Existen muchos mitos en cuanto a cómo expresamos los orgasmos, especialmente entre las mujeres. Todavía hay quien cree que todos debemos gritar como locos/as cuando llegamos al orgasmo, mientras que la experiencia personal de otros les hace creer que todos fingimos. ¿Cuál es verdad? ¿Cuánto hay de «ambiente» y cuándo estamos fingiendo?
Tenemos claro que hay personas que gritan y vocalizan más durante el sexo, y otras que apenas hacen un sonido. Y por supuesto, que no siempre lo hacen igual: Si el sexo es extraordinario es más probable que hagas más ruido, pero también influyen muchas otras cosas, como cuantas energías tengas, cómo de alegre estés, etc. Así que es evidente que ni todos hacemos los mismos sonidos ni siempre lo hacemos igual.
Pero aquí vienen las historias de «fingir el orgasmo», especialmente entre las mujeres. Y es que la clave está en que podemos estar disfrutando enormemente del sexo, aunque no lleguemos al orgasmo e incluso sepamos por adelantado que no vamos a llegar. En esta situación podemos gritar y vocalizar para «dar ambiente», es decir, para animar a nuestra pareja y a nosotros mismos/as.
Entonces, ¿cuándo estamos fingiendo realmente un orgasmo? La respuesta más lógica es cuando intentamos engañar a nuestra pareja, es decir, que si nos pregunta después le vamos a decir que sí hemos llegado al orgasmo. Ojo que la diferencia es pequeña: el ruido que hemos hecho es el mismo y el placer es el mismo, sólo diferencia la intención.
¿Por qué fingir?
Hay varios motivos por los que se fingen los orgasmos:
- Por presión de nuestra pareja: Si nuestra pareja nos pregunta constantemente si hemos acabado y cuánto hemos disfrutado, acabaremos mintiendo para que nos deje tranquilos/as.
- Por presión propia: Todos queremos ser esa persona extremadamente sexual que tiene unos orgasmos explosivos y es un amante estupendo, así que nos mentimos a nosotros mismos gritando como locos/as.
- Por el mal ejemplo del porno: A veces se nos olvida que el porno es una ficción y que no tenemos que intentar imitarlo.
- Por inercia: Tienes un mal día y te pones a fingir para que tu pareja disfrute, pero no quieres decirle la verdad. Así que finges una vez, pero te vuelve a pasar y vuelves a fingir. Y así te vas acostumbrando a mentir, a tu pareja y a ti mismo/a.
- Porque es más fácil: A veces es más fácil fingir un orgasmo que dedicarle la energía que se necesita para conseguirlo realmente. Puede que estemos cansados, preocupados o enfermos, pero no nos sentimos con ganas de invertir fuerzas en ello. Tenemos que darnos cuenta de que el sexo no tiene que ser un ejercicio de deporte, sino que puede ser tranquilo y relajado.
- Por miedos: La falta de confianza en la relación puede hacer que intentemos ser «la pareja perfecta» en la cama, y así intentar asegurarnos de que nuestra pareja va a seguir con nosotros. Este es uno de los peores motivos, porque oculta inseguridades peligrosas para la relación.
- Por no probar cosas nuevas: Para evitar que nuestra pareja quiera probar cosas nuevas le intentamos convencer de que el sexo que tenemos ahora es estupendo.
- Porque el sexo normal no nos lleva al orgasmo: A veces el sexo «estándar» no es suficiente para muchas mujeres, y necesitan algo más que una penetración (p.ej. un vibrador). ¿No sería mejor incorporar eso que necesitamos al sexo?
- Por hacer feliz a nuestra pareja: Creemos que haciendo que se crea un amante increíble le hacemos feliz. Cuando realmente sería mucho más feliz aprendiendo a provocarte un orgasmo real o simplemente disfrutando del placer del sexo sin objetivos.
¿Por qué no fingir?
Si la única diferencia entre fingir y «animar» es decirlo claramente, entonces ¿por qué no dejar a nuestra pareja creer que es un amante de película y que nos hace gritar una y otra vez? Temas morales aparte, la respuesta es sencilla:
- Porque le estamos quitando la información que necesita: Si queremos que nuestra relación sexual vaya mejorando, nuestra pareja necesita toda la información sobre nuestro placer: qué nos gusta, qué no, cuándo nos gusta una cosa u otra… Si le damos información errónea no puede aprender cómo ser nuestro mejor amante!
- Porque más pronto o más tarde se va a dar cuenta: Si hablamos de años de relación seguro que habrá un día en el que nuestra «actuación» no sea tan buena y se dé cuenta del engaño. Y ahí sí puede sentirse mal, porque te ha pillado…
- Porque nos mentimos a nosotros mismos/as: Si tenemos que fingir mucho es que algo no va bien en nuestra vida sexual, y es mejor saberlo y afrontarlo que esconderlo debajo de la alfombra.
Cómo contarlo
Así que lo primero es dejar las cosas claras, y siempre decir la verdad a tu pareja: Cuándo has tenido un orgasmo de verdad y cuándo has interpretado un poco. Y si lo sabes, explicarle por qué lo has hecho.
Lo segundo es si tu pareja podría sentirse decepcionada porque no hayas tenido un orgasmo y le hayas «mentido». Y sí puede pasar: Todos queremos ser reconocidos como grandes amantes, y si no conseguimos un orgasmo podemos considerar que «no estamos cumpliendo». Esto es especialmente cierto en los varones, ya que culturalmente se les considera «responsables» del buen sexo. Pero el sexo no es perfecto, hay días mejores y peores, y no estamos hablando de un «rollito» de una noche: Estamos hablando de una relación a largo plazo, en la que iremos mejorando y conociéndonos. Así que una sesión de sexo sin final feliz no debería preocuparnos, siempre y cuando el sexo haya sido placentero. Por lo tanto deberías asegurarte de que tu pareja entiende que has disfrutado aún sin orgasmo, que tienes ganas de volverlo a hacer otra vez y probar cosas nuevas, y que no pierde su confianza. Y por supuesto es recomendable cuidar cómo se lo vas a decir: Pensarlo por adelantado y presentarlo en positivo, p.ej. «Creo que esto no te va a gustar, pero me parece importante para la relación que sepas que a veces…»
Y lo último es acostumbrarnos a parar todos los motivos para fingir: Si notamos que nuestra pareja nos está presionando demasiado, es mejor decirlo claramente antes de ponernos a fingir: «Relájate, que esto no es una competición, vamos a disfrutar». Si vemos que necesitamos más estímulo para llegar al orgasmo podemos incorporar un juguete sexual a la relación.
En resumen, la idea que tiene que quedar clara es que un buen sexo no es equivalente a un orgasmo. Podemos tener un orgasmo con un sexo pasable (ver el siguiente punto) o tener un sexo increíble sin orgasmo. Y cuanto antes entendamos esto, antes disfrutaremos más de nuestra vida sexual!
¿Sólo fingen ellas?
Desgraciadamente no, aunque ellos lo hacen de otra forma. Un varón puede tener una eyaculación sin tener un orgasmo placentero (e incluso un ruined orgasm, que es aún peor). Y a pesar de ello suelen hacer los mismos sonidos que si hubieran llegado al orgasmo. ¿Por qué? Porque han alcanzado la parte física del orgasmo, que es la que provoca la aceleración de las pulsaciones, descarga de adrenalina, etc. Es decir, están sintiendo todo lo que implica un orgasmo excepto por el placer, y por lo tanto «actúan» como siempre.
Como en el caso de ellas puede ser debido al estrés, el cansancio, los problemas de pareja o cualquier otro elemento externo, pero tampoco es fácil de detectar, ya que él ha eyaculado «normalmente». Incluso muchos hombres no son totalmente conscientes de esta diferencia, y se van dando cuenta conforme les va pasando un cierto número de veces. Por ello, y porque culturalmente no se acepta este hecho, no se sabe realmente cuántos hombres «fingen» sus orgasmos.
Algunas historias y discusiones sobre el tema, para que quede claro cómo de habitual es, especialmente entre parejas jóvenes:
- https://www.reddit.com/r/sex/comments/4iyw6q/i_28f_just_decided_to_woman_up_and_tell_my/
- https://www.reddit.com/r/sex/comments/3cbhw2/orgasm_the_answer_to_your_question_why_do_so_many/
- https://www.reddit.com/r/sex/comments/330zcs/question_those_of_you_women_who_fake_orgasmshow/
- https://www.reddit.com/r/sex/comments/lhr5p/i_fake_orgasms_i_dont_want_to_anymore_help/
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