Este post es un aviso para aquellas parejas que están empezando en el anal, ya han dado los primeros pasos y ahora van más allá. El anal tiene que ser lento, no sólo por el posible dolor, sino que si intentamos una penetración profunda tenemos que tener en cuenta que el recto no es recto, tiene bultos y curvas. Por eso hay que hacer penetraciones cortas, cada vez un poco más.

En el oral y vaginal podemos hacer penetraciones profundas en las que sacamos el pene entero y volvemos a meterlo. En el anal no podemos hacer esto: aunque los esfínteres estén relajados, en el momento en que saques el pene va a considerar que ha expulsado heces y va a a cerrarse. Con lo que volverás al principio, a intentar que se abra.
Así que la estrategia es quedarse siempre dentro de los esfínteres, y hacer movimientos pequeños, de penetraciones cortas. El canal ya va a apretar el pene, así que no necesitamos el movimiento de penetración típico del sexo vaginal.
Y lo mismo al salir: poco a poco, los músculos están apretando el pene, así que no queremos dañarlos sacándolo rápidamente (hemorroides, fisuras, etc).
Ya estáis avisados, ahora a disfrutarlo!
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