Una postura algo complicada, similar a la postura 284, pero con un toque más «gimnástico» para conseguir el beso. Pero es una postura muy animal, fuerte, en la que él tiene todo el control y ella se encuentra totalmente dominada, imposibilitada. Se le puede añadir fácilmente un toque más fuerte: él puede agarrarla del pelo, abrazarla a la altura de los hombros, agarrarle los pechos desde arriba, apretarle el cuello… Todas estas posibilidades maximizan la animalidad de la postura, convirtiéndola en sexo duro.
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