A veces tenemos prisa para el sexo y el objetivo es claramente llegar al orgasmo, liberar la excitación y la tensión en una ola de placer. Pero el sexo mejora si le dedicamos tiempo, de forma que podemos disfrutar de cada etapa y cada sensación. Así que vamos a ponernos un límite mínimo para los juegos previos con un cronómetro!
Anteriormente os hemos propuesto la idea contraria: el sexo contrarreloj, compitiendo a ver quién lleva al orgasmo al otro antes. Aquí buscamos obligarnos a tomarnos nuestro tiempo, especialmente con los juegos previos.
Para ello vamos a usar un cronómetro de cocina: vamos a ponerlo en un tiempo y no podemos llegar a la penetración hasta que suene el cronómetro.
¿Cuánto tiempo? Esto depende de vosotros y de si habéis tenido problemas últimamente para dedicarle mucho tiempo al sexo. Si es así podéis empezar por 15 minutos, y si no podéis subir este tiempo. Probad a ver cuál es vuestro límite!
Durante todo este tiempo tenéis que concentraros en el otro, nada de mirar al reloj a ver cuánto tiempo queda. De esta forma el orgasmo deja de ser el objetivo de la relación y pasa a serlo el placer. Cuanto más practiquéis, más fácil se os hará simplemente disfrutar del sexo y el placer de cada etapa.
Alternativas
Ya que hemos introducido el cronómetro como un juguete sexual, vamos a aprovecharlo y explorar todas las alternativas:
- Tiempo mínimo para uno de los dos: Si uno de los dos siente que se le dedica menos tiempo podéis poner un tiempo mínimo para esa persona. También puede ser interesante si uno de los dos tiene problemas para excitarse, ya sea por preocupaciones o algo más serio: hay que ayudarle a recuperar su sexualidad dedicándole más tiempo. Y tiene otra parte positiva: la persona que está recibiendo las atenciones sexuales tiene que concentrarse en su propio placer: no le dejamos que nos acaricie.
- Tiempo máximo: el opuesto, un juego sexual un tanto arriesgado! Ponemos el cronómetro a un tiempo y nos ponemos manos a la obra con el sexo. Cuando suena el reloj tenemos que parar y dejarlo... así que vemos muy probable acumular tanta tensión sexual que se haga difícil. Pero como juego sexual durante un día de fin de semana puede ser estupendo: cualquiera de los dos puede ir a donde el otro a por sexo y poner el cronómetro en un tiempo pequeño (10 minutos os parece bien?). Y entonces es el otro el que puede poner el reloj cuando quiera, pero con un tiempo mínimo entre sesiones (digamos una hora). De esta forma podremos tener sesiones cortas de sexo durante todo el día, hasta una hora límite en la que ya no hay reglas y podremos dar rienda suelta a toda esa tensión sexual que hemos ido acumulando!
- Tiempo máximo en una postura o sitio: Si crees que vuestra vida sexual es demasiado rutinaria y siempre acabáis haciéndolo en el mismo sitio y de la misma forma, oblígate a cambiar! Da igual el sitio y la postura, cuando suene el reloj hay que cambiar. ¿Tendréis imaginación suficiente como para llegar a acabar u os podrá la presión?
Así que ya sabéis: buscad ese cronómetro de cocina hortera que está abandonado en un cajón, y dadle otro uso en la habitación!
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