Un columpio sexual es un juguete que te permite que tu pareja (normalmente ella) quede colgada en el aire, permitiendo una variedad de posturas y movimientos. ¿A que suena bien?
Con un columpio los movimientos son mucho más fáciles, y el peso no supone un problema. Las posturas pueden ser variadas, tanto mirando hacia arriba como hacia abajo:
Sus formas pueden variar un poco: en general tienen una base no muy ancha donde sentarnos (o poner la barriga en caso de estar boca abajo) y unos estribos donde poner los pies. A veces se les añaden algunos puntos de agarre más, para las manos, muslos, etc.
Las opciones más «profesionales» tienen una superficie amplia en vez de sólo un asiento, en la que se enganchan las distintas tiras. Y hay otros que tienen pinta de sillas de montar, por el tema estético. Pero estas opciones son más raras.
La clave de un columpio es cómo aguanta el peso, es decir cómo está instalado. Hay varias formas:
- Colgado de una puerta: se meten unos enganches en la puerta y cierras la puerta. Tiene grandes ventajas: no necesita instalar nada, y se pone y se quita con facilidad. Pero la verdad es que las posturas que permite son bien pocas, y el movimiento queda muy limitado. Además de que más te vale que tu puerta sea maciza, claro. Así que no es algo que recomendemos.
- Con estructura incorporada: algunos columpios vienen con una estructura tubular que hace de arco sobre el columpio. Suelen ser muy grandes y engorrosas, así que tampoco es una opción viable.
- A instalar colgados del techo: la opción más habitual, en la que el columpio viene preparado para conectarse con unos soportes en el techo, que tendrás que poner tú. Esto permite adaptarlo a tu techo, controlar cómo quieres ponerlo y tener a tu disposición todos los movimientos del columpio
Instalación en techo
Si os interesa instalarlos en el techo tenéis que tener en cuenta el peso. El límite de peso que os viene en el columpio es indicativo de lo que aguantan las tiras y las uniones, pero a vosotros os toca que esas cargas vayan correctamente al techo. Para ello hay que tener en cuenta:
- Reparte la carga todo lo posible: si es posible no juntes todas las correas en un único punto de carga. Si tienes un columpio pensado para colgar de un único punto, ten cuidado de no usar un soporte que se pueda desatornillar (por si os ponéis a dar vueltas)
- Conoce la estructura del techo: intenta llevar los puntos de apoyo a las vigas (o lo más cerca posible), y usa sujecciones / tornillos apropiados para el material (madera, hormigón, etc)
- Usa conectores que permitan movimiento: los conectores tienen que permitir cierto giro, al ir cambiando de posición. Una argolla bien maciza es lo ideal. Si tienes una
- No escatimes en aguante: ten en cuenta que un punto de apoyo puede llevarse casi toda la carga en un momento dado (no se reparten) y que son cargas dinámicas. Vamos, que multipliques todas las cargas x5.
Otro punto aparte es pensar en si quieres ocultar los puntos de cuelgue o no, es decir si vamos a quitar el columpio y no queremos que alguien vea los puntos (y se lo imagine). Si es un único punto puedes poner un detector de humos falso, o una base de lámpara hueca.
0 comentarios