Ideas – cupones sexuales

La sorpresa o la tensión sexual previa al sexo son casi tan agradables como el mismo acto sexual! Por ello os proponemos una idea para aderezar vuestra vida sexual, empleando cupones sexuales: Cada uno tiene que hacer cinco cupones sexuales y esconderlos por la casa, a la espera de que el otro los encuentre y los canjee. Y puede encontrarlos en cualquier momento!

Material: los cupones

Los cupones sexuales son una idea muy sencilla: Un papel estilo «vale» en el que pones una actividad sexual por la que se puede canjear ese cupón. Es decir, es un papel que le permite a tu pareja venir donde ti y «exigirte» que le hagas esa actividad sexual. En los sexshops podéis encontrar cheques con esta idea, pero es mucho más divertido hacerlos uno mismo, aunque no sean tan bonitos estéticamente. Así que coge el word o el programa que prefieras y móntante una cuadrícula donde poner cada una de los cupones, los recortas y listo!

Lo segundo es qué actividades poner en los cupones. Evidentemente deberían ser actividades que ninguno se niegue a realizar, y que no se salgan de vuestra zona de confort, o, si os sentís aventureros, en vuestra zona de aprendizaje (cosas que os gustaría probar pero no tenéis muy claro si lo váis a practicar regularmente, como comentamos en otro post). Nuestra propuesta es una mezcla con la siguiente proporción:

• Una mayoría de actividades de la zona de confort, es decir, que practicáis habitualmente, pero que «benefician» claramente a uno de los dos, o que le gustan mucho más a uno que al otro;
• Alguna actividad un poco «aventurera», como hemos dicho antes. Vamos, algo que hayamos hablado que nos gustaría probar pero nunca hemos acabado de hacer. Esto le dará el toque picante que convertirá la actividad en algo más innovador.

Otras recomendaciones:

• Es mejor que sean actividades que se puedan canjear inmediatamente o casi al momento, es decir que no requieran de una preparación larga. Vamos, un striptease puede estar bien, pero la actividad de preparar un harén puede ser excesiva;
• Definirlos un poco más, para que las cosas estén claras: «sexo oral hasta acabar» en vez de sólo «sexo oral», «striptease de 10 minutos» en vez de sólo striptease.

Algunos ejemplos clásicos son:

• Un striptease
• Sexo oral
• Un masaje sensual
• Unos azotes

Ya véis por dónde va la cosa!

La actividad

Así que preparamos unos cupones con un hueco en blanco, es decir, un texto en el que pone «Vale por ____________ de _____ a ______», los imprimimos y aquí empieza la actividad:

• ¿Cuántos cupones? Pues depende de cuánto queráis que se alargue la actividad, pero os recomendamos empezar por cinco. Si os ha gustado siempre podéis hacer una segunda ronda con ideas más agresivas y mejor escondidas;
• ¿Dónde está el límite? Lo hemos comentado antes, pero siempre es buena idea hablarlo y quedar de acuerdo en unos límites aproximados: poner cosas «aventureras» o no;

• ¿Quién pone los cupones de quién? Lo más fácil es que cada uno escriba los cupones que va a realizar, es decir, si yo escribo el cupón de sexo oral es que yo le practico sexo oral a mi pareja. De esta forma tengo un control completo de lo que tendré que llegar a hacer y las sorpresas serán menores. Una versión más arriesgada es que cada uno escriba los cupones que va a recibir, es decir, si yo escribo el cupón de sexo oral es que mi pareja me tiene que hacer sexo oral. De esta forma escribimos lo que queremos recibir, y será una sorpresa lo que le tendremos que hacer a nuestra pareja. Evidentemente requiere más confianza, así que puede dejarse para esa segunda ronda que hemos hablado antes;
• ¿Dónde esconderlos? Ni demasiado fácil ni que lo encuentre dentro de diez años. Lo mejor es dejar un par facilitos y el resto ponerlos algo más difíciles. Y evidentemente no podemos estar mirando cuando nuestra pareja los esconde, así que lo mejor es darnos un tiempo de un par de días para poder esconderlos tranquilamente, sin que el otro se entere;
• Empieza el juego!!: Pasados esos días para esconder los cupones podemos empezar a buscarlos, y si los encontramos podemos canjearlos inmediatamente. Esto es lo más divertido, pero podemos añadir la regla de que puedes canjear la actividad  cuando quieras si no te apetece en ese momento;
• ¿Y si no los encontramos? Imagínate que pasan unos días y quedan cupones por encontrar, y queremos acabar el juego (si no es así siempre podemos dejarlos ahí hasta que los encuentre dentro de unos meses). Pues entonces damos una ayudita «guiada»: Una tarde le toca a uno y la siguiente al otro. Al que le toca tiene que «guiar» a su pareja a uno de los cupones diciendo «frío» o «caliente» hasta que lo encuentre.

Con esto estaremos entretenidos unos cuantos días, pendientes de si nuestra pareja encuentra alguno. La tensión y la falta de control son una sensación muy agradable durante un tiempo limitado. Nuestra rutina sexual se romperá completamente, y con un poco de suerte descubriremos algo más sobre nuestra pareja! Además, si nos ha gustado especialmente el juego siempre podemos hacer otra ronda al de un par de meses, incorporándoles las variaciones que os hemos comentado. Así que a pensar qué vas a pensar en tus cupones!!