Ideas – masaje sensual con todo el cuerpo

Los masajes son una gran experiencia sensual porque potencian la experiencia táctil y nos dan una gran intimidad en la pareja. Pero aquí os proponemos llevarlo un paso más allá del clásico masaje y utilizar todo vuestro cuerpo para dar un masaje enormemente erótico a vuestra pareja. Verás cómo tiene un «final feliz»!

Ya hemos visto en otro post que el aceite de masajes es un juguete sexual enormemente divertido, os hemos recomendado una receta sexual para darle una sesión de masajes a vuestra pareja, e incluso hemos hablado de la posibilidad de usar objetos que tenemos por casa para dar unos «masajes creativos». Hasta hemos incluído el tema en un roleplaying: las termas romanas!

Pero aquí os proponemos llevar la experiencia táctil un paso más allá: vamos a usar todo nuestro cuerpo para darle el masaje a nuestra pareja! La piel es el órgano más grande que tenemos, y queremos sacarle todo el partido erótico que podamos, así que vamos a frotar todo nuestro cuerpo contra el de nuestra pareja. La sensación sensual se va a multiplicar!

Primero: preparar el terreno

Está claro que vamos a necesitar una buena cantidad de aceite para masajes, pero además tenemos que preparar un poco la zona: el aceite mancha bastante. Para preparar la zona en la que vamos a dar el masaje os recomendamos tener en cuenta que queremos poder echar aceite sin tener que preocuparnos. Las opciones más generales son:

• El suelo nos da la posibilidad de tener un montón de espacio, y poder extendernos a gusto. Además es mucho más fácil de limpiar si se cae alguna gota de aceite. Lo único que tenemos que hacer es poner algo que lo haga mullido y sea lavable. Por ejemplo unas buenas toallas de playa. O podemos poner una esterilla de monte o de deporte, y encima las toallas
• La cama puede ser otra alternativa, aunque aquí nos tenemos que preocupar de que el aceite no pueda llegar a empaparlo todo. Para ello podemos poner debajo una sábana impermeable: con el aceite hará una superficie resbaladiza muy peculiar!

El aceite es mucho más agradable si está templadito, así que ponlo encima de un radiador algo antes (nunca lo calientes demasiado). También hay que asegurarse de que la temperatura de la habitación es calentita, de forma que sea cómodo estar desnudos.

Y por supuesto puedes preparar el ambiente todo lo que quieras: iluminación tenue, música ambiental, incienso… Todo lo que se te ocurra!

Segundo: empezamos el masaje

Lo primero será desnudarnos: podemos hacer un pequeño striptease a nuestra pareja, y luego desnudarla sensualmente. Mientras la desnudamos podemos ir añadiendo una caricia aquí o allá, un lametón, o simplemente ir diciéndole lo mucho que vamos a disfrutar de su cuerpo, pero «poco a poco». El caso es ir preparándola!

Así que tumbamos a nuestra pareja cabeza abajo en la zona preparada, nos sentamos sobre ella y nos ponemos una buena cantidad de aceite en las manos. Nos las frotamos bien para que no estén frías y empezaremos con un masaje normal.

En este primer paso empezaremos con un masaje suave, de forma que el estímulo de la piel vaya subiendo poco a poco. Si empezamos con mucha fuerza la piel dejará de sentir los roces delicados, y perderemos esos estímulos.

El objetivo es que nuestra pareja se relaje y se concentre en su piel. Sobre todo tenemos que asegurarnos de que no se preocupe del sexo y la penetración, sino que disfrute de todas las sensaciones. Ya llegará!

Empezamos por el cuello, la espalda y vamos bajando al trasero. Luego pasamos a las piernas, las separamos ligeramente y así vamos masajeando el cuerpo, pero evitando las zonas erógenas directamente.

Tercero: a por todo el cuerpo!

Mientras estamos masajeando a nuestra pareja nos echaremos aceite sobre nuestro propio cuerpo, asegurándonos de estar bien resbaladizos/as. Y poco a poco nos agacharemos y empezamos a frotarnos contra nuestra pareja. Al principio buscamos un roce suave, probablemente de pecho/s contra la espalda, y luego podemos empezar desde el trasero e ir subiendo rozando todo el camino.

Luego ya podemos echar algo más de aceite en el trasero y darle fuerza a nuestro roce en esa zona, como si de una penetración se tratase!

Ahora ya nuestra pareja tendría que estar excitada, así que le damos la vuelta y volvemos a empezar el proceso en la parte de delante: primero un poco de masaje con las manos y luego a frotar todo nuestro cuerpo.

Si todo va bien podemos estar un buen rato frotándonos y rozándonos, con los sexos a punto de la penetración. Un poco de thigh job sería estupendo para él, y podemos probar otros huecos para el pene ya que estamos preparados. El oral quedará descartado, ya que el aceite para masajes no suele ser comestible.

Cuarto: no puedo más!

Y cuando ya no podamos más: sexo resbaladizo a tope! El sexo cuando estamos cubiertos de aceite puede ser un poco frustrante, porque es difícil encontrar un punto de agarre firme para hacer la penetración. Vamos, que nos vamos moviendo «demasiado». Pero por otro lado es muy, pero que muy juguetón y divertido: mantén el tono de juego y verás cómo prolongáis el placer.

Quinto: al acabar

Al acabar vais a necesitar una buena ducha, así que si todavía tenéis energías para otra sesión de sexo podéis aprovechar: das jabón a tu pareja por todo el cuerpo, y la vas preparando. Aquí el sexo oral puede entrar a jugar, y si os dáis un baño caliente la relajación es un gran aliado para recuperarse.

Y por supuesto tienes la opción de dejarle caer a tu pareja que ahora le toca a él/ella sorprenderte un día con masaje de cuerpo entero: dile dónde vas a guardar el aceite para masajes y que vaya pensando una fecha!