Generales – sexo en lugares públicos

Los lugares públicos son un sitio muy excitante en el que tener relaciones sexuales, o por lo menos darle un poco de erotismo a la vida. Pero tiene sus propios problemas, podemos atraer a mirones indeseados o encontrarnos en un lugar de sexo en grupo. Para no encontrarnos con sorpresas imprevistas (o buscarlas si nos apetece la experiencia o tenemos curiosidad) vamos a comentar las prácticas de sexo en lugares públicos: Sexo con desconocidos, dogging, cruising, cancaneo, etc.

Ya hemos comentado en otros posts los sitios públicos más habituales para practicar relaciones sexuales:

• La playa: Ya sea entre las dunas o entre las rocas, la playa es un sitio increíble: el sol sobre la piel y el sonido del mar. También es un sitio donde es muy facil que nos pillen si no tenemos cuidado, al no poder ponernos a cubierto;
• Los aparcamientos públicos: Los aparcamientos de parques, polideportivos, etc suelen ser grandes zonas asfaltadas, donde los coches se sitúan por la noche a una distancia prudencial para mantener la intimidad de los ocupantes;
• La azotea de nuestra vivienda: Si no nos pilla un vecino no tendremos ningún problema;
• El monte: El sitio más privado, dado que es facil buscarse un sitio oculto y los paseantes suelen ser escasos. Sin embargo los miradores y aparcamientos de inicio de rutas son algo más difíciles.

Sin embargo hay dos posibles problemas que pueden pillarnos por sorpresa: el cancaneo y el voyeurismo.

El cancaneo: Dogging y cruising

El cancaneo consiste en practicar relaciones sexuales en lugares públicos, a menudo con desconocidos. Aunque tiene varios nombres, se suele conocer como dogging el cancaneo heterosexual y cruising el cancaneo homosexual. El cruising es mucho más potente e incluso dispone de aplicaciones móviles para facilitarlo.

Algunos elementos habituales en el cancaneo heterosexual pueden ser:

• Una pareja o grupo realizando actividades sexuales y muchos mirando (y hasta comentando)
• Una mujer con varios hombres a la vez o mujeres mayores con hombres jóvenes (ellas siguen siendo el elemento limitante y por lo tanto deciden)
• Gente rondando y simplemente cotilleando

El cancaneo suele practicarse en zonas apartadas, ya que la policía intentará impedir el sexo en público (aunque el sustento legal sea escaso). Así que por ello estos lugares no suelen ser muy conocidos: En el momento en el que uno de ellos se convierte en conocido suelen pasar el siguiente proceso:

• Primero se llena de hombres buscando sexo facil
• Segundo aparecen los problemas, dado que la gente que estaba usando el sitio se ve desplazada
• Tercero llega la policía, dado que ya no puede hacer «la vista gorda» y los vecinos se quejan indignados

Con lo que los sitios conocidos para el cancaneo suelen acabar desapareciendo. El caso más famoso, y que todavía se mantiene, es el de la playa francesa Cap D’Agde, que es internacionalmente conocido. En algunos sitios web podemos encontrar algunos comentarios sobre los distintos sitios, pero nada demasiado claro. Por lo demás las quedadas con contacto suelen hacerse con cuidado, para que no se conviertan en masivas.

En general los lugares de cancaneo heterosexual suelen estar asociados a alguna de las siguientes zonas:

• Zonas nudistas / naturistas: Playas nudistas o zonas naturistas, para desmayo de los nudistas creyentes que no quieren que la sociedad los asocie con este tipo de actividades. El hecho es que los nudistas tienden a ser más liberales y abiertos, y por lo tanto aparecen los grupos de cancaneo;
• Lugares de intercambio de parejas (swingers): En el mismo aparcamiento de estos lugares o en la playa más cercana. Una vez que vas a esa zona ya sabes lo que hay por las cercanías.

Estas zonas suelen tener más afluencia en la época de verano: El clima nos facilita el sexo al aire libre. Además las zonas turísticas suelen atraer a turistas que se sueltan más al estar de vacaciones, ya sean doggers o no.

Aparte de playas y aparcamientos podemos encontrar cancaneo en parques públicos (cuanto más grandes, mejor), baños públicos (normalmente de medios de transporte), áreas de servicio, polígonos industriales (que por la noche están abandonados)… También hay quedadas de cancaneo en sexshops o locales, pero ya no podemos decir que sea sexo en lugares públicos, ni que puedas encontrártelos sin querer.

Lo importante del cancaneo es saber dónde nos estamos metiendo. Puede que nos parezca una buena idea ir a disfrutar de un poco de sexo a la luz de la luna en nuestra playa favorita, y al llegar ahí darnos cuenta de que tenemos un grupo de personas deseando unirse. Vamos, que una playa perfectamente normal durante el día puede ser un sitio de cancaneo reconocido por la noche. Aún peor si una pareja heterosexual se cuela por ignorancia en un sitio de cruising…

Lo segundo es saber que el cancaneo tiene sus reglas, como podemos ver en ElRatoncito.com o en ElBlogDeSexo.com:

• «No» significa «no», sin necesidad de dar explicaciones
• Se puede tocar sin permiso verbal, aunque por educación es mejor cruzar una mirada con uno de los participantes, y si no te apartan la vista puedes seguir adelante
• En el coche: Si la luz está encendida puedes mirar, si la ventana está bajada puedes tocar y si la puerta está abierta puedes unirte
• Sexo seguro: Preservativo siempre

Para que os hagáis una idea del nivel que alcanza esta práctica no tenéis más que visitar el foro de Asturiex, con apartado especial para el tema, o ver la cantidad de anuncios que hay en MilAnuncios.com. Podéis encontrar varios sitios en ElLadoTurbio, y comprobar si vuestras zonas preferidas pueden sorprenderos a ciertas horas o ciertos días.

Voyeurismo

El voyeur o mirón es alguien que se excita con el hecho de ver la práctica del sexo. Aquí tenemos que diferenciar el voyeur por elección (el que sólo quiere mirar porque es lo que disfruta) del voyeur por obligación (el que mira porque no consigue participar). En cualquier caso es una práctica muy relacionada con el cancaneo, casi simbiótica: Hay individuos que se excitan cuando otros les ven practicando sexo, y los voyeurs les dan este servicio 🙂 .

Por lo tanto todas las zonas de cancaneo o intercambio de parejas suelen tener sus correspondientes voyeurs. Pero también los podemos encontrar en los alrededores de las zonas nudistas o playas normales, en zonas apartadas en busca de topless o parejas fogosas.

Así que un encuentro indeseado con un voyeur puede sorprendernos pero no debería ser más que un malentendido. Si vamos con nuestra pareja a una zona apartada buscando intimidad podemos darnos un buen susto al oir un ruido y ver a un hombre mirándonos tranquilamente. Aunque pueda parecer una falta de educación y una intromisión en nuestra intimidad no podemos olvidar que estamos en una zona pública y por lo tanto él considera que le hemos «invitado» a ver el show, a menos que digamos lo contrario.

Sin embargo no puede permitirse en ningún caso que se nos grabe o hagan fotos (a menos que queramos, pero evidentemente no es recomendable). Hay varios sitios que promueven este tipo de contenidos e incluso comparten las localizaciones donde «pillar» a parejas en actos sexuales. Los «picaderos» más conocidos suelen ser visitados a menudo por este tipo de mirones. Por supuesto el sexo nocturno dificulta el ser grabados (cuidado que algunos emplean sistemas de visión estelar o nocturna).

La clave para evitar a los voyeurs es evitar los sitios más conocidos, por lo que os recomendamos comprobar si los sitios que empleáis están en esas listas, y si es así, evitarlos.

Conclusión

El sexo en lugares públicos es algo muy divertido, pero siempre tendremos que estar atentos al ambiente en el que nos estamos metiendo. Si vemos individuos aislados paseando sin rumbo, o gente interesada en los viandantes (en vez de dedicarse a lo suyo), podemos estar colándonos en una zona más visitada y concurrida de lo que creíamos. Si nos gusta este ambiente, estupendo y a por el toro. Pero si no nos gusta, o simplemente estamos buscando otra cosa (un buen rato con nuestra pareja), es mejor que nos aseguremos antes. Infórmate y evita los sitios más concurridos, y te evitarás malos rollos!