A veces tenemos gente alrededor o escuchando cuando queremos comentarle algo erótico o sexual a nuestra pareja. Os proponemos quedar en un lenguaje secreto entre nosotros para comunicar lo que nos apetece sexualmente, y así podremos usarlo en público!
Hay varias situaciones típicas: por ejemplo estás en una fiesta con tu pareja y la ves más atractiva que nunca, hasta el punto de que te apetece volverte a casa corriendo para desnudarla a mordiscos. Pero claro, tu pareja está charlando tranquilamente con sus conocidos y no coge las indirectas! Un par de horas más tarde ese momento especial ha desaparecido, y con él la experiencia sexual.
Otro caso habitual: tu pareja te llama por el móvil al manos libres mientras conduces, pero hay gente contigo en el coche. ¿No sería estupendo que te pudiese excitar con alguna sorpresa sexual sin que nadie se diese cuenta?
La solución es muy sencilla, y sobre todo muy divertida: quedar con nuestra pareja en un lenguaje secreto para nuestras propuestas sexuales. No hace falta que sea un lenguaje completo, sólo es necesario que tenga las ideas sexuales que más empleamos para empezar, y ya iremos añadiendo más según lo vayamos necesitando.
Para hacerlo aún más sencillo lo mejor es quedar en un tema clave que emplearemos para introducir los conceptos sexuales. Tiene que ser algo que podamos emplear en público normalmente, y que tenga suficientes variaciones como para poderlo usar durante bastante tiempo. Una posibilidad es el mundo de la cocina, por ejemplo:
- El horno puede ser la vagina, así que si ella nos dice que ha «puesto el horno a calentar» es que se está excitando. Y si nos dice que «el horno está ardiendo» es que hay que volver a casa corriendo! 😉
- Lo que metemos en el horno será el pene, por ejemplo la carne o el pan. La carne puede estar «preparada para el horno», «bien roja», etc.
Y así podemos hablar de «nos espera una buena sesión de cocina», «te toca limpiar el horno a ti», «me apetece mucho carne», «me apetece una salsa muy picante», etc. Y habrá que añadirle un concepto por cada actividad sexual que practiquemos: el anal podría ser «el grill», un dildo o juguete sexual podría ser «el termómetro», otros juguetes sexuales podrían ser «las especias», etc.
A este juego le podemos añadir la sorpresa: podemos añadir una nueva palabra o idea al lenguaje, sin avisar a nuestra pareja. A ver si es capaz de entender el significado!
Con este truquito podemos conseguir cierta intimidad sexual en público, y excitar a nuestra pareja con comentarios picantes! ¿Qué momentos se te ocurren en los que podrías utilizarlo?
1 comentario
maese · 23/05/2017 a las 6:26 pm
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