Generales – los juguetes sexuales (I)

Hoy en día hay una enorme variedad de juguetes sexuales, y cada mes salen al mercado modelos nuevos. Los juguetes pueden aportar distintos elementos a vuestra vida sexual: un poco de variedad, salud, más placer, etc. Aprovechando que están cerca los Reyes Magos vamos a ver qué podemos encontrar en el mercado de los juguetes sexuales.

La base de los juguetes sexuales es todo lo que pueden aportar a nuestra relación sexual, y hay que verlos como un aliado y quitarnos el miedo a usarlos. Como dice BricoSexyGirl, el juguete es un amigo que puede dar mucho placer a ambos y no pretende robarnos a nuestra pareja ni sustituir a nadie.

La variedad

Si no has ido nunca a un sexshop a comprar algún juguete, lo primero que te puede impresionar es la enorme variedad de variantes que hay. Sí, está claro que tienes los típicos vibradores y las clásicas esposas, pero entre todos los artículos reconocibles siempre aparece algo que te sorprende. Vamos, que te sorprende hasta el punto de que no te imaginas cómo se puede usar, y eso sorprende mucho.

Además tenemos una enorme variedad de variantes de cada familia o «tipo de artículo». El caso más excesivo es el vibrador, con una extensa familia de tamaños, formas, colores, velocidades, etc. Apabullante, excesiva…

Así que el primer consejo es preguntar y preguntar hasta tener claras las diferencias entre un modelo y el de al lado, porque las hay: en precio, el tipo de pilas, si es sumergible o no, etc. Y si el sexshop es bueno, las conocen y te las explican. Nunca, bajo ninguna circunstancia, coger un artículo por impulso y comprarlo directamente.

Las marcas

Lo segundo que suele ser claramente visible suelen ser las grandes marcas, distinguibles por el empaquetado cuidado y uniforme. Estamos hablando de Fun Factory, Lelo, Shunga, etc. Estas marcas fabrican artículos de todas las familias, así que las puedes encontrar en todas las zonas.

Las marcas tienen su estrategia de diferenciación, que el dependiente del sexshop conocerá de sobra: Lelo, por ejemplo, se especializa en rediseñar juguetes con una estética muy cuidada, haciéndolos visualmente muy atractivos y convirtiéndolos en artículos de lujo. Vamos, quieren ser el Porsche de los juguetes. En cambio Fun Factory ha apostado por la personalización y el color, con lo que te encuentras con una docena de modelos de un juguete que sólo se diferencian en el color. Y vamos a ser sinceros, en esto el color no va a ser muy importante…

Por debajo de las grandes marcas están las marcas desconocidas, reconocibles por su empaquetado de inferior calidad y su precio inferior. Pero no te confundas: no quiere decir que su versión de conejito rampante sea mucho peor, pueden darte mejor calidad/precio.

Y así el segundo consejo es: No te dejes impresionar por el empaquetado o el diseño. Aquí lo que importa es la funcionalidad, para qué vale y cómo de bien encaja en lo que quieres, no el color o el paquete. Y eso se descubre preguntando en el sexshop, que te puede dar la información que necesitas (es decir, el primer consejo: pregunta).

Las familias

Los juguetes sexuales tienden a simplificarse en exceso al describirlos sólo por sus grandes familias: «un dildo», «un butt plug», etc. Como hemos dicho, la variedad hace que un dildo sea bastante distinto de otro, y cada cierto tiempo aparece un artículo que no encaja muy bien en las familias (p.ej. el WeVibe).

Pero aún así las familias son útiles para tener una generalización «a grosso modo» de lo que podemos encontrarnos. Vamos a ver las familias de juguetes sexuales más importantes:

•  Dildos: Juguetes de forma fálica destinados a la penetración vaginal. La principal característica suele ser el tamaño (longitud, diámetro), y la forma (si son curvados suelen estar diseñados para estimular el punto G);
• Vibradores: Probablemente la familia más numerosa, son generalmente juguetes de forma fálica con un motorcito dentro que le aporta una vibración. Pero hay una gran variedad: el famoso «conejito rampante» incorpora una extensión con su propio motor destinada a estimular el clítoris, hay vibradores con forma de lengua que no se usan en penetración sino sólo en estimulación externa, etc. Así que muchos son dildos con vibración, pero otros no tienen nada que ver con la penetración: Se pueden usar de forma genérica, tanto para él como para ella, y puede requerir algo más de imaginación (p.ej. estimular el perineo);

• Anales: En esta zona los juguetes se diferencian claramente de los dildos por tener un tope o «empuñadura» que impide que el juguete entre totalmente (el recto no tiene un final como la vagina). Lo más normal son los butt plugs o dilatadores anales, destinados a facilitar el sexo anal. Un caso particular son las bolas tailandesas, algo así como una ristra de bolas que se introduce en el ano y se va sacando poco a poco, produciendo placer con cada bola. Otro caso son los estimuladores masculinos, con una forma en S extraña, que buscan estimular la próstata;
• Masturbadores masculinos: Uno de las pocas familias destinadas únicamente a varones, ya hemos comentado sus variantes en otro post. En general suelen ser cilindros con distintas rugosidades internas en las que se introduce el pene y produce una mayor sensación durante la masturbación. El más visible son los «huevos» (Egg, de Tenga), con una estética muy reconocible. Vamos a hacer un post sobre los distintos modelos con ayuda de Zarzamora, que tiene mucha experiencia en esta familia;

• Las bolas chinas: Este producto merece mención aparte porque su uso no es sólo sexual, sino también por salud. Su uso fortalece el suelo pélvico de la mujer (los músculos en la base de la vagina) y suele ser recomendado por los ginecólogos. Por supuesto también fortalece el músculo pubococígeo, lo que mejorará los orgasmos de ambos. Eso sí, no son tanto para usarlas durante el sexo como para «prepararse», piensa en ellas como en unas pesas para la vagina;
• Bondage: Esta familia tiene un poco de todo: desde cuerda especial para atar, hasta fustas o esposas. En sexshops especializados también hay artículos de cuero, que tienen su propia estética pero suelen ser muy caros. No te dejes engañar, no todo lo que hay aquí es tan «duro»: los antifaces son algo muy fácil de usar, y no hay por qué usar la fusta para provocar dolor;

• Para el pene: No son muchos artículos, pero su uso está claro: son elementos que se ponen en el pene, con distintos usos. Los aros de silicona ayudan a mantener la erección, los que incorporan un vibrador buscan estimular el clítoris durante la penetración, y por último los extensores ayudan a aumentar la longitud del pene;
• Strapons: Son sistemas parecidos a cinturones que les permiten a las mujeres colocarse un dildo a forma de pene, para poder realizar penetraciones.

Creo que estas son las familias principales. Junto a ellas podéis encontrar otros productos que no son juguetes pero sí son de uso sexual: Juegos de mesa, cosmética erótica, lubricantes, geles, etc.

Con todas estas familias os damos un tercer consejo: No vayáis con una idea muy definida a un sexshop, disfrutad de informaros, ver productos nuevos y extraños que no os habríais imaginado, y después de verlos comprad lo que os haya interesado. Con la mente abierta tendréis muchas más probabilidades de encontrar algo que os haga disfrutar.

Y creo que esto es suficiente como resumen de lo que ofrece el mercado. Daros una vuelta por el sexshop más cercano y buscad vuestro regalo de Reyes, seguro que vuestra pareja os lo agradecerá!!