Ya hemos comentado en varias ocasiones que una máscara puede ayudarte a «cambiar el chip» y comportarte de otra forma durante el sexo. Pero aquí os recomendamos la versión más «malota» de la máscara: el pasamontañas!

El pasamontañas aporta un componente de dominación y peligro muy claro, y por lo tanto es muy apropiado para juegos de rol de poder. Un secuestrador que ata a su rehén y juega con él, un ladrón que te ataca por la espalda, etc. Son personajes fuera de la ley, asociados a sexo brutal y sin miramientos.

Y se puede combinar con otros muchos juguetes: un gag para «evitar que grites», unas cuerdas o esposas para atar… o incluso usar una navaja o pistola falsa para escenificar el poder absoluto que tiene este personaje. Como en todos los juegos de dominación y de sexo consentido no consentido es absolutamente necesario tener una palabra clave para parar el juego. De esta forma el ladrón puede dejarse llevar lo que quiera, que es el rehén el que tiene la última palabra de cuándo se para el juego.

¿Cómo sería vuestra escena? Puede haber entrado a robarte las joyas y como no le quieres decir dónde están te «tortura» sexualmente. ¿Qué se os ocurre?

Categorías: Juguetes

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