Ideas – viendo porno

Si has navegado por Internet, te has encontrado con la pornografía (porn, pr0n, etc). También habrás visto que ése es el problema: hay demasiada, hasta el punto de que es difícil encontrar algo de calidad.

La pornografía puede ser empleada en la pareja como actividad erótica, exactamente igual que la literatura erótica. Es más, tiene algunas ventajas:

* No requiere tanta concentración: no hay que leer, sólo ver. Lo que nos deja más libres para lo importante, que es nuestra pareja;
* Es más visual. En general creo que los varones somos más visuales: nos afecta más ver que imaginar;

También tiene sus desventajas e inconvenientes:

* También necesita un ordenador, lo que hace la situación algo menos erótica (ya pasamos demasiado tiempo delante de una pantalla, creo yo). Una posibilidad es descargar los contenidos a una memoria multimedia con mando a distancia, y usarla enchufada a la tela;
* Los contenidos de fotografías son lentos y aburridos (al menos esa es mi opinión), así que creo que deberíamos limitarnos a los vídeos. Tenemos una buena variedad, desde vídeos cortitos (por si os gusta la variedad y el cambio de actores) hasta las películas porno (si os gusta ver un tema continuo);
* En general la pornografía está orientada al varón: muchas felaciones (blowjob), masturbaciones masculinas (handjob), penetraciones, sexo lésbico, etc. Vamos, que no nos vale la primera película que nos encontremos para verla con nuestra pareja;

Por otro lado sí está bien categorizada, con palabras clave describiendo las actividades que aparecen en una escena dada. Esto nos facilita buscar o evitar una determinada actividad (por ejemplo, sexo anal, algo que gusta a mucha gente pero que otros detestan). Así que os recomiendo que antes de ver una película porno con vuestra pareja echéis un vistazo a la descripción de la misma y comprobéis que es del tipo que os gusta.

Y como ya comentamos en la literatura erótica, está bien explorar el ámbito de confort: el conjunto de lo que te agrada y excita. Pero en las pelis porno puede ser bastante más agresivo el sobrepasar las fronteras (comparado, por ejemplo, con dibujos o historias en texto), por lo que os recomiendo empezar poco a poco: de softcore (normalmente películas con desnudos pero no primeros planos de genitales, con más guión y menos sexo directo, a menudo de Playboy o compañías de este tipo) a hardcore (sexo explícito).

Una alternativa es el anime, que básicamente es hentai (dibujos japoneses) animados. Como en el caso del hentai, destacan en general por su imaginación y por sus temas más fantásticos: monstruos infernales con grandes cantidades de tentáculos que asaltan colegios de jovencitas, por ejemplo. Bueno, tienen cosas más normales, pero es habitual encontrarse elementos de magia, poderes o cosas así. La principal ventaja es que es más fácil sobrepasar nuestro límite de confort, ya que al ser dibujos no parecen tan agresivos. Como curiosidad, a mi novia le gusta mucho más el anime que el porno normal.