lengua: En general queremos dar toques con la punta de la lengua, más o menos rápido. Nada de lametones de San Bernardo hasta que ya esté cerca del final, y aún así hay que tener cuidado, porque podemos estar acabando con todo ese ritmo que hemos ido trabajando;
• Mantén el ritmo, y cámbialo de vez en cuando, cuando veas que está perdiendo su efecto.
• Cuando ella acabe, no pares automáticamente. Sigue hasta que ella te diga que pares.

Una última de mi parte: cuidado con el vello facial fuerte, podéis rozar más de lo deseable.

Evidentemente la posición más fácil es que ella se tumbe boca arriba y separe bien las piernas. Pero hay otras posibilidades:

• El 69, ya sea de lado o con uno encima
• Ella encima, lo que le da la posibilidad de tomar el control y empujar sus genitales contra nuestra cara. Puede estar a cuatro patas, o de rodillas si hay algo contra lo que estabilizarse, como el cabecero de la cama;
• Ella a cuatro patas y nosotros desde detrás. Es mala para hacerle caso al clítoris, pero muy buena para combinar con penetración vaginal, o combinarlo con el ano (anilingus o penetración).