¿Quién no ha visto algún contenido erótico que incluya unos azotes? Tanto en películas como en historias, los azotes dan un toque de dominación y «fruta prohibida» al sexo, a la vez que nos permiten jugar con una zona muy erógena: el culo. Sin entrar al tema de los azotes fuertes y que provocan dolor, os queremos proponer probarlo de forma más suave y juguetona.
El uso erótico de los azotes se suele denominar «spanking» (un anglicismo onomatopéyico), y su atractivo erótico está muy relacionado con los roles que implica. El azotador pasa a ser dominante y puede ser castigador. El azotado toma un rol sumiso, con tintes de culpabilidad. Estos papeles se modifican con cada caso en particular: un ejemplo habitual es el caso del profesor adulto que azota a una alumna «desbocada».
Como hemos comentado lo que aquí os proponemos es el uso del azote sin llegar a provocar dolor real, sin entrar en el sadomasoquismo. ¿Cuál es el atractivo sexual? Pues hay varios puntos que se entrelazan:
- La dominación: Como hemos hablado en los roles, el hecho de ser dominado sexualmente puede ser muy erótico. De hecho este es casi el único atractivo sexual que tiene para el azotador. En general el azotador puede dar órdenes y estas deben ser cumplidas (ver el tema de los límites más abajo)
- El trasero: No podemos olvidar que estamos estimulando una zona erógena, y que además está especialmente diseñada para resistir impactos (y por eso está acolchada 😉 )
- La irrigación sanguínea: Los golpes provocan que la zona se enrojezca y reciba más sangre, con lo que se vuelve mucho más sensible. Por supuesto se pierde la sensibilidad a caricias y demás, pero la sensación que se produce cuando la zona se ha «calentado» es muy erótica
- Las vibraciones: Los azotes en el culo hacen que toda la entrepierna vibre, incluídos los genitales. Créeme, lo notarás!
- La expectación: El azotado no suele saber en qué momento concreto va a recibir el golpe, así que «sufre» (es decir, disfruta) con la expectación de la espera. El azotador debe intentar sacarle el máximo partido a esta sensación, alternando ritmos
- Lo prohibido: Es una práctica sexual fuera de lo aceptable, que genera una sensación de «disfrutar de la fruta prohibida». Además es una sensación que encaja perfectamente con el hecho de ser castigado, por lo que en muchos juegos se acaban retroalimentando: Te azoto, te gusta, luego te azoto más porque te ha gustado
Es fácil confundir esta actividad con otros tipos de azotes que no tienen las mismas implicaciones:
- El azote cariñoso en el trasero en cualquier momento: Que a tu pareja le guste que le des una palmada en el trasero no quiere decir que le vaya a gustar que le des 20 golpes fuertes y le pongas el culo rojo…
- Los azotes durante el sexo «duro»: Puede ser que tengáis arranques de pasión durante los cuales os dejáis llevar, os agarráis del pelo, del cuello y alguno da unos cuántos azotes fuertes en el trasero al otro. Pero no es exactamente lo mismo: estos azotes son «de animación», buscan potenciar la sensación del sexo que se está practicando, subiendo la adrenalina y animando a moverse más vigorosamente. En cambio los azotes de los que estamos hablando son eróticos en sí mismos, no se practica ningún sexo a la vez
- El azote sadomasoquista: En estos es el mismo dolor el que es erótico para el azotado, y es una sensación que supera a todas las demás (con el consiguiente subidón de adrenalina)
Si os apetece probarlo, aquí os van algunos consejos:
- Hay que hablarlo primero: No es algo que se pueda hacer por sorpresa! Además el sentarse y charlarlo puede ser parte del erotismo («lo prohibido»). Aquí tenemos que tener claro que se trata de probarlo, con cuidado. Si alguno no lo ve claro, os recomiendo veros alguna película o escena en la que haya azotes (con tal de buscar «spanking», tendréis de sobra). Si la escena no os excita, no merece la pena intentarlo. Si sí os excita, podéis probar, pero no tenéis nada garantizado
- Quién es quién: Hay que dejar claro quién va a ser el azotador y quién el azotado. Como en todo juego de dominación estos papeles pueden cambiarse (lo que se suele llamar ser «versátil»: puedes ser dominador y sumiso), pero no tiene que ser un objetivo. Aquí no estamos buscando la igualdad en la pareja ni nada similar, sólo disfrutar: Si uno disfruta azotando y el otro siendo azotado, no hay ninguna razón para intercambiarlo (evidentemente se puede experimentar al revés). Eso sí, es recomendable probar la posición del otro al menos una vez, para saber qué se siente
- Los límites: Como en todos los juegos que impliquen golpes, hay que poner unos límites. Lo más fácil es que el azotado tenga unas palabras clave: una que quiera decir «déjalo YA, quiero parar y dejarlo», otra que quiera decir «para un poco, déjame descansar», otra que quiera decir «baja un poco el ritmo, menos fuerte»… Podemos hacer tantas como queramos, pero como mínimo tenemos que tener la de parar totalmente. Este nivel de comunicación nos permite decir estas cosas sin romper los roles, es decir, dentro de nuestro papel de colegiala podemos estar gritando «por favor, profesor, pare, pare!!», pero como no decimos la palabra clave el azotador sabe que no debe parar. Cuanto más claros sean los límites y más confianza tengamos en nuestra pareja, más podremos disfrutar
- Ir progresivamente con los golpes: Como ya hemos hablado alguna vez del umbral de sensación, no podemos empezar por golpes fuertes (a menos que entremos en el sadomasoquismo). Hay que ir «calentando» la zona, con golpes suaves al principio (o que se den sin quitar la ropa interior), y luego se puede ir subiendo
- El nivel máximo depende de cada uno: Hay gente que tiene más sensibilidad al dolor y quien tiene menos, y hay quien tiene el trasero más «resistente». Esto es algo que se descubre con la experiencia, y además la práctica suele hacer que se suba paulatinamente el nivel máximo: cada vez podemos y queremos aguantar algo más
- Mano o juguete: El azote normal se da con la mano, que implica contacto físico. Si quieres probar otras texturas (las rugosidades le dan un toque «peculiar» al golpe) o tu rol te pide este tipo de atrezzo, puedes usar tablas, libros, etc. Los hay en juguetes eróticos, por supuesto, y una variante especial es el golpe con la fusta
- Las caricias y los ritmos: Como hemos comentado, la expectación es una parte muy importante, por lo que hay que potenciarla. Una forma es acariciar la zona con la palma, para que haya contacto físico sin golpe, levantar la mano y esperar unos segundos antes de golpear, de forma que nuestra pareja haya estado esperando todo ese tiempo. Los ritmos son muy importantes: Si nos dedicamos a dar golpes de forma constante se pierde toda la magia, hay que ir alternando ritmos, con momentos más intensos y momentos suaves. E intercalar interpretaciones de nuestro personaje en medio, claro
- Caricias a los genitales: Los genitales están muy a mano, y como hemos dicho están recibiendo unas eróticas vibraciones. Si nos apetece y nos encaja con el juego podemos acariciarlos y estimularlos, de forma que se convierte en «una de cal y otra de arena»: ahora te produzco placer acariciándote la entrepierna y justo después te sorprendo con un buen cachete en el culo
- Otras formas de dominación: Si nos atrae especialmente el componente de dominación podemos combinarlo con otros elementos típicos: agarrar a nuestra pareja del pelo, ponerle unas esposas, la fusta, atarle, etc
- Espejos: Un gran aliado, si lo ponemos bien podremos seguir manteniendo el contacto visual durante la azotaina. Y esto es muy importante, sobre todo para el azotador, que como ya hemos comentado es el que tiene menos estímulo. Imagínate: Estás dando unos azotes a tu pareja y ves en el espejo que está completamente excitado/a, con una cara de vicioso/a impresionante. Increíble!!
- Cuándo te apetece: Como todas las actividades eróticas, los azotes pueden apetecerte un día y no otro. Esto es especialmente aplicado al azotado: Hay que estar en un cierto estado mental, en el que te apetezca ser dominado y «castigado». Como pareja tendréis que aprender a ver cuándo os apetece y poder comunicarlo sin vergüenzas
- Fetichismo: El spanking tiene un público propio, con muchas versiones y componentes auxiliares (p.ej. el flogging). Si os acaba gustando, hay mucho recorrido y mucho material
Si todos estos consejos os han picado la curiosidad, os aconsejo que os informéis en sitios web no sadomasoquistas. Siempre hay tiempo para subir la intensidad de los juegos y llegar a ese nivel, así que lo mejor es empezar por el principio. Para empezar tenéis un blog interesante en Azotes y Nalgadas (http://azotesynalgadas.blogspot.com).
Para acabar queremos añadir una aclaración: En este tipo de temas siempre hay que precisar que esto no es violencia, sino que es una actividad sexual consensuada entre adultos. Ahora sólo os queda plantearos si os sentís intrigados, hablarlo y darle una oportunidad a tener un hermoso trasero enrojecido!!
10 comentarios
parejados34 · 15/12/2011 a las 8:40 pm
a nosotros nos encantan estos juegos
Ignacio · 04/11/2016 a las 9:44 am
Hacer el amor no es hacer daño, eso es un maltrato que se puede denunciar.
larpham · 05/11/2016 a las 1:33 pm
Cualquier sexo consentido es hacer el amor: si ambos disfrutan y no causan daño a nadie no deberías juzgarles. Un poco de respeto.
maese · 23/05/2017 a las 5:49 pm
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maese · 01/08/2017 a las 2:18 pm
.,.,.,.,.,.,.,.,
Postura 153 | Sexo para parejas · 27/05/2012 a las 12:33 pm
[…] del punto G. Podemos añadir algo de dominación a la postura si él la agarra del pelo, le da unos azotes o la sujeta en los […]
Ideas – un simple trozo de tela | Sexo para parejas · 15/06/2012 a las 4:39 pm
[…] Una bufanda, más gruesa y pesada, con la que hasta podemos dar unos azotes […]
Recetas – unos días sin sexo | Sexo para parejas · 15/07/2012 a las 4:14 pm
[…] cualquier cosa que os permita aumentar el estímulo del contacto: plumas, masajes, aceites, hielo, azotes, vendarnos los […]
Diferentes – castigar durante el sexo | Sexo para parejas · 06/04/2014 a las 12:47 pm
[…] más impactante. Pueden darse en muchos sitios, con distintos efectos. En otros posts hemos hablado de los azotes, de los golpes en el pene, en la vulva, en los pechos, […]
Generales – motivando a tu pareja | Sexo para parejas · 19/10/2014 a las 5:01 pm
[…] que tu pareja está encima tuyo durante el sexo y cuando empieza a acercarse al orgasmo le das un buen azote en el trasero. ¿Cómo se lo […]