Los masturbadores son juguetes para el hombre, que aumentan la sensación durante la masturbación por la textura, la forma, etc. Es decir, son juguetes para ayudar al hombre a disfrutar más durante la masturbación. Y suena raro, pero en esta época de liberación sexual y series como «Sexo en Nueva York» y «Espartaco», todavía tienen mala fama y se miran con recelo. Vamos a quitarnos inhibiciones y mirarlos seriamente!
En las últimas décadas el feminismo ha logrado que se entienda que la masturbación femenina es una forma de expresión sexual normal en la mujer, y ha pasado a la cultura: los anuncios de champús nos presentan a una mujer gimiendo, Sexo en Nueva York consiguió que el conejo rampante fuera el juguete más vendido, etc. Hasta aquí todo bien, creo que todos estamos de acuerdo. Lo malo es que la masturbación masculina se sigue viendo como algo «sucio» y que sólo se hace cuando no hay una mujer cerca (algo así como un sustituto del sexo).
Este tema no es nuevo, y se han escrito muchos artículos y opiniones al respecto (p.ej. aquí). Así que tenemos que cambiar la mentalidad y darnos cuenta de que los varones también pueden usar juguetes, y además deberían probarlos, por si les gusta.
Los masturbadores son una especie de «funda» en la que se introduce el pene y se hace el movimiento de penetración: adelante y atrás. La lubricación es muy importante, pudiendo aplicarse en el juguete o en el pene. El interior del masturbador tiene una forma especial y a menudo una textura que hacen que la sensación se multiplique.
Una de las características más importantes es la reutilización: Entre el lubricante, el semen y el movimiento hay algunos que apenas duran, y sólo están pensados para unos pocos usos. Por supuesto se puede facilitar la limpieza usándolo con preservativos, pero esto ya no tiene mucho sentido.
En un sexshop cualquiera podemos encontrar varias versiones de masturbadores «de mano»:
- Los más sencillos son un simple cilindro de plástico blando con unos «deditos» hacia dentro, y abiertos por ambos extremos. Esto hace que no se tenga sensación de succión ni de «llegar hasta el fondo». Algunos son especialmente estrechos para aumentar la sensación de penetración. Simple y funcional, lo podrás usar hasta que te aburras;
- Los EGG o «huevos» son unas fundas de silicona muy elástica que en reposo tienen forma de huevo (el packaging es estupendo, te los venden en hueveras), pero que se estiran hasta cubrir el pene. Hay varios modelos, con distintas estrías y protuberancias por dentro que se supone que varían la sensación. Si se limpian bien pueden usarse unas cuantas veces (5-10);
- Los tubos son cilindros más gruesos, como acolchados. Se pueden apretar más o menos para variar la sensación, y hay distintos modelos con distintas estrecheces. Están cerrados en un extremo, lo que da la sensación de succión y «llegar hasta el fondo». Aunque también están diseñados para un único uso, se pueden reutilizar limpiándolos;
- La fleshlight es similar al anterior (con forma de lámpara de mano, de ahí el nombre), con una textura algo más rígida. Esto hace que no se pueda variar la sensación apretándolo, pero los rebordes interiores son más eficaces. La diferencia básica es que la parte por la que se penetra intenta excitar imitando una vagina o una boca. Este modelo hace muchísima publicidad, pero lo han salido muchos imitadores;
- El FlipAir es otro masturbador cilíndrico, pero que combina una carcasa rígida perforada con un interior de silicona de textura muy agradable. Tiene unos «botones» por fuera para ir apretando e ir variando la sensación. Es caro, pero se abre y limpia fácilmente, así que se puede usar muchísimo.
- También está el Cobra, que es un invento extraño, con forma de nave espacial, y en el que apenas puedes meter el pene (?!?!). Sinceramente, no conozco a nadie que lo haya probado, pero parece ser que se basa en el efecto de la vibración.
Aparte de los masturbadores clásicos están los más grandes, que simulan toda una parte de la anatomía femenina: un culo, una vagina, un cuerpo entero… Pero estos son diferentes, porque el usuario tiene que mover todo su cuerpo, y no es una masturbación de las típicas.
Mi recomendación es coger uno de los baratitos para probar, darle una sorpresa a vuestra pareja y a ver si os gusta. Cada uno tiene una sensibilidad distinta en el pene y puede que nos sorprenda la experiencia. En cualquier caso nos habremos divertido y habremos probado algo nuevo, que siempre acaba con la rutina. Y por supuesto emplearlo en pareja: una masturbación mutua, en paralelo, etc.
1 comentario
Zarzamora · 05/12/2011 a las 5:33 pm
Bueno, yo tengo la ¿suerte? de haberlos probado todos menos el fleshlight. Dentro de la «gama alta» me quedo con el Flip Hair y Flip Hole, ambos de TENGA. El huevo esta muy bien como regalo ya que su diseño divierte y es baratito, aunque se rompe con relativa facilidad. Las onacups de TENGA son un poco fiasco, puesto que son de 1 solo uso (aunque hay truquillos XD) y valen una pasta. El fleshlight es bastante grandecito y han abaratado costes de fabricacion (los que posean un fleshlight antiguo estan de suerte) reduciendo un poco la calidad de la goma, aunque son divertidos y con vibracion. Por ultimo, el peor de todos los que he probado es el COBRA de FF: malo de cojones. Han partido de la premisa de que la vibracion a saco es divertida para el hombre y eso no es cierto (se te acaba durmiendo). Solo abarca el glande, no puedes hacer «mete-saca», la silicona es medica y por lo tanto muy dura, y los botones son tactiles (horroroso, pulsas botones sin querer y apagas el cacharro en el mejor momento).