Juegos – las preguntas

Los juegos eróticos en pareja son una forma estupenda de disfrutar del sexo y alargar las relaciones. Este es un juego de preguntas, en el que tendremos que adivinar qué ha pensado nuestra pareja para la próxima relación. Cada fallo o pregunta es una prenda, así que hay que estar atento. Así que tenemos un juego en el que competimos por prendas, con lo que uno de los dos puede verse dominado fácilmente.

Las reglas del juego son sencillas: Uno de los dos piensa algo sobre la próxima relación sexual. Puede ser una postura, un sitio, un juego, una actividad, una parte del cuerpo que quieres que te acaricie, un juguete erótico, o cualquier combinación de las anteriores. Luego se lo comunica al otro, diciéndole el tema que tiene que adivinar: por ejemplo «¿a ver si adivinas qué postura y sitio estoy pensando?».

El que tiene que adivinar sólo puede hacer preguntas de sí o no, y tiene cinco preguntas gratis. Una vez hechas las cinco primeras preguntas puede hacer más preguntas o intentar adivinar alguna de las respuestas. Por ejemplo: «¿el sitio es un cuarto con grifos?» o «¿el sitio es la cocina?».

Cualquier pregunta adicional o cualquier fallo significa que tiene que pagar una prenda sexual. Por ejemplo, si tienes que hacer 7 preguntas y lo adivinas al tercer intento tendrás que pagar cuatro prendas. Cuando adivinas cualquier objetivo (en el ejemplo la postura o el sitio), consigues tres prendas del que ha dicho la adivinanza. Cuando está todo adivinado hay que cumplir lo que se ha adivinado, lógicamente.

Por supuesto las prendas se van pagando a la vez que se juega, y las elige la otra persona. Pueden ser acciones que tiene que hacer, una prenda de ropa que quitarse, cosas a dejarse hacer («ponte una venda en los ojos»), etc. La duración de la prenda debería ser como mínimo un minuto, pero por supuesto podemos alargarlo si lo estamos disfrutando.

Por ejemplo si él falla dos veces, la primera puede decir que le vaya besando la cara interna de los muslos. Él va haciéndolo durante un minuto, mientras piensa la siguiente opción, y al fallar otra vez ella le puede pedir que le vaya haciendo un cunnilingus mientras piensa. De esta forma las prendas son una forma suave de dominación.

Esta actividad está muy bien como sorpresa. Si una tarde estáis tirados en el sofá viendo la tele y uno dice «¿a ver si adivinas qué juguete y parte del cuerpo estoy pensando?», seguro que ya tenéis arreglada la diversión! También podríais usarlo en un viaje largo de coche, o mientras estáis de fiesta con vuestros amigos. ¿Qué se os ocurren como prendas?