Llegan las vacaciones, el calorcito, la playa y el descanso. Y con un cuerpo descansado y una cabeza relajada nuestra vida sexual recobra su energía: Estamos más sensuales y tenemso más ganas de sexo. Las vacaciones son un momento estupendo para tantear nuestra verdadera sexualidad, hasta dónde nos gustaría llegar y si queremos probar algo nuevo. Una forma relajada de hacerlo es llevar un diario ficticio de nuestras vacaciones, una versión erótica de nuestra vida en la que incluiremos todo aquello que nos apetecería probar y cómo nos gustaría que fuera cada día. Luego lo compartiremos con nuestra pareja y así descubriremos nuestra verdadera sexualidad. ¿Te atreves?
La idea es sencilla: Nos llevamos un diario a nuestras vacaciones, y lo llenamos con una versión erótica de nuestra vida. Es decir, al final de cada día escribimos una página sobre lo que nos ha ocurrido, pero siempre aderezándolo con lo que nos hubiera gustado que pasara para convertirlo en un día muy sensual y erótico. Puede ser algo tan sutil como una descripción del cuerpo del chico/a que se nos ha tumbado al lado en la playa, centrándonos en cómo se le metía el bañador por el trasero, dejándole sus preciosas nalgas a la vista y excitándote enormemente, o algo tan sexual y directo como inventarte una vida de orgías e intercambio de parejas con los vecinos. Suele ser interesante el alternar momentos eróticos con sexo duro, de forma que no llegue a ser repetitivo.
Lo más importante es basarse en la vida real, en lo que te ha pasado ese mismo día. De esa forma no tienes que inventarte mucho, y tienes un sitio por el que empezar. Además así te verás más representado/a, y te identificarás más con tu diario «erótico». Así que sólo tienes que decidir qué podría haber sucedido durante ese día para convertirlo en un día casi perfecto a nivel erótico: Qué te hubiera excitado, qué podría haber hecho tu pareja para que estuvieses a cien, imaginar una fantasía con alguien que te has encontrado, etc.
El diario irá cogiendo un «estilo»: Si hablas de fantasías muy duras pasará a ser casi sado, si te va lo sutil será más erótico y centrado en las sensaciones ligeras, etc. Pero ahí está lo bueno: Pasará a representar lo que te gusta sexualmente! El cómo lo haga no debe preocuparos, os irá saliendo de forma natural según vayáis escribiendo.
Por ejemplo si vamos a disfrutar de una discoteca a la noche al día siguiente podemos escribir cómo nuestra pareja nos llevó a una esquina oscura y empezastéis a tocaros y acariciaros todo el cuerpo. Si te va el exhibicionismo puedes imaginarte cómo acabastéis haciendo el amor y la gente os miraba al pasar. O cómo os masturbábais uno al otro bajo la ropa. Se te pueden ocurrir muchísimas cosas!
Una vez hallamos escrito cada día lo compartiremos con nuestra pareja, y aquí es donde viene lo bueno: Le estamos comunicando a nuestra pareja qué nos hubiera gustado, lo que nos hubiera excitado, de una forma indirecta. Lo que tiene que hacer es disfrutar de la historia y aprender, así de fácil!! Eso sí, siempre hay que tener presente que son fantasías, y que si en el diario estás disfrutando de las vistas del cuerpo desnudo del vecino/a, eso no quiere decir que tu pareja tenga que ponerse celoso/a. Es una fantasía, algo imaginado.
Así que al final del día vuestra pareja lee vuestro «día erótico» y luego lo comentáis, qué os ha gustado más y por qué. Por supuesto existe la posibilidad de que los dos tengáis vuestros diarios y los compartáis al final del día, lo que os da el doble de posibilidades de disfrutar y descubrir algo nuevo del otro.
Esta idea se puede llevar a cabo en cualquier momento, no sólo en vacaciones. Pero la época de vacaciones se presta más: Tenemos más tiempo para ponernos a pensar y escribir, estamos fuera de la rutina diaria del resto del año y nos pasan más cosas interesantes que podemos poner en un diario, podemos compartirlo más fácilmente con nuestra pareja, etc. Pero si nos ha gustado esta idea y nos sentimos cómodos escribiendo esta versión erótica de nuestra vida, podemos llevarla también al día a día después de las vacaciones. Nos exigirá un poco más de imaginación el encontrar cosas nuevas para cada día, y si no queremos que se estanque necesitaremos algunas tramas largas (p.ej. un jefe muy sensual, un agujero en el baño, etc).
Un último consejo: Por si acaso vuestro diario cae en manos de alguien que no sea vuestra pareja (p.ej. vuestra suegra!!!), os recomendamos no usar vuestros nombres reales. Para que no se haga difícil podéis cambiar los nombres pero mantener la primera letra: Si te llamas Javier en la vida real puedes pasar a ser Juanjo en el diario ficticio. Esto hace que sea fácil de seguir, pero nadie pensará que estás hablando de ti mismo/a.
Así que a usar vuestra imaginación estas vacaciones: Lo primero es buscar o comprar un diario, y luego acostumbraros a la rutina diaria de escribir un poco. Y a ver si alguien se atreve a compartir esas fantasías jadeantes y húmedas!!
1 comentario
Anonimityx2 · 08/08/2012 a las 7:41 am
No está mal la idea, con la de burradas que se me ocurren cuando estoy en la playa