Los genitales femeninos son algo más que el clítoris y la vagina: Los labios vaginales son una gran fuente de placer. Así que vamos a ver cómo podemos dar un masaje a los labios vaginales y sacarle todas las sensaciones posibles a esta zona tan abandonada!
Los labios vaginales suelen ser uno de los grandes olvidados en los jugueteos previos. Normalmente son apartados rápidamente buscando acceso al clítoris o a la vagina. Pero no podemos olvidar que los labios están repletos de terminaciones nerviosas muy similares a las del clítoris, así que son una gran fuente placer.
Y ojo, no sólo son olvidados por los hombres: hay muchas mujeres que apenas les hacen caso durante la masturbación, y no son conscientes de que un gran porcentaje del placer que sienten durante algunas actividades (p.ej. bajo el chorro de la ducha) provienen de los labios. Es muy interesante que ellas experimenten con sus labios durante la masturbación, y a menudo se recomienda que lo hagan delante de un espejo para poder conocerse mejor. Así que aunque este post está orientado a experimentar en pareja, también es recomendable para que ellas lo practiquen a solas, y así conozcan mejor cómo disfrutar.
Está claro que el clítoris genera mucho un placer mucho más intenso y puntual, pero los labios tienen mucha más superficie, así que provocan un placer más extendido y relajado. Esta sensación es ideal para conseguir una excitación progresiva y duradera, dejando el efecto del clítoris para un gran final. Y al no ser tan sensibles como el clítoris, los labios permiten otro tipo de juegos: estirar, masajear, etc.
Todo esto son generalizaciones, pero obviamente hay variaciones y cada mujer tiene distintas sensibilidades, con lo que es recomendable probarlo y experimentarlo para saber cuál es la respuesta. Por ello lo que proponemos es una sesión dedicada a experimentar con los labios de ella, a través de un masaje.
Primero: preparación
Lo primero es reservar una buena cantidad de tiempo: Como todo masaje se trata de disfrutar del contacto con la piel e ir subiendo poco a poco el estímulo sexual. Vamos, largo y lento, disfrutando poco a poco.
Lo segundo es asegurarse de tener el lubricante a mano, y a ser posible templado. Como en todos los masajes, si ella pasa frío le será mucho más difícil disfrutar, así que un lubricante templadito o de efecto calor puede ayudar mucho a que se relaje. Y por supuesto el ambiente también tiene que estar caldeado: esta no es una actividad que podamos hacer fácilmente «debajo de las sábanas», así que la temperatura debe permitirnos estar desnudos a gusto. Esto también se aplica a las manos: Nada de dedos fríos!
Por último podemos considerar el tema del vello púbico: Los labios exteriores sí tienen vello, que minimizar las sensaciones de la piel. Para tener más contacto podemos plantearnos recortar o rasurar el vello. Si el vello es largo tendremos que andar con cuidado para no enredarnos con él y dar un tirón.
Segundo: empezamos
Para empezar debemos encontrar una postura en la que los dos estemos cómodos: Vamos a estar un buen rato! Y tiene que ser una postura en la que él tenga un acceso fácil a los labios. Aunque se puede hacer con ella boca abajo, lo ideal es que ella esté boca arriba con las piernas dobladas y bien abiertas. Un cojín o similar bajo la cabeza de ella facilitará el contacto visual y por lo tanto un mayor disfrute.
Podemos empezar acariciando la cara interior de los muslos y llevarlas a los genitales, poniendo la palma de cada mano encima de uno de los labios, y moverlas con movimientos circulares. Luego podemos mover las manos arriba y abajo, para finalmente pasar a moverlas en horizontal, apretando los labios entre sí y separándolos. Luego podemos levantar una de las manos mientras dejamos la otra quieta, y dar un masaje en el labio libre moviendo el pulgar arriba y abajo.
Una vez que hemos estimulado la zona en general podemos estimular los labios directamente: Empezaremos pasando los dedos por entre los labios exteriores, separándolos lo mínimo necesario. Importante: Por ahora evitaremos el contacto con el clítoris, para centrarnos en las sensaciones de los labios. Luego cogeremos uno de los labios entre el pulgar contra el índice y el anular, deslizándonos arriba a abajo. Sentiremos los folículos del vello y las rugosidades propias de los labios exteriores. Iremos apretando y soltando para conseguir distintas sensaciones.
Aunque cada mujer es distinta, los labios exteriores suelen ser lo suficientemente grandes y elásticos como para permitir juegos algo más duros: Podemos pegar pequeños tirones del labio hacia fuera, primero suavemente y si vemos que ella disfruta, con más fuerza. Si todo va bien podemos probar pellizcos y a estirarlos separándolos, siempre con movimientos lentos y circulares.
Un apunte: Una de los síntomas de la excitación es que los labios se van hinchando por el riego sanguíneo. Durante todo el proceso del masaje podremos sentir cómo aumentan de tamaño, se vuelven más elásticos y cogen calor. Esto nos confirmará que el masaje está funcionando!
Otra idea interesante es siempre mantener un ritmo constante: Esto ayudará a que la excitación sea mucho mayor!
Tercero: opciones para seguir
Una vez que tengamos los labios exteriores ya excitados tenemos varias alternativas para seguir:
- Repetir la jugada con los labios menores: Algunas mujeres tienen los labios menores tan pequeños que no es posible hacer tantos juegos, pero siempre podremos pasarlos entre dos dedos. Eso sí, tenemos que recordar que los labios menores son más sensibles y no aceptan juegos como los tirones: Menos presión. Pero su estímulo es mucho más similar al del clítoris, así que podemos volverla loca!
- Estimular todo: Si somos hábiles con los dedos podemos estimular los cuatro labios con uno entre cada dedo. Subiendo y bajando todos los dedos por su entrepierna (y asegurándonos de que no se acabe el lubricante), podemos seguir subiendo el nivel de excitación
- Estimular el clítoris: Si ya tenemos los labios insensibilizados de tanto masaje podemos pasar a un gran final en el clítoris. Estará extremadamente sensible y excitado, así que aprovéchate y usa estímulos suaves. Para empezar apriétalo entre los labios, para estimularlo indirectamente, y cuando ya no pueda más pasamos a una estimulación directa: Pueden ser caricias, ir a por un gran cunnilingus!
- Penetración: Si ella está muy excitada podemos pasar directamente a la penetración. Aquí la recomendación es elegir una postura en la que sigamos presionando contra sus excitados y sensibles labios, como la postura 873.
Cuarto: variaciones para la siguiente vez
Si la experiencia le ha gustado, podemos volver a intentarlo otra vez, pero añadiendo alguna variación para darle gracia al asunto:
- Más calorcito: Ten a mano una botella de agua caliente y acaricia con ella los labios. Y asegúrate de usar un lubricante de efecto calor.
- Cambiamos y pasamos al frío: Aunque no les gusta a todas las mujeres, el contraste frío-calor puede ser muy excitante. Ten a mano unos cubitos de hielo de plástico (mejor que hielos de verdad, ya que no se adhieren) y pasa uno arriba y abajo por los labios. No lo hagas demasiado tiempo o se perderá la sensibilidad
- Estirando: La sensación de estirar los labios puede ser muy agradable en los labios grandes y elásticos, así que prueba a estirarlos bien y mantenerlos así un rato, moviéndolos circularmente.
- Juegos con chocolate: Podemos añadir este mensaje a la actividad de la chocolaterapia, y disfrutar con el chocolate calentito!
- Vibraciones: Usa un vibrador sobre los labios, evitando el clítoris, a ver cuál es la respuesta.
- Golpes: Si a ella le va lo duro prueba a dar pequeños golpes sobre los labios y subir el estímulo.
¿Qué más se os ocurre?
2 comentarios
wil · 25/02/2016 a las 12:19 am
Me encanta dar ese tipo de masajes y gracias por las variaciones
Gino · 26/04/2016 a las 7:34 am
Cuál es tu nombre y en donde vives para hacerte el amor