Los dedos son una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo, capaces de darnos infinidad de sensaciones. Cualquier roce, humedad o mordisco se sentirá enormemente en unos dedos sensibilizados. Así que preparad vuestras bocas, labios y lenguas, que hay unos dedos que están esperando disfrutar de sus caricias!
Los dedos son una de las principales de entrada de estímulos, así que debemos aprovecharlos para nuestra vida erótica. El contacto íntimo entre los dedos y la boca nos acerca a nuestra pareja, como por ejemplo cuando nuestra pareja nos da a probar algo con sus dedos y se lo lamemos. Nunca desaproveches estas oportunidades para darle un toque sexual a ese momento!
La primera clave: Los dedos son increíblemente receptivos a cualquier estímulo, especialmente si lo están esperando. Es decir, hay que asegurarse de que vamos preparando poco a poco la sensibilidad de los dedos, especialmente de las yemas. Como ya hemos comentado en otras entradas, la clave es ir subiendo el nivel de estímulo poco a poco, por ejemplo:
- Empezaremos con un estímulo muy suave, por ejemplo besar la yema de los dedos;
- Luego subiremos el nivel de estímulo un poco más: Lamer la yema de los dedos con la punta de la lengua;
- Ahora podemos meter la yema de los dedos entre nuestros labios, de forma que sienta la humedad de la boca con el roce;
- Besar todo el dedo, de abajo a arriba;
- Ahora podemos meternos la punta del dedo en la boca, lamerla entre los labios e incluso apretarla un poco entre los dientes;
- Y finalmente podemos meter el dedo entero en la boca y lamerlo sensualmente.
Como veis lo importante es ir subiendo la intensidad de la sensación poco a poco, de forma que podamos disfrutar con cada nivel de sensación.
De esta forma el lamer los dedos de nuestra pareja suele convertirse en un juego previo para excitarnos mutuamente, una forma de que nuestra pareja comience a excitarse sintiendo la humedad de nuestra boca y compartamos caricias.
La gran ventaja de esta forma de excitación es que puede ponerse en práctica en casi cualquier sitio, incluso sitios públicos, ya que sólo es necesario un pequeño momento de intimidad para sorprender a nuestra pareja lamiéndole un dedo. Es algo que podemos hacer en el coche, en un transporte público, en una fiesta si nos separamos un momento… De esta forma le vamos preparando a nuestra pareja para nuestra «fiesta privada» que vamos a tener después, comunicándole que nos apetece una buena sesión de sexo. Que no se os olvide: cada vez que estéis «calientes» en público y queréis dejárselo claro a vuestra pareja, ésta es una buena opción!
Y si no tenéis contacto físico con vuestra pareja pero sí contacto visual siempre podéis lameros vuestro propio dedo para mandarle el mensaje.
Pero el lamer los dedos también se puede usar durante el sexo, porque puede ayudarnos a aumentar la excitación y darle algún tipo de ambiente a nuestra relación:
- Un poco de dominación: Si la persona de los dedos está en una posición de poder, de forma que juega con la boca de su pareja con los dedos, pasa a ser una forma de expresión de la dominación. Aquí cambian las tornas y son los dedos los que exploran los labios y la lengua. Ejemplos: la persona que está lamiendo los dedos está de rodillas o a cuatro patas, o la persona de los dedos le está dando unos azotes con la otra mano y no le deja «quejarse» al juguetear con su boca… Hay muchas opciones!
- Lamer los fluidos genitales: A muchas personas les excita lamer los fluidos de su pareja de sus dedos (ya sean vaginales, líquido preseminal, semen…), o darle a lamer esos fluidos de sus propios dedos. Por ejemplo: él puede estar masturbándole a ella penetrándola con los dedos, y darle a lamer esos dedos. A ciertas personas les puede desagradar lamer sus propios fluidos, así que es mejor confirmarlo antes que probarlo espontáneamente. Sin embargo a otras personas les excita el compartir esa intimidad, con lo que en el caso anterior él podría darle a ella a lamer esos dedos y luego lamerlos él. Así que a hablarlo con vuestra pareja!
- Como lubricación: Ya hemos hablado de la posibilidad de la saliva como lubricante. No es el mejor lubricante (son mucho mejores los lubricantes artificiales), pero tiene una componente excitante y lo tenemos disponible en cualquier momento. De esta forma podemos conseguir lubricación llevando nuestros dedos a la boca de nuestra pareja;
Así que tenemos que estar atentos a cualquier momento en que tengamos la opción de lamer los dedos de nuestra pareja para darle un toque erótico y sensual, y además incorporarlos a nuestro sexo. A lamer a tu pareja!
1 comentario
silver account · 04/12/2012 a las 8:16 am
El órgano sexual más importante es el cerebro: la excitación y el deseo aparecen en nuestra cabeza. Es nuestra cabeza la que consigue que jadeemos, que nuestra pareja nos vuelva locos, que nuestras zonas erógenas se hinchen y vuelvan sensibles, y la que nos da todo el placer que podemos sentir. Pero piensa a qué está dedicado tu cerebro la mayor parte del tiempo: el trabajo, el dinero, la hora… Y luego pretendemos que se vuelva una máquina de producirnos placer en un momento!