Ya hemos comentado en varias ocasiones (por ejemplo, en Sexo en la naturaleza) que el exhibicionismo puede ser muy excitante, al incluir el peligro de que nos pillen. En este post os damos algunas ideas y sugerencias para practicar una versión «ligera» o suave del exhibicionismo, minimizando su riesgo pero probando su subidón de adrenalina!
Varias décadas después de la llamada liberación sexual se ha hablado mucho del orgasmo femenino, de sus etapas y diferencias. Pero el orgasmo masculino ha quedado siempre en segundo plano, como algo simple y directo, una descarga de líquidos y placer puntual que deja al hombre totalmente satisfecho. Pero nada mas lejos de la realidad: que un hombre eyacule no significa que haya disfrutado, e incluso puede haber eyaculaciones que dejan una sensación desagradable. La realidad del orgasmo masculino es que es tan complejo como el orgasmo femenino, y a menudo no se le presta la atención adecuada, ni siquiera por su propio «dueño»!
He encontrado hace poco el blog de Camille Crimson, una actriz porno que ha visto que el negocio está en la red. Aunque tiene varios sitios web, el más famoso es «The art of blowjob«, traducible como «el arte de la felación». Y es que esta mujer se dedica especialmente a las felaciones, y a cómo hacerlas sensuales y seductoras. También es conocida por ser una pelirroja, campo que tiene su grupo de fans leales, y más si tienes unos ojos azules a los que sacar partido.
Lo primero explicar qué son los sprinkles o toppings de postres: son las virutillas que se ponen encima de las tartas, helados, etc. En castellano hay quien las llama confetis, chispas, etc. Aunque ya hemos hablado de algunas ideas de juegos eróticos con comida (uno, dos y tres), esta idea es más estética y visual que de gusto: ponernos los sprinkles en la parte del cuerpo en que queremos que nos lama nuestra pareja. Ya véis, una idea muy juguetona!
El lenguaje en el sexo puede ser algo muy erótico: hay a quien le gusta hacerlo en silencio absoluto, disfrutando de la tensión contenida; otros prefieren los susurros románticos al oído; los gemidos y gritos que oyen hasta los vecinos… Pero en este post queremos tratar el tema del lenguaje obsceno, llamado dirty talk en inglés o guarradas de forma vulgar en castellano.
En otro post hemos hablado de hacer un álbum de fotos eróticas para mandárselo a nuestra pareja, o darle algunas sorpresillas que le ayuden a excitarse. Ahora queremos hablar de la opción opuesta: convertirnos en fotógrafos amateur por una tarde, y hacer una sesión de fotos eróticas a nuestra pareja.
Ya hemos hablado de las posibilidades de la vestimenta, sobre todo como una comunicación por la que le dejamos claro a nuestra pareja nuestros deseos. Pero ahora queremos proponer la idea opuesta: que sea nuestra pareja la que nos elija la ropa.
Ya hemos hablado en un post de la cocina como sitio donde tener sexo, con sus ventajas y desventajas. Ahora os vamos a proponer una receta sexual en la que hacer uso de esas ventaja: Vamos a prepararle una cena sorpresa a nuestra pareja, con sólo un delantal como ropa.
En un primer post hicimos una introducción al músculo pubococcígeo, y ya hemos descrito el primer paso, basado en encontrar el músculo. Ahora queremos pasar al siguiente paso: «dominar» el músculo.
