Algunas posturas sexuales dejan a uno de los dos con la cabeza por debajo del resto del cuerpo. Aunque inicialmente pueda parecer algo incómodo, al acostumbrarnos descubriremos que la presión sanguínea en la cabeza nos aporta una sensación nueva. Pruébalo!
Hay varias posturas en las que la cabeza queda por debajo del resto del cuerpo, normalmente cuando estamos haciéndolo en la cama o en un sofá, de forma que la cabeza cuelga por un lado del mueble. En estos casos la sangre se acumula en la cabeza, y la presión sanguínea provoca una sensación distinta. Esta sensación puede ser distinta para cada individuo, pero en general suele implicar un «atontamiento», de forma que percibimos menos los detalles de nuestro entorno, y pasamos a percibir más las sensaciones de nuestro propio cuerpo. Así que sentiremos más nuestra relación sexual!
Por supuesto los resultados dependerán de cada uno: Si eres una persona atlética y estás en buena forma te será más difícil sentir nada, porque tu corazón y tu retorno venoso están bien preparados y no acumulas mucha presión. En cambio si tienes algún tipo de problema circulatorio tienes que tener cuidado, porque la combinación de la presión sanguínea y la excitación sexual pueden llevarte a mareos o desmayos. Por ello se suele recomendar no mantener este tipo de posturas durante mucho rato, no más de unos 3-4 minutos. Además hay que tener cuidado al cambiar de postura: si nos incorporamos rápidamente después de estar cabeza abajo podemos tener un pequeño desvanecimiento. Así que después nos pondremos en una postura horizontal hasta que nos encontremos normales.
También hay que tener cuidado con el cuello, que es una zona débil del cuerpo: Si tenemos un cuello poco musculoso o que nos da problemas tenemos que preocuparnos de tenerlo siempre relajado en estas posturas (p.ej. con una almohada o cojín debajo para no tener que aguantar el peso de la cabeza). De esta forma los músculos no estarán contraídos y evitaremos contracturas.
En cualquier caso es raro que este tipo de posturas den algún problema, os lo comentamos para el caso de personas con problemas de salud o mayores. También hay que comentar que hay que tener especial cuidado en combinar estas posturas con agarrar a tu pareja del cuello o la asfixia erótica, ya que se potencian sus efectos negativos.
Hay que decir que al aumento de sensaciones se le añade el componente de dominación: Al estar cabeza abajo adoptamos una posición sumisa, en la que nuestra pareja toma claramente el control, y tiene la posibilidad de aumentarlo agarrándonos del cuello o el pelo. Así que si os gustan este tipo de juegos podéis incorporar fácilmente una posibilidad más.
Las posturas más habituales que nos dejan cabeza abajo serían:
- Cualquier postura en la que uno de los dos esté tumbado boca arriba o boca abajo en la cama o el sofá: Es muy fácil moverse al borde de la cama y dejar caer la cabeza. En nuestro buscador de posturas sexuales podemos incluir aquí las posturas 172, 176, 275, 278…
- Posturas realmente complicadas en las que uno de los dos (habitualmente ella) está con todo el cuerpo invertido, como por ejemplo la postura 103, la postura 104, o en menor medida la 401;
- Una variante más ligera son las posturas en las que la cabeza queda a la misma altura que el punto más bajo del resto del cuerpo, en vez de quedar por debajo. De esta forma sus efectos son menos notorios, pero suelen ser posturas mucho más fáciles, como la postura 251 (el «perrito» pero con la cabeza pegada al suelo) o la postura 291:
- En general cualquier postura horizontal puede convertirse en cabeza abajo con levantar uno de los extremos, como en la 782:
En el caso particular del bondage duro (BDSM) se emplean posiciones de suspensión, en las que el cuerpo está completamente invertido, colgado de unas cuerdas o atado a una gran rueda. Estas prácticas tienen que tener siempre unas medidas de seguridad: Comprobar los puntos de agarre, que el suelo sea blando por si se cae, una mesa para ayudar a bajarse, etc. Si os atrae este tema tenéis más información en el Foro de Club Sumisión.
Sin llegar a estos extremos os recomendamos empezar por lo más facil: Probar una postura que nos guste en su variante con la cabeza colgando por el lado de la cama, y ver si nos gusta la sensación que nos produce. A partir de ahí ya es cuestión de ir probando nuevas posturas e ir buscándolo!
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