Una sorpresa muy erótica es recibir a nuestra pareja nada más llegar a casa. Imagínatelo: Llegas a casa después de un aburrido día de trabajo, abres la puerta con la mentalidad de la rutina de siempre, y te encuentras a tu pareja en lencería, en ropa interior o en su ropa que más te gusta. ¿A que se te alegra el día?
Hemos hablado en muchos posts de alargar los previos sexuales o la penetración como formas de cambiar la rutina sexual, pero ahora os proponemos mantener la tensión sexual todo lo posible, evitando la penetración pero llegando al límite. Es un juego sexual, una experiencia de excitación y deseo compartidos en la pareja.
Las posturas sexuales son una de las principales fuentes de variedad en una relación sexual. Os hemos puesto un maravilloso buscador de posturas sexuales, pero ahora os proponemos un juego con ellas: Cambiar entre varias posturas en la misma relación, con una limitación de tiempo en cada una, convirtiéndolo en una maratón!
Ya hemos hablado del baño como un sitio estupendo para el sexo, ahora vamos a centrarnos en dar algunas ideas para convertirlo en una experiencia sexual y romántica, quizás para celebrar un aniversario o fecha especial.
Aunque ya hemos hablado en un post previo de los estupendos usos de los espejos para ver nuestra actividad sexual desde otro punto de vista, queremos ahora recomendar el uso del espejo como modo de comunicación. Se trata de escribir un mensaje en el espejo del baño, con el pintalabios o similar, en el que le indicamos a nuestra pareja lo que queremos que haga. De esta forma, cuando llegue la hora de irnos a la cama, se encontrará con un claro mensaje que le sorprenderá y excitará.
El «glory hole» (agujero glorioso en castellano) es un agujero pequeño, de unos centímetros de diámetro, que atraviesa una pared entre dos estancias, normalmente un par de cubículos a tal efecto, cabinas en sexshops o incluso los servicios públicos. De esta forma en una de las habitaciones uno introduce el pene por el agujero, mientras que el usuario de la otra habitación le masturba, le da sexo oral o incluso lo usa para la penetración. Es decir, sexo anónimo sin posibilidad de saber quién es la otra persona.
En este post os sugerimos imitar esta práctica dentro de la pareja, de forma que tenemos relaciones sexuales sin ver a nuestra pareja, y podamos imaginarnos que es otra persona. Algo de excitación, pero sin riesgo!
Ya hemos hablado de las enormes posibilidades de la ducha y el baño en otros posts (la ducha, el baño), pero ahora queremos proponeros una idea muy concreta, aunque peculiar. La cosa va como sigue: Uno se ducha mientras el otro se queda sentado mirando fuera de la ducha, el que se ducha monta un show erótico con el jabón llegando a masturbarse, y el que está sentando mirando se masturba viéndolo. Vamos, una actividad bien sexual que juega al «ver pero no tocar» (como en la actividad del peep show), pero que además incluye la complicidad de vernos entre nosotros masturbándonos, ver y oír la excitación. Una delicia!
Ya hemos comentado en varias ocasiones (por ejemplo, en Sexo en la naturaleza) que el exhibicionismo puede ser muy excitante, al incluir el peligro de que nos pillen. En este post os damos algunas ideas y sugerencias para practicar una versión «ligera» o suave del exhibicionismo, minimizando su riesgo pero probando su subidón de adrenalina!
