Juguetes – el cabecero de la cama

Seguimos buscando el lado más erótico de los objetos del día a día, y esta vez le toca a nuestra misma cama. Como es uno de los sitios en los que vamos a tener más sexo podemos adaptar el cabecero de nuestra cama a nuestra vida sexual, convirtiéndola en un juguete erótico más!

El cabecero de la cama va a estar muy a mano siempre que tengamos sexo en la cama, así que os proponemos «tunearlo» para que nos aporte algo más a nuestra vida sexual. Hoy en día muchas camas no tienen un cabecero como tal, y en otras es meramente decorativo, pero aún cuando no tengamos cabecero podemos añadir estos pequeños cambios a la estructura de la cama.

Vamos a ver qué puede aportarnos un cabecero bien preparado:

• Texturas e iluminación: Está muy bien tener una luz para leer en la cama, pero por qué no una luz para hacer el amor. Puede ser una pequeña lámpara de leds de tono rojizo, que nos deje la luz suficiente para disfrutarlo pero con un toque más erótico. O podemos forrar el cabecero con una textura que nos meta en el papel: un cuero elegante o una lujuriosa piel. Si algún invitado lo ve sólo va a pensar que somos un poco extravagantes!
• Posturas sexuales: Un cabecero fuerte, al que podamos agarrarnos cómodamente, y que no golpee la pared con nuestra pasión (y moleste a los vecinos) es un punto de apoyo estupendo para muchas posturas sexuales. Podemos empezar con ella apoyada en el cabecero mientras él la penetra desde detrás, y llegar hasta apoyar una pierna encima del cabecero para posturas más salvajes. Podemos acolcharlo o añadirle unas barras a las que agarrarnos, o incluso un espejo!;

• Las clásicas esposas: Cualquier cabecero metálico es un sitio estupendo para esposar a vuestra pareja. Como ya hemos comentado en otro post, hay esposas de muchos tipos y estéticas, y es algo más psicológico que una verdadera restricción física, un elemento propio de la dominación;

• Todo bien atado: Las ataduras son muy parecidas a las esposas, pero nos dan más juego. Por un lado podemos hacer las ataduras con una variedad de materiales y texturas, desde una delicada seda hasta un cuero agresivo. Y por otro podemos ir cambiándolas de lugar, colocando a nuestra pareja de la forma que queramos. Imagínate lo que puedes llegar a hacer con un cabecero en el que hay muchos puntos en los que podemos atar!

• Todo a mano: Podemos convertir el cabecero en el sitio donde están todos los juguetes y apoyos que necesitamos: por ejemplo añadiéndole una balda en la que colocamos el lubricante y los juguetes antes de empezar la sesión de sexo. También puede tener el libro de posturas sexuales por si os quedáis sin ideas. O quizás es algo más permanente y tiene un cajón en la que todos nuestros trucos eróticos están bien guardados de miradas indiscretas. En cualquier caso están muy a mano para cuando los necesitamos!

Así que echadle un vistazo a ese cabecero que ya no os sorprende, y con un poco de bricolaje y decoración convertidlo en un juguete erótico más a vuestra disposición!