Ideas – juegos acuáticos

El agua es un juguete sexual estupendo: podemos controlar el flujo, la presión, la temperatura… Nos ayuda a relajarnos, a aplicar jabón o aceites, se cuela en los orificios, y puede golpear en chorros rítmicos. Ya sea en la ducha o en el baño, el agua nos da muchas posibilidades de juegos eróticos!

Ya hemos comentado en los posts del baño y la ducha que el agua ayuda a probar cosas nuevas, ya que nos ayuda a relajarnos y nos permite tener el cuerpo resabaladizos con el jabón.

La presión del agua es muy erótica sobre los genitales, especialmente para las mujeres. Distintos tipos de chorros, como los del grifo de la bañera o los de las duchas con varias opciones, provocan presiones rítmicas que excitan muchísimo. Así que el primer juguete que tenemos a manos es la misma ducha o grifo de la bañera, y controlando la presión podemos pasar por todas las zonas erógenas (zonas de él y de ella), y hacer especial caso a las zonas más sensibles:

• En el caso de las mujeres:
  • Directamente sobre el clítoris: Puede dar sensaciones demasiado intensas si lo mantenemos directo, así que podemos pasar rápidamente por encima de él, o alejarlo y acercarlo buscando el límite. Hay una postura clásica en la bañera para este caso: Túmbate boca arriba en la bañera, y pega tu trasero al extremo bajo el grifo, de forma que la vagina quede justo debajo de éste. Ajusta el caudal y la temperatura, y cuando ya estés a gusto separa los labios, échate hacia atrás y relájate. Y si disfrutas mucho con esta postura, invita a tu pareja a verlo, y que se masturbe viéndote disfrutar;

• • Sobre los labios vaginales: Con una presión más fuerte provocaremos una vibración muy agradable que se transmitirá al clítoris y todos los genitales;
  • Sobre los pezones: Dependiendo de su sensibilidad podemos ir a chorros más puntuales y fuertes o algo más suave;
• En el hombre:
  • En los genitales se aplica sobre el glande o los testículos: Mucho cuidado con pasarse con la presión en ambos casos, que puede ser doloroso;
  • El pecho y los pezones suelen ser menos sensibles que la mujer, pero hay hombres a los que les encanta;
• En ambos sexos se puede presionar sobre el perineo o el ano.

Además de la presión, podemos jugar con el calor del chorro, buscando contrastes que nos sorprendan. Pero cuidado con pasarnos: el frío puede ser desagradable, y no hay nada peor que escaldarse los genitales. Y si tenemos la suerte de tener una ducha de varios chorros o un jacuzzi, sólo tenemos que orientarlos de forma que nos estimulen las zonas más sensibles, o acercar estas zonas a los chorros.

Y además tenemos una gran variedad de juguetes sexuales relacionados con el agua. Lo más importante es diferenciar si son «resistentes al agua» o «sumergibles»: en los primeros podremos mojarlos en la ducha, pero no hundirlos en el baño. Algunos ejemplos:

• Los patitos vibradores: Muy sutiles, son simples patitos de goma que tienen un aspecto muy inocente pero que apretándolos se convierten en vibradores externos. Especialmente indicados para ellas, también pueden usarse en hombres;

• Vibradores resistentes al agua o sumergibles;
• Dildos con ventosa: Pueden aplicarse fácilmente en los azulejos, de forma que disponemos de un pene a la altura que queramos;
• Esponjas vibradoras: Son esponjas que tienen dentro una bala vibradora, así que hacen la misma función que el patito vibrador, aportando más humedad y jabón;
• Juguetes que se conectan a la salida de la ducha (ejemplo 1, ejemplo 2), y que incorporan la entrada de agua en el interior del cuerpo, por lo que pueden usarse como enemas.

Por supuesto podemos combinar todas estas posibilidades con el jabón (los hay comestibles), las posturas, etc. Vamos, que el agua nos da un gran repertorio de posibilidades que tenemos que experimentar!!