Seguro que estáis pensando: «estos han bebido demasiado, ¿a qué se refieren con puertas como juguetes eróticos?». Pues no es broma: queremos usar las puertas para ayudarnos a juegos de bondage! ¿Te atreves a tener a tu pareja bien atada y toda para ti?
Los juegos de bondage nos dan muchas posibilidades, aún en sus formatos de bondage ligero que ya hemos comentado en un post previo. La primera opción son las esposas o las telas suaves empleadas como cuerda. Ambas opciones pueden ser variantes muy suaves, ya que hoy en día hay esposas muy poco agresivas, o podemos emplear un pañuelo de seda. Una variante es atar a la pareja al cabecero de la cama, como ya comentamos en un post anterior.
Luego se puede pasar a las esposas más o menos complicadas, que incluso pueden atar unas partes del cuerpo con otras. También tenemos cuerdas especiales para pasar al bondage de los nudos, que alcanza cotas decorativas en Japón, o las barras metálicas.
Todas estas opciones están muy bien, pero al final siempre acabamos utilizándolas sobre la cama, o como mucho de rodillas. Vamos, que siempre acabamos tumbados, en la posición habitual del sexo. Así que para variar vamos a buscar opciones para hacerlo de pie!
Bondage de pie
El bondage de pie nos convierte la actividad en algo especial, distinto del sexo en la cama, y con algunas opciones nuevas. Es decir, que rompe con la rutina: Tenemos a nuestra pareja de otra forma, con otras posturas y con menos problemas por nuestro propio peso.
La primera idea que suele surgir es tener un punto al que poder atarnos: una argolla o una barra. Aunque hay quien hace sus inventos dentro del armario, con la barra de colgar la ropa, o en la ducha, nos parece una opción bastante mala.
Y aquí es donde entran las puertas, como una opción mucho más fácil! Sólo necesitamos usar una cinta o tela en vez de cuerda:
- En cada extremo preparamos la atadura, sea un lazo o algo más complicado (p.ej. velcro, o un enganche a unas esposas comerciales)
- Hacemos un nudo en el otro extremo y lo pasamos por encima de la puerta
- Cerramos la puerta y el nudo no dejará que la cinta se suelte!
, con lo que tenemos una forma de atar a nuestra pareja muy fácil. Practicamente cualquier puerta aguantará de sobra la carga que le podamos hacer, y lo podemos tener preparado en cuestión de minutos.
Por supuesto tenemos esta solución ya preparada como juguete sexual comercial. Nuestra recomendación es probar primero en casa con una solución rápida, como las comentadas antes, y si vemos que nos gusta mucho podemos plantearnos comprar algo más profesional.
Y además de ser fácil tiene una ventaja adicional: se puede emplear en cualquier sitio con una puerta, de forma discreta. Con esta opción no necesitamos hacer ningún bricolaje en casa, y podemos guardar las ataduras discretamente en un cajón. Y si vamos a un hotel podemos llevárnoslas con nosotros, y usarlas en la puerta del baño de la habitación!
Variantes y alternativas
- Atarla también por los pies, por debajo de la puerta: Puede valernos el mismo truco del nudo en el caso de que el hueco sea pequeño, y en caso contrario haremos unas cintas más largas para poder engancharlas a la manilla de la cara opuesta
- Atarla a dos puertas cercanas: En este caso necesitamos que cada atadura tenga una longitud muy larga y un bucle en el extremo. De esta forma podemos convertirla en un lazo que pasaremos por encima de la puerta, hasta engancharla entera por la línea de las bisagras
- Los columpios sexuales preparados para ponerse en una puerta: Uno de los dos queda en el aire, completamente a merced del otro. Aquí sí os recomendamos usar una solución comercial, ya que tiene que aguantar todo el peso de una persona!
Así que todos a sacarle partido a esas puertas: ¿Quién se apunta a hacer algún experimento?
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