Estamos acostumbrados a pensar que nuestra pareja tiene que hacernos disfrutar durante el sexo, mientras que la masturbación es darnos placer a nosotros mismos/as a solas. Pero el sexo no tiene estas barreras, así que os proponemos combinar la masturbación y el sexo con tu pareja para alcanzar una excitación y placer aún mayores!
A menudo esperamos que sea nuestra pareja la que consiga que lleguemos al orgasmo durante el sexo, y hasta podemos pensar que no es un buen amante o no somos compatibles si no lo consigue habitualmente. Incluso hay muchas personas que pasan a masturbarse después de la relación sexual si no consiguen llegar al orgasmo, ya sea cuando su pareja se queda dormida o en un momento privado al día siguiente.
Todas estas ideas son culturales, y hay que darse cuenta de que la masturbación es una parte más del sexo, que debería compartirse con nuestra pareja sexual, que para eso es nuestro/a amante y tenemos una intimidad con él o ella. Así que hay que ayudar a vuestro propio orgasmo!
¿Cómo hacerlo? Lo más fácil es con la masturbación: acariciarte mientras tu pareja te excita en otra parte de tu cuerpo. Por ejemplo si tu pareja no puede llegar a la zona de tus genitales y sientes que les apetece ser estimulados, toma tú mismo/a las riendas! Un ejemplo: tu pareja se ha puesto manos a la obra con tu espalda y tu trasero, acariciándotelo, mordiéndolo e incluso lamiéndolo… todo va muy bien, pero a tu entrepierna le apetece que le hagan caso. Si te acaricias aumentarás tu excitación y tu placer, y por tanto el de tu pareja!
La masturbación es una opción habitual en mujeres, especialmente en ciertas posturas: si una mujer necesita que le estimulen el clítoris para llegar al orgasmo y la postura sexual no lo consigue, es muy recomendable el complementarla con una masturbación. Por ejemplo si él está tumbado boca arriba, ella de rodillas encima dándole la espalda (postura 721): no hay estimulación del clítoris y él no llega a acariciarla, así que la mejor solución es que ella misma se acaricie. O alternativamente emplear un vibrador.
Otra opción para ayudar en tu propio orgasmo es enseñarle a tu pareja lo que te apetece. Esto es especialmente interesante en parejas recientes, o cuando tienes el día «aventurero» y te apetece salirte de la rutina. Digamos que te apetece algo fuerte en los pezones: en medio del sexo te pones a pellizcártelos, y cuando tu pareja se dé cuenta le llevas las manos a tus pezones. No hay forma de que no lo entienda!
Y esto sin hablar de que a muchísimos hombres y mujeres les excita ver cómo su pareja se acaricia, masturba, excita… Simplemente porque les hace ver que están muy excitados/as, y eso es en sí mismo excitante!
Sin problemas!
Puede ser que esta idea se te haga extraña, pero mira todas las ventajas que tiene:
- Le estás diciendo claramente a tu pareja qué te apetece
- Estás excitándote aún más, lo que hará que tu pareja disfrute más
- Puedes controlar la velocidad y asegurarte de llegar a un orgasmo simultáneo. No es que tenga que ser un objetivo, pero está muy bien! O retrasar el orgasmo para prolongar la relación…
- Puedes probar cosas nuevas sin tener que explicárselas a tu pareja enmedio de la relación y cortar toda la pasión. Si no te gustan lo dejas y punto, y si ves que te encanta le coges la mano a tu pareja y la llevas a donde te apetece!
Así que nada de «cortes» ni vergüenzas: tener una relación íntima implica poder decirle a tu pareja lo que te gusta. Y esto mismo es aplicable a la inversa: si tu pareja empieza a estimularse durante el sexo contigo no puedes pensar que es porque estamos haciendo algo mal, o que es algo «sucio»… nuestra pareja está buscando que la relación sea todo lo sexual y pasional que puede ser, así que atento y aprende lo que le gusta!
2 comentarios
Anónimo · 15/11/2013 a las 2:24 pm
siempre me ha dado corteeeeee
Faito · 19/11/2014 a las 8:38 pm
Meguta es sexo es mujere i es pene meló metería es culos de las mujere i las teta mes las comerías