La comunicación es básica en una pareja, pero la comunicación en el sexo es necesaria para aumentar nuestro placer. Está claro que queremos saber lo que le gusta o no a nuestra pareja, pero la cosa se complica cuando tenemos en cuenta que nos gustan cosas distintas cuando estamos excitados, cansados o estresados, o simplemente que nuestros gustos van cambiando con la práctica sexual. Así que tenemos que dejarle muy claro a nuestra pareja cuánto nos ha gustado lo que nos está haciendo, dentro de una escala que nos permita comparar. Y qué mejor que los puntos del 1 al 10!!!
Antes de explicar cómo puntuar, vamos a dar un boceto de la idea de la zona de confort. Si no te apetece leer, vete directamente al siguiente punto y a disfrutar!!
Sobre la zona de confort
Ya hemos comentado en varios posts que nuestros gustos sexuales van cambiando con nuestra experiencia, lo que se suele expresar como que «se expande nuestra zona de confort». La zona de confort es el conjunto de prácticas sexuales con las que nos sentimos cómodos. Si nos lo imaginamos como un círculo dibujado en un papel, las prácticas que queden dentro del círculo serán las que hagamos habitualmente. Cuanto más cerca esté la práctica del centro, menos nos sorprenderá. Así que las que estén cerca del centro serán las que ya no nos aportan mucho, y apenas practicamos.
Justo fuera de la zona de confort hay una corona (un círculo concéntrico mayor), que es la zona de aprendizaje: Prácticas que vamos probando de vez en cuando, pero todavía no sabemos si nos gustan. Es una zona de frontera, que a veces podemos visitar pero otras no queremos ni ver, a menudo dependiendo de nuestra situación emocional, nuestras energías, etc. Cuando probamos una actividad de esta zona, nos gusta y la incorporamos a nuestro repertorio habitual, se entiende como que la zona de confort se ha expandido en la zona de aprendizaje hasta englobar a esta actividad.
Y fuera de la zona de aprendizaje está la zona de pánico o rechazo, que básicamente son las prácticas que no pensamos probar. Lo normal es que con el tiempo la zona de confort vaya creciendo, comiéndose parte de la zona de aprendizaje, y ésta a su vez se vaya expandiendo cogiendo cosas de la zona de pánico. En algunos casos puede darse un proceso a la inversa: prácticas que creíamos que podían gustarnos resultan sernos desagradables y pasan de la zona de aprendizaje a la del pánico.
Esto es aplicable a todo en nuestra vida, pero está claro que en el sexo es de lo más normal: Lo que practicábamos de adolescentes suele volverse aburrido conforme aumentamos nuestra experiencia sexual, y buscamos actividades más atrevidas. Un aspecto importante de esta evolución es la confianza: si no confías en tu pareja no estás tan preparado para probar cosas nuevas. Y es por esto por lo que es tan importante la comunicación durante el sexo.
Como hemos comentado, la comunicación tiene el problema de que a menudo no nos apetece probar cosas nuevas: quizás estamos cansados porque hemos dormido mal, o tenemos muchas cosas en la cabeza por culpa del trabajo, o simplemente estamos un poco bajos anímicamente. El caso es que nos apetece quedarnos en la zona de confort, bien tranquilos y seguros de no encontrarnos nada raro. El problema es: ¿cómo lo sabe nuestra pareja? Hay que dejárselo claro!!!
Menos charla, quiero empezar ya!
Vale, una vez recalcada la importancia de la comunicación vamos a proponeros que le vayáis dando indicadores de puntuación a vuestra pareja, del 0 al 10. Se entiende que un cero significa algo así como «no vayas por ahí que vas muy mal!!», mientras que un diez es un «sigue, sigue, y no pares por tu madre!!». Entre estos extremos hay un montón de posibilidades, pero la idea se basa en que nuestra pareja pueda saber claramente cuánto nos está gustando lo que está haciendo, y que sepa si debe seguir o no sin tener que «leernos la mente».
Es cierto que puede ser un poco raro ir diciendo números, así que lo primero es hablarlo y probarlo como experimento. Os lo recomiendo, al menos probadlo. Y por supuesto tendremos que suavizar la dureza de los números: por ejemplo un ocho deberíamos decirlo con unos gemidos estilo «mmmh, ahí cariño, ocho, ocho!», mientras que un pobre tres debería ser algo como «ayyyy, tres, sólo tres».
Tampoco podemos dejar que esto sea el objetivo de la relación: Si nos cansamos de ir cantando números como la lotería, lo dejamos por ese día y ya está, con los gemidos tendrá que valer. Pero si lo vamos haciendo nuestra pareja puede preguntarnos por el número en cualquier momento, lo que quiere decir que necesita información sobre si lo está haciendo bien o no.
Como último punto positivo de esta actividad veremos que es mucho más fácil hablar de lo que nos ha gustado en el sexo: «¿por qué bajamos al dos cuando te estaba haciendo ….?». Se pierden las ambigüedades y descubriremos muchas cosas de lo que nos gusta y lo que no. Así que háblalo ahora mismo con tu chico/a y la próxima a ponerlo a prueba!!! 😉
4 comentarios
Ideas – sexo duro » Sexo para parejas | Sexo para parejas · 16/01/2013 a las 5:03 pm
[…] gracia, ese toque de “salirnos de las normas” que tanto nos excita. Como ya comentamos en otro post, son actividades o comportamientos que están fuera de nuestra zona de […]
Juegos – noche de pruebas » Sexo para parejas | Sexo para parejas · 27/01/2013 a las 4:05 pm
[…] La idea es escoger actividades que estén en nuestra “zona de aprendizaje”: esas actividades sexuales que no sabemos si nos van a gustar o no, pero que estamos dispuestos a probarlas (más sobre la zona de confort, de aprendizaje y de pánico en este post). […]
Generales – ambientes o tipos de sexo | Sexo para parejas · 04/01/2014 a las 6:05 pm
[…] el sexo de las pruebas, del buscar algo nuevo y de probar dónde está nuestro límite, salirnos de nuestra zona de confort. Es el mejor aliado frente al sexo rutinario, el que busca cualquier cosa nueva y sorprendente. La […]
Preguntas - cómo moverme bien cuando estoy encima, ayudenme - Sexo para parejas · 22/04/2016 a las 1:51 pm
[…] Al caso: Si no has tenido muchas relaciones ya te darás cuenta de que cada persona es un mundo y lo que le gusta a tu actual pareja puede no interesarle a la siguiente. Así que lo primero: Atiende a lo que te dice tu pareja. Aunque no lo diga claramente: Si gime de placer cuando haces algo, acuérdate y repítelo! Y si está callado será que no le atrae. Y si no consigues que diga nada, pregúntale directamente, o que te puntúe! […]