Generales – sexo con calma

Normalmente os recomendamos ideas para aumentar vuestra pasión y acabar haciendo el amor en un derroche de energía y deseo, pero esta vez vamos a proponeros justo lo contrario: hacer el amor con calma, disfrutando de todas las sensaciones del sexo, aprovechando para probar cosas nuevas y prolongar la relación. ¿A que suena bien?

El sexo pasional, con prisa o sexo duro, es estupendo: el deseo nos hace perder el control, nos excitamos y nos retro-alimentamos hasta que explotamos en un orgasmo! Pero en esta entrada vamos a proponeros todo lo contrario: hacer el amor con toda la calma posible, alargando el placer y disfrutando al máximo de cada momento.

Así que estamos buscando el opuesto al sexo rápido o quickie, o al sexo por sorpresa («aquí te pillo, aquí te mato»). Queremos un sexo tranquilo que potencie cada sensación, y disfrutarlo todo tanto como sea posible. Es decir, disfrutar de todo el proceso de la excitación, sin concentrarnos en llegar al orgamos. Y que llegue cuando tenga que llegar!

Cuándo y dónde

El momento y el lugar tienen que ser aquellos que nos permitan estar relajados, sin ningún tipo de interrupciones, y con mucho tiempo por delante. Un gran ejemplo es un fin de semana, cuando nos despertamos poco a poco en la cama, y no tenemos nada que hacer.

Cuanto más tranquilo y relajado sea el ambiente, mejor todavía. Y también puede ayudarnos a no acelerarnos el estar haciendo algo simultáneamente. Una opción puede ser escuchar música tranquila, mientras leemos o mientras vemos alguna película. El caso es que si estamos distraídos podremos aguantar aún más.

Todo esto implica que hay que apagar los móviles, no tener ninguna cita, etc. Dedicarse únicamente a la relación! Así que la primera idea que tenemos que tener clara es que vamos a necesitar tiempo de calidad.

Durar y durar

La primera gran ventaja del sexo con calma es que podemos prolongar la relación mucho más. Estamos hablando de tener relaciones durante más de una hora!

Esta excitación tan prolongada puede tener consecuencias negativas a las que tenemos que estar muy atentos: el clásico dolor genital. Si nuestros genitales están excitados durante mucho tiempo acaban doliendo, debido al exceso de tensión e irrigación. Y aunque es más común en varones (el blue-balling), también se da en mujeres. Así que en cuanto notemos la más mínima incomodidad o molestia en esas zona es cuando ya nos tenemos que plantear el dejar los juegos e ir a por el orgasmo! Nada de retrasarlo o pensar que la molestia se va a ir: la zona tarda mucho en relajarse, y la forma más rápida de conseguirlo es con un orgasmo.

Hay otra posibilidad para prolongar la relación: en vez de mantener una excitación constante podemos buscar un nivel menor, más erótico, e intentar prolongarlo durante todo el día. Es decir, dedicarnos a mantenernos ligeramente excitados durante todo el día: de vez en cuando te acercas a tu pareja y le metes mano, le acaricias, le practicas un poco de sexo oral, le haces un show… y al de un rato lo dejas. Y a ver cuánto tiempo podéis aguantar!

Beneficios

Primer beneficio: nos pasamos mucho más tiempo disfrutando del sexo! Tan sencillo como eso: prolongamos el placer y además cambiamos nuestro sexo habitual, rompiendo toda rutina.

Segundo: el sexo con calma es mucho más íntimo. Disfrutamos más de cada roce, de cada beso, de cada sonrisa pícara… la complicidad es una parte estupenda del erotismo en la pareja, y prolongando el jugueteo erótico la explotarás al máximo.

Tercero: nos ayuda a probar cosas nuevas, porque vamos poco a poco, sin presión ni prisa alguna. No estamos buscando excitarnos rápidamente para llegar a la penetración y al orgasmo, sino deleitarnos en cada sensación que nos pueda dar el sexo.

Y por último: nos puede ayudar a resolver problemillas sexuales. Al tomarnos las cosas con calma deliberada e ir consiguiendo una excitación gradual y constante van a desaparecer muchos problemas psícológicos. Vamos, que nos quitamos todos los miedos y presiones en el sexo, y por lo tanto se minimizan problemas como el vaginismo, falta de lubricación, problemas de erección… Es decir, que si últimamente tienes alguno de estos problemillas por la tensión, salud, falta de sueño o cualquier otro motivo, búscate un día para el sexo con calma.

Variantes

El sexo tranquilo y relajado no es nada nuevo, y ha tenido muchas variantes:

• El sexo tántrico o neotantra es una práctica sexual basada en evitar el orgasmo todo lo posible, porque acaba con la relación. Es decir, que el orgasmo es negativo porque acaba con el placer. Busca el desconectar de toda preocupación y concentrarse en la sensación de placer, llevándola al límite. Sexualidad al máximo!
• Petting o magreo: esta práctica busca el placer sexual sin penetración, reviviendo épocas adolescentes de besos, caricias y masturbación mutua. El limitar la penetración se convierte así en un elemento excitante que nos dará placer de otras maneras
• Sexo karezza: la última moda es dejar a un lado los genitales en los juegos sexuales para dedicarle tiempo al resto del cuerpo. Buscar zonas erógenas secundarias con besos y caricias, alargando el placer en el placer común.

Ideas para prolongar el sexo con calma

Todas estas prácticas sexuales tienen en común el no buscar el orgasmo, sino que buscan disfrutar de la relación hasta que aparezca el orgasmo. En general podemos servirnos de las siguientes ideas:

• Relajación y sin estrés: si no estás totalmente relajado dedícale un tiempo antes a respirar profundamente, y aprovecha para dejar de pensar en cualquier otra cosa que no sea tu pareja.
• Atentos al deseo: cuando nos demos cuenta de que nos estamos acelerando tenemos que intentar relajarnos y parar el ritmo. Y ayudar a nuestra pareja cuando le pase a él / ella, claro
• Por todo el cuerpo: la piel es el órgano sexual más extenso, así que intenta excitarla por completo. Prueba todas las zonas erógenas secundarias, por muy raras que se os hagan!
• Dedicación a fondo: concéntrate en una zona hasta conseguir que se excite como nunca (worshipping): elige los pezones, las nalgas…

• Concéntrate en las sensaciones y déjate llevar: cierra los ojos y dedica todo tu cuerpo a las sensaciones, concentrándote en el más mínimo placer para que aumente y te haga vibrar
• Muy cariñosos y delicados: caricias, besos, lametones, chupones… por todo el cuerpo! La intimidad os dará un nivel de placer adicional, así que buscad rozar vuestros cuerpos por todos lados. También es interesante mantener el contacto visual lo máximo posible, para compartir la experiencia

• Probar cosas nuevas: ten una mentalidad abierta y juguetona, dispuesta a probar cosas nuevas. Si no te da ningún placer pasas a otra cosa, pero estate atento/a a cualquier sensación agradable
• Evita la penetración: caricias, masturbación, sexo oral, besos, rozamiento de genitales sin penetración… lo que sea menos la penetración habitual

• Nada de excitación puntual muy fuerte: nada de sexo duro, azotes o golpes, dominación, etc. Buscamos cosas más suaves, como masajes, lamer los dedos, baño en pareja, etc.

Así que piénsate cuándo puedes conseguir unas cuantas horas tranquilamente con tu pareja y disfruta de una buena sesión de sexo relajado y muy íntimo!